La Arquidiócesis publica los protocolos para reabrir las escuelas católicas de Detroit en otoño

Los estudiantes y el personal pueden esperar cambios significativos si las escuelas vuelven al aprendizaje en persona este otoño, incluyendo aulas socialmente distanciadas, requisitos de máscara y estaciones de desinfección extra para las manos. (Valaurian Waller | Detroit Catholic)

Los estudiantes regresarán a clases presenciales si es seguro hacerlo, pero los planes de aprendizaje a distancia también se están preparando si la propagación del virus se acentúa

DETROIT - Mientras el número de casos de coronavirus de Michigan siga siendo manejable, las escuelas católicas de la Arquidiócesis de Detroit regresarán a clases presenciales este otoño, pero con una serie de nuevos protocolos de salud y seguridad.

El 17 de julio, un grupo de trabajo de 13 miembros encabezado por Vic Michaels, superintendente asistente de servicios estudiantiles y atletismo para la Arquidiócesis de Detroit, lanzó un "Plan de Preparación COVID-19" para permitir que las escuelas primarias católicas y las escuelas secundarias de la arquidiócesis se reintegraran aprendizaje en el aula si es seguro hacerlo, incluso a medida que se desarrollan contingencias de aprendizaje a distancia en caso de que el virus vuelva a aumentar.

Desde la higiene personal, el distanciamiento social y los tapa-bocas para los estudiantes y el personal hasta el examen y las pruebas periódicas de aquellos que experimentan síntomas de COVID-19 son algunos de los protocolos. Están diseñados para mantener a todos seguros mientras permiten la mayor flexibilidad posible, dijo Kevin Kijewski, superintendente de escuelas de la Arquidiócesis de Detroit.

"Debe reconocerse que la pandemia no ha terminado y que su curso sigue siendo en gran medida impredecible", dijo Kijewski en una carta a los padres. "Con el impacto positivo que los esfuerzos de mitigación han tenido en nuestra área estatal y metropolitana en los últimos meses, esperamos que estas tendencias continúen para que podamos dar la bienvenida a los estudiantes a nuestras escuelas este otoño".

El que las escuelas católicas del área de Detroit regresen a clases presenciales dependerá del éxito del sureste de Michigan en la lucha contra el coronavirus. Actualmente, la región se encuentra en la Fase 4 del Plan del MI Safe Start Plan, en la cual se permitiría el aprendizaje presencial al tiempo que se minimiza el riesgo de un brote peor.

“La gobernadora ha reiterado que están viendo que los números de casos son estables y no están aumentando y que las tasas de mortalidad también son estables y hay suficientes camas de hospital disponibles" lo cual mantiene a la región en la Fase 4, dijo Michaels, quien también se sienta en el Consejo Asesor para un Regreso a la Escuela de la gobernadora Gretchen Whitmer. Las escuelas públicas también están planeando un regreso a las clases en persona.

Michaels dijo que si la región regresa a la Fase 3 antes de otoño, lo que podría suceder si los casos o las tasas de mortalidad aumentan nuevamente, se pedirá a las escuelas que implementen planes de aprendizaje a distancia.

Se lanzarán planes separados si la región mejora a la Fase 5 o 6, lo que pudiera relajar algunos requisitos, dijo Michaels.

La seguridad de los estudiantes "es la mayor preocupación"

Si, como se espera, las clases presenciales regresan, los estudiantes y el personal pueden esperar un panorama diferente cuando suena la primera campana en el otoño.

Gabriela Bala, directora de la escuela St. Mary en Royal Oak, dijo que la escuela está agregando estaciones de lavado de manos adicionales y grifos sin contacto, además de que están cambiando las configuraciones de los escritorios y colocando señalización en los pisos para alentar el distanciamiento social.

Los estudiantes, los maestros y el personal de todas las escuelas católicas deberán usar tapa-bocas al ingresar al edificio o en las áreas comunes, mientras que otras reglas limitan el número de visitantes y proporcionan protocolos claros para las pruebas, la detección y la respuesta en caso de que un estudiante o miembro del personal exhiba síntomas de COVID-19.

"La seguridad de los estudiantes, el personal y las familias es de suma importancia para nosotros", dijo Bala, quien es miembro del grupo de trabajo de regreso a la escuela, el cual incluye a encargados de media docena de escuelas católicas locales, así como representantes arquidiocesanos, profesionales médicos, padres, un sacerdote y un juez local.

Los protocolos de la arquidiócesis reflejan muchas de las recomendaciones del estado, pero aún dejan espacio para que las escuelas individuales implementen medidas adicionales para garantizar la seguridad de los estudiantes, como pueden ser los controles diarios de temperatura.

Se requerirá que las escuelas secundarias desinfecten las aulas entre cada período, y no se permitirán asambleas que agrupen varias aulas. Los estudiantes pueden comer en la cafetería solo si se pueden observar seis pies de distancia, y si no, las horas de almuerzo serán escalonadas.

"Cada escuela está trabajando muy duro para crear un ambiente seguro para sus estudiantes", dijo Bala. "Aunque creo que a todos nos encantaría agitar una varita mágica y volver a lo que teníamos antes, no sabemos cuál será nuestra realidad una vez que volvamos a la escuela".

No se requerirá que los alumnos más pequeños de jardín de niños a quinto grado se mantengan con cubre-bocas en el aula; esto debido a la dificultad de hacer cumplir el requisito y porque pudiera ser perjudicial para los niños pequeños.

