El Papa renueva su llamado a no usar nunca el nombre de Dios para justificar la violencia

El Papa Francisco durante su discurso. Foto: Vatican Media

El Papa Francisco propuso a los líderes religiosos de todo el mundo a comprometerse “a no usar nunca el nombre de Dios para justificar la violencia y el odio hacia otras tradiciones religiosas, a condenar cualquier forma de fanatismo o de fundamentalismo y a defender el derecho de cada uno a elegir y actuar según su propia conciencia”.

Un compromiso que, defendió el Santo Padre, debe impulsarse por medio de la educación.

En un discurso pronunciado este martes 5 de octubre en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano con motivo del encuentro con representantes de diferentes religiones sobre el tema “Religiones y Educación: Hacia un Pacto Global en Educación”, el Santo Padre, junto con los demás líderes religiosos, propuso una estrecha colaboración entre religiones para construir un mundo más fraterno.

El Papa señaló que, si en el pasado, “se han discriminado las minorías étnicas, culturales, políticas o de otro tipo”, si “los derechos de las mujeres, de los menores, de los más débiles no han sido respetados siempre”, si en el pasado “hemos tolerado la explotación y el saqueo de nuestra casa común”, hoy, los líderes religiosos “queremos defender la identidad y la dignidad de cada persona y enseñar a las nuevas generaciones a acoger a todos sin discriminación”.

“Nos comprometemos a defender con firmeza esos derechos y enseñar a las nuevas generaciones a ser voz de los sin voz”. “hoy, más conscientes de nuestro papel de custodios de la creación que nos ha sido encomendado por Dios, queremos ser voz de la naturaleza que grita por su supervivencia y formarnos a nosotros y a las nuevas generaciones en un estilo de vida más sobrio y eco sostenible”.

Por lo tanto, “la educación nos compromete a acoger al otro tal como es, sin juzgar y condenar a ninguno”. “La educación nos pide repudiar y denunciar cualquier violación de la integridad física o moral de cada individuo”. “La educación nos compromete a amar nuestra madre tierra y a evitar el desperdicio de alimentos y recursos, así como estar más dispuestos a compartir los bienes que Dios no ha dado para la vida de todos”.

El Papa aseguró que “si queremos un mundo más fraterno, debemos educar las nuevas generaciones”, una educación que, en opinión del Pontífice, no debe sostenerse sólo en el principio del “conócete a ti mismo”, sino también en el “conoce a tu hermano”, un matiz fundamental “para educar a la acogida del otro”.

También en el “conocer la creación” para “educar al cuidado de la casa común”, y en el “conoce el Trascendente”, para “educar al gran misterio de la vida”.

“Para nosotros significa mucho una formación integral que se resume en el conocerse a sí mismo, conocer al propio hermano, la creación y el Trascendente. No podemos ocultar a las nuevas las verdades que dan sentido a la vida”, dijo el Papa.

Por eso, quiso manifestar su cercanía, y la de todos los demás líderes religiosos presentes, y gratitud a todos los docentes.

El Papa recordó que “desde siempre las religiones han tenido una estrecha relación con la educación, acompañando las actividades religiosas con las educativas, docentes y académicas”.

“Como en el pasado también hoy, con la sabiduría y la humanidad de nuestras tradiciones religiosas, queremos estimular una renovada acción educativa que pueda hacer crecer en el mundo la fraternidad universal”.

En ese sentido, el Papa recordó que “si en el pasado las diferencias nos han puesto en contraste, hoy vemos en ellas la riqueza de caminos distintos para llegar a Dios y para educar a las nuevas generaciones a la convivencia pacífica en el respeto recíproco”.

El encuentro se celebró en el contexto del pacto educativo por medio del cual el Papa “propone una alianza de amplio alcance que sea capaz de dar respuesta a las consecuencias dramáticas de la pandemia por medio de una convergencia educativa global”, según se lee en el comunicado difundido por la sala de prensa del Vaticano.

Entre los asistentes al encuentro estaban el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé; el Gran Iman de Al Azhar, Ahmad Muhammad Al Tayyeb; el Metropolita Hilarion, representante del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill; y el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y otros líderes que participaron también en el encuentro “Fe y Ciencia: Un llamado para la COP26” celebrado en el Vaticano el lunes 4 de octubre.

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