Tras un incendio, maestro descubre bendiciones en la tradición de marcar su casa en la Epifanía

El incendio de mayo de 2023 dañó el apartamento y las pertenencias de Jeremy Alexander, pero la ayuda de amigos y familiares le recordó los regalos de los Reyes Magos

DETROIT ─ Jeremy Alexander nunca olvidará cuando llegó a la puerta de su apartamento en mayo de 2023 y se dio cuenta de que las paredes goteaban.

Cuando vio los camiones de bomberos afuera de su edificio mientras regresaba del trabajo, pensó que el sistema de rociadores se había activado por accidente. Sin embargo, al darse cuenta de que la puerta de su apartamento y las demás puertas del pasillo habían sido forzadas, comprendió que no se trataba de un simulacro.

Había ocurrido un incendio en el edificio.

A pesar del agua y el hollín de las paredes y el techo, aún podía verse claramente la inscripción en tiza sobre la puerta: “20+C+M+B+23”. Cuando un grupo de bomberos, que Alexander cree que eran inspectores o parte de un equipo de restauración, le preguntó cómo había entrado, Alexander les explicó que nadie lo detuvo al ingresar al edificio.

Alexander, profesor de teología en el Cristo Rey High School de Detroit, había llegado del colegio con una camisa y corbata, llevando un maletín con su laptop. Cree que su “aspecto formal” podría haber sido la razón por la que nadie le impidió entrar al edificio, Alden Towers en Detroit.

Uno de los hombres le dijo que se llevara rápidamente lo que necesitara del apartamento y se marchara. Alexander recogió algo de ropa, artículos de aseo y un querido casete con una grabación de su bisabuelo, un inmigrante croata.

Mientras el hombre esperaba, señaló las marcas de tiza sobre la puerta y dijo: “Tienes esa marca católica sobre la puerta”. Alexander le explicó brevemente el significado de la bendición con tiza de la Epifanía. Después de unos segundos, el hombre le comentó: “De todos los apartamentos, el suyo es el que menos daño ha sufrido”.

Alexander había escrito con tiza sobre la puerta a principios de ese año, el 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía, también conocida como Día de Reyes.

Con motivo de la Epifanía, algunos católicos bendicen sus hogares con una oración y marcan la puerta el día de la fiesta o cerca de esa fecha. Muchas parroquias reparten tizas bendecidas para usar durante esta ceremonia.

Los números escritos en tiza indican el año, mientras que las letras señalan los nombres de los Reyes Magos (Caspar, Melchoir y Baltasar) quienes llevaron oro, incienso y mirra al Niño Jesús. Las letras también hacen referencia a la frase Christus mansionem benedicat, que significa “Que Cristo bendiga esta casa”.

Si bien las llamas no afectaron interior de su apartamento, Alexander perdió la mayor parte de sus muebles y ropa debido a los daños causados por el fuego y el humo.

Amigos, familiares y compañeros de trabajo de la comunidad de Cristo Rey se unieron para ofrecerle alojamiento, ropa y comida.

“Es curioso que mi apartamento estuviera aparentemente protegido del fuego, pero no creo que Dios me ame más, y no soy un hombre supersticioso”, dijo Alexander. “Creo que esta experiencia apuntaba a la realidad que vendría después, que, al igual que los Reyes Magos, la gente aparecía de la nada para traerme regalos preciosos al ofrecerme alojamiento, ropa y comida. La Sagrada Familia estaba, en un sentido muy real, en modo refugiado. Ahora que miro hacia atrás, puedo comprenderlo”.

Nunca olvidará la imagen de la puerta ennegrecida de su apartamento y las marcas de tiza que aún podían verse, mientras reflexiona sobre la bendición de que la gente se una para ser Iglesia cuando otros lo necesitan.

El P. David Bechill, párroco de la Christ the Good Shepherd Parish en Lincoln Park, señaló que marcar con tiza la puerta de la casa en la Epifanía es un sacramental, al igual que los rosarios, el agua bendita y los clerígmenes también lo son.

“Los sacramentales no son mágicos. Pero cuando los usamos con fe, son una manera en la que Dios obra en nuestras vidas”, dijo el P. Bechill. “Los sacramentales nos preservan de la distracción, como llevar un crucifijo o rezar el Ángelus”.

El P. Bechill también supervisa la St. John Paul II Classical Catholic School en Lincoln Park, que organiza una gran fiesta de Epifanía todos los años con cena, juegos, villancicos y baile. Para él, marcar con tiza las puertas es uno de los muchos sacramentales que sientan las bases para que Dios actúe en nuestras vidas.

El Catecismo de la Iglesia Católica dice que “los sacramentales son signos sagrados instituidos por la Iglesia (CIC 1677). Los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella (CIC 1670)”.

El incendio de 2023 ayudó a Alexander a comprender la Epifanía de un modo diferente. La primera vez que escuchó acerca de marcar la puerta con tiza fue en una clase de alemán en la escuela secundaria, y comenzó esta tradición en su propia puerta cuando se fue de su hogar 15 años.

“Ahora entiendo la Epifanía de otra manera. Me llevó a una realidad espiritual más profunda”, explicó Alexander. “La gente vino a traerme regalos después del incendio del mismo modo que los Reyes Magos le llevaron regalos preciosos a la Sagrada Familia. No pretendo compararme con la Sagrada Familia, sino inspirarme y sentirme reconfortado por Jesús, María y José”.

La experiencia le recuerda los ejercicios espirituales desarrollados por San Ignacio de Loyola. La práctica consiste en sumergirse en historias bíblicas para conectar con las Escrituras de un modo nuevo y desarrollar una relación más cercana con Jesús.

Cualquiera puede marcar con tiza su puerta en la Epifanía. Rezar la oración y escribir las letras y números lleva tan solo diez minutos. De hecho, Alexander anima a todo el mundo a hacerlo. Para él, la bendición de la Epifanía y marcar con tiza la puerta es una pequeña forma de experimentar la gracia de Dios, y una manera de que la gente común pueda llevar la liturgia a la vida cotidiana.

“De un modo sencillo, se trata de ofrecer tu propio hogar a Cristo”, dijo Alexander. “Es un pequeño gesto de amor a Dios y a su gran misericordia”.