El Dr. Salvatore Ventimiglia, un pediatra de Shelby Township que sirvió en el grupo de trabajo, dijo que los niños más pequeños tienen más probabilidades de tocarse la cara o jugar con sus máscaras, por lo que es arriesgado exigirles que las usen.

"Afortunadamente, si hay algo de  'afortunado' en esto, parece que los niños más pequeños, particularmente los de 10 años o menos, son menos capaces de transmitir la enfermedad y tienden a tener menos síntomas", dijo el Dr. Ventimiglia, cuyos tres hijos  asisten a la Holy Family Regional School en Rochester. "Pero también, son los más sensibles a las expresiones faciales y las señales visuales en su aprendizaje".

El Dr. Ventimiglia, quien ha ejercido como doctor durante 20 años, dijo que los nuevos protocolos se desarrollaron con el aporte de la comunidad médica utilizando la investigación más reciente disponible.

"Soy cautelosamente optimista de que lo que estamos haciendo proporcionará el entorno más seguro para nuestros estudiantes y personal", dijo el Dr. Ventimiglia. "Mis hijos también seguirán estas mismas recomendaciones en su escuela católica".

Actualmente, la Catholic High School League planea seguir con la temporada deportiva de otoño con protocolos de seguridad; pero la liga está adoptando un enfoque de esperar y ver, dijo Michaels. La temporada está programada para comenzar el 10 de agosto.

"Si nos acercamos a esa fecha y no creemos que sea seguro hacerlo, demoraremos el inicio de los deportes de otoño", dijo Michaels, quien también se desempeña como director ejecutivo de CHSL. "Si creemos que es seguro realizar ciertos deportes como el campo traviesa, el tenis o el golf, podríamos empezar con esos deportes mientras retrasamos el inicio de deportes como el fútbol americano, el voleibol o el fútbol soccer, deportes que tienen un mayor riesgo de no lograr el distanciamiento social de manera adecuada". 

Las escuelas están preparadas para las clases a distancia, si es necesario

En caso de que los casos de coronavirus vuelvan a aumentar en Michigan, un comité autónomo de catorce miembros ha desarrollado planes de contingencia y recomendaciones para que las escuelas vuelvan a ofrecer clases a distancia, dijo May Bluestein, Ph.D., superintendente asistente de currículo, instrucción y evaluación para la arquidiócesis.

Bluestein dijo que las nuevas recomendaciones se desarrollaron después de recibir comentarios de una encuesta de 3,000 padres de escuelas católicass realizada al final del ciclo escolar 2019-20.

"Cuando estábamos en la crisis de la pandemia, sabíamos que teníamos que planear el futuro", dijo Bluestein, quien dirigió un comité de directores, maestros y educadores para desarrollar los planes. "Sabíamos que había una posibilidad de que tendríamos que volver a algún tipo de aprendizaje a distancia, y queríamos estar preparados".

Bluestein dijo que la encuesta de padres fue "verdaderamente crucial" en el desarrollo de las pautas, y el comité también recibió aportes de maestros, directores y administradores sobre lo que funcionó y lo que no funcionó duranate la primavera.

Como madre y educadora, Bluestein le dió a las escuelas católicas de la arquidiócesis una "A" por su respuesta a la pandemia, y dijo que la encuesta a los padres reveló áreas en las que las escuelas excedieron las expectativas y áreas en las que se podrían hacer más mejoras.

"En general, hubo muchos comentarios positivos", dijo Bluestein. "Eso fue tranquilizador, pero aún queda trabajo por hacer. "Estoy muy agradecido por las muchas manos y mentes serviciales que se unieron en esto".

Las nuevas pautas abordan áreas como el horario de instrucción, cómo integrar la identidad católica en un plan de estudios en línea, ayudando a los estudiantes con necesidades especiales, políticas de asistencia, calificación y tecnología cuando los maestros y los estudiantes están a distancia.

Si bien el comité discutió un posible modelo "híbrido" de educación en persona y en línea, en última instancia no era factible debido a las preocupaciones sobre el cuidado infantil, dijo Bluestein, especialmente porque muchos maestros y educadores son padres.

Sin embargo, en el caso de que se ofrezcan clases en persona y una familia no se sienta segura enviando a su hijo a la escuela, los padres pueden trabajar con escuelas individuales para abordar áreas particulares de preocupación.

Bala, director de St. Mary, dijo que la escuela Royal Oak ya comenzó a tener esas discusiones, reconociendo que podrían surgir situaciones en las que un niño en particular podría necesitar tomar las clases desde casa.

Si bien acomodar tales situaciones será una "decisión de cada escuela", Bala dijo que existen recursos para hacer que el aprendizaje en línea sea una posibilidad para los estudiantes que no pueden asistir a la escuela en persona, ya sea que presenten síntomas o caigan en una categoría de alto riesgo.

"No queremos abrumar a los maestros con tener que hacer dos trabajos, cara a cara y en línea, pero hay cosas simples que podemos hacer para continuar la educación de nuestros estudiantes", dijo Bala. "Nos hemos vuelto bastante buenos en Zoom y Google Classroom, por lo que tal vez podamos tener un iPad en un tripie y permitir que los estudiantes se acerquen desde casa y entreguen tareas que se pueden completar electrónicamente. Es algo que tenemos que explorar".

Ya sea que las clases sean en línea o sean presenciales durante el otoño, las escuelas y la arquidiócesis están tomando en serio el regreso a la escuela y están utilizando las últimas investigaciones disponibles, dijo Bala.

"Estamos planeando, preparando y orando muy duro para que esto termine y para la seguridad de todas nuestras familias, porque todos somos una gran familia", dijo Bala.

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