Las parroquias de la arquidiócesis reservaron el sábado 17 de octubre como un día de servicio como parte del renovado movimiento

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FARMINGTON HILLS - Se juntaron para pintar cercas, almacenar despensas de alimentos y escribir tarjetas para personas mayores que viven solas. Otros limpiaron cementerios o recolectaron ropa para los pobres.

Pero todos compartieron el compromiso de vivir las obras de misericordia espirituales y corporales como una forma de mostrar el amor tangible de Cristo en la comunidad.

El sábado 17 de octubre, las parroquias de la Arquidiócesis de Detroit participaron en proyectos y actividades de servicio como parte del quinto Mercy in Action (el día de Servicio Anual de la Misericordia en Acción), un esfuerzo de toda la comunidad para alentar a los católicos a convertirse en voluntarios activos en sus comunidades.

El día de servicio de 2020 lució diferente al de años anteriores, con voluntarios usando cubre bocas y manteniendo la distancia social, pero hubo una nueva energía entre los participantes este año.

“(Mercy in Action) está unido al movimiento Haz llegar el Evangelio”, dijo Chris Leach, coordinador de servicio cristiano de la Arquidiócesis de Detroit, que se hizo cargo de coordinar el evento anual que anteriormente era organizado por las Caridades Católicas del Sureste de Michigan. "Nuestra esperanza es utilizar Mercy in Action como un grito de guerra para otros actos de caridad evangélica a lo largo del año".

Leach dijo que su equipo espera hacer de Mercy in Action un movimiento durante todo el año, con el día de servicio modelando la diversidad de proyectos que podrían tener lugar en la arquidiócesis de manera más regular. La arquidiócesis también está ofreciendo gorras, sudaderas y ropa de Mercy in Action para fomentar el hacer propio el movimiento, agregó Leach.

Aproximadamente 46 parroquias participaron este año, dijo Leach, y cada parroquia determina qué proyectos se adaptan mejor a su comunidad y congregación. Debido a las restricciones de COVID-19, Leach y su equipo compilaron una lista de proyectos seguros y socialmente distanciados para ayudar a las parroquias a elegir.

Los proyectos de este año incluyeron colectas de comida y ropa, escribir tarjetas para personas mayores, limpiar los terrenos de los cementerios locales o ayudar en organizaciones benéficas. Las parroquias participaron en los servicios de oración o reabastecieron las despensas de alimentos. Algunos voluntarios hicieron proyectos en casa, como cubre bocas que luego fueron a dejar a sus parroquias.

“Hemos visto una creatividad increíble”, dijo Leach. “Cada parroquia tiene su propio plan. Un par de vicariatos hicieron cosas juntos o se juntaron para hacer cosas como pequeñas familia ”.

En Farmington Hills, tres parroquias, St. Fabian, Our Lady of Sorrows y St. Gerald, unieron fuerzas para trabajar como una comunidad colectiva para ejecutar sus proyectos.

Sue Crudgington, coordinadora de Servicios Cristianos en St. Fabian, dijo que los proyectos elegidos por las tres parroquias tenían la intención de reflejar las obras corporales de misericordia, incluido el cuidado de los pobres, el cuidado de los fallecidos y el cuidado de las personas mayores.

Más de 70 voluntarios de las tres parroquias se reunieron en St. Fabian el sábado por la mañana, comenzando su día en oración antes de salir a trabajar en el jardín en Oakwood Cemetery y CARES en Farmington Hills, donde pintaron una cerca en el Monasterio del Santísimo Sacramento, y enviaron tarjetas a las personas que se encuentran en hogares y centros locales donde atienden a personas mayores.

Los voluntarios fueron desde niños pequeños hasta personas mayores. Una tropa de Girl Scouts de séptimo grado de 12 años en St. Fabian se sentó alrededor de una mesa para crear las tarjetas, las cuales estuvieron llenas de dibujos brillantes y palabras de afirmación y aliento.

“El propósito de la tropa es que puedan ofrecerse como voluntarios, hacer servicio comunitario, involucrarse y ver qué pueden hacer para cambiar y mejorar la comunidad”, dijo Tanya Yono, una de las madres del grupo.

Renna Thweni, otra líder del grupo y madre, dijo que la tropa aprovecha oportunidades como Mercy in Action para enseñar a las niñas a anteponer las necesidades de los demás.

“Aquí es donde aprenden a ser responsables y caritativas”, dijo Thweni. "Queremos que piensen en los demás en lugar de solo en ellas mismas".

Si bien el servicio es importante, es Cristo quien convierte el voluntariado ordinario en un esfuerzo evangelístico, dijo Leach. Leach agregó que la Iglesia está teniendo mucho cuidado de vincular el movimiento Mercy in Action con la carta pastoral del Arzobispo Vigneron, Haz llegar el Evangelio, especialmente el punto 8.4, que se relaciona con la caridad evangélica.

“Nuestro servicio a los pobres y marginados debe ser un claro testimonio de Jesús nuestro Señor, el cual no debe de confundirse con una filantropía humanista”, escribió el arzobispo. “Necesitamos asegurarnos de que, al atender las necesidades materiales de los demás, también respondamos a su sed espiritual de Dios. Toda obra caritativa católica también debe ser una expresión auténtica de la fe católica”.

Mercy in Action es una manera maravillosa de unirnos como comunidad y servir a otros en solidaridad como arquidiócesis, agregó Crudgington.

“Es nuestra misión en virtud de ser cristianos”, dijo Crudgington. “Somos enviados como discípulos. Se supone que debemos hacer esto, como Jesús nos enseñó a hacer. Somos las manos y los pies de Jesús en el mundo”.