Cada miércoles el padre Ryan Adams y un grupo de voluntarios reparten despensas a familias afectadas por la crisis
DETROIT- El miércoles pasado la Basílica de Ste. Anne en Detroit brindó despensas de alimentos a más de 150 familias. Esta ayuda está disponible todos los miércoles de 10 de la mañana a las 3:30 de la tarde y puede solicitarla quien lo requiera.
“Estamos preocupados por nuestra comunidad ya que muchos no tienen trabajo, así que cada miércoles a pesar de la pandemia estamos listos con las despensas para las familias”, dice el padre Ryan Adams, encargado de este proyecto.
El padre Ryan trabaja con diez voluntarios, quienes mantienen todas las medidas de higiene, guardan distancia física, usan guantes y cubrebocas. “Las despensas siguen funcionando gracias a nuestros voluntarios y donantes, que nos ayudan a mostrar el amor de Dios a nuestros vecinos en este momento difícil”, dice el sacerdote.
La comida llega a través de donaciones, uno de los donantes es Gleaners Community Food Bank y otra parte, los feligreses de la iglesia, escuelas religiosas cercanas, voluntarios del norte o fuera de Detroit, y por supuesto la ayuda mutua entre iglesias.
Los voluntarios se encargan de distribuir la comida en bolsas o cajas para las familias en un cuarto específico donde las condiciones son óptimas para resguardar los alimentos. Cuando llega el miércoles, las bolsas suben a través de un riel y se distribuyen a través de un voluntario.
“Ayudar con comida es una tradición que viene desde el siglo pasado cuando la economía estaba muy mal y se sigue realizando hasta el día de hoy. Hay muchos más lugares donde también les dan ayuda, pero la diferencia es que aquí se le da alimento físico y espiritual”, le comentó padre Ryan Adams a Detroit Catholic en español.
Alimento espiritual
Las familias reciben alimentos saludables y nutritivos con todas las medidas de higiene. Pero también son reconfortados con sonrisas amorosas, libros para su crecimiento espiritual, oración y la oportunidad de recibir la Eucaristía.
El padre Ryan sube a la azotea de Ste. Anne, coloca una mesa, los utensilios necesarios para celebrar la Eucaristía, elige una bella imagen de la Virgen de Guadalupe y en ocasiones una gran sombrilla lo resguarda de la lluvia y el frío. Desde la azotea se pueden ver algunas familias enteras de rodillas y a los conductores persignándose.
“Adorno el espacio con luces para llamar la atención de quienes van por la despensa y así poder alimentar su fe; y para quienes no conocen de Cristo, también es una manera de evangelizarlos. Realizo esto cada miércoles a la 1:30 de la tarde y a las 12 de la noche”, narra el padre Ryan.
Algunas de las familias que reciben la despensa quieren ver a un sacerdote, ya que todavía no se animan a asistir a misa en estos momentos en los que la pandemia sigue, por lo cual el padre Ryan sale a hacer una oración o dar bendiciones siguiendo las indicaciones de salud pertinentes.
Dar y recibir
Las despensas se reparten con las necesidades específicas para cada caso; si la familia lo requiere contiene fórmula, comida y cereal para bebés. También ayudan con pañales, toallitas húmedas y todo lo necesario para la higiene personal.
“El dispensario es una bendición para muchas personas, incluyendo a mí y a mi familia—narra Marlene Navarro-Cruz, feligrés de Ste. Anne—, me ayudaron con la fórmula cuando no estaba produciendo suficiente leche materna y en estos momentos ayudan a mi familia con la despensa porque nos quedamos sin empleo. Siempre te tratan como a una familia. Han ayudado a muchas personas que no eran miembros de la parroquia, pero necesitaban ayuda. Todos tenemos cosas buenas que decir sobre esta ayuda”.
Marlene es una muy activa feligrés de Ste. Anne, ayuda donde se le necesite, con la liturgia de los niños en la misa del mediodía, con la clase de catecismo de los niños los martes por la noche y cada año en los festejos; aparte es ministra extraordinaria de la eucaristía, lector y cocinera.
La familia de Marlene donó durante muchos años al dispensario de St. Anne de Detroit y hoy les toca estar del otro lado, “Dios conoce tus obras y se asegurará de proveer para ti cuando más lo necesitas. Estoy muy agradecida por el apoyo espiritual porque sin eso la comida no importaría. Ver gente amable, caras amorosas y palabras inspiradoras llenan mi corazón y me recuerdan que ahora que sé cómo es tener necesidad, podré devolver de la misma manera que dieron para mí: con todo el amor”, agrega Marlenne.
Apoyo de despensas
El dispensario de Ste. Anne está abierto los miércoles de 10 a.m a 3:30 p.m. Las personas que deseen donar pueden hacerlo en la siguiente página de internet: ste-anne.org/donate/donations-to-outreach-ministries/
También hay dispensario en la parroquia hermana Holy Trinity, el cual está abierto los martes y jueves de 1 a 3 de la tarde.
“Quien requiera la ayuda los esperamos con mucho gusto en Ste. Anne y, quien pueda ayudar donando también. Este tiempo de pandemia es para hacer crecer su vida espiritual”, concluye el padre Ryan.