Carlos Castañón: Un misionero que conmueve a los jóvenes de Detroit con su testimonio sobre Jesús Eucaristía

Carlos Castañón compartiendo su testimonio durante la 14ª Conferencia de Hombres Hispanos de Detroit. Foto por Valaurian Waller para Detroit Catholic

DETROIT - En la misión de acercar a los jóvenes a la fe, el primer paso clave es tener un encuentro personal con Cristo. Es a través de ese encuentro cercano que los jóvenes pueden experimentar la plenitud de la fe y descubrir el amor incondicional de Dios.

En este contexto, la historia de Carlos Castañón, conocido como el payaso Pinita, quien estuvo presente en los recientes eventos eucarísticos de Detroit, ha resonado profundamente en muchos jóvenes, convirtiéndose en un testimonio inspirador que les ha abierto las puertas al encuentro con Jesús.

Originario de Aguascalientes, Carlos ha sido un instrumento de fe que ha tocado los corazones de aquellos que han tenido la oportunidad de escuchar su historia. A través de su vida transformada por el amor de Cristo, Carlos ha iluminado el camino hacia el encuentro personal con Jesús y ha motivado a otros a seguir sus pasos, especialmente a niños y jóvenes.

Desde su propio encuentro con Cristo, Carlos ha dedicado su vida a la misión de llevar el mensaje del amor de Dios a los jóvenes, mostrándoles el camino hacia la verdad y la esperanza a través de su Fundación Pinita. Sin embargo, su camino no siempre fue fácil, ya que estuvo sumergido en las drogas desde temprana edad y enfrentó dos intentos de suicidio. Fue en su etapa más oscura y desesperanzadora cuando experimentó un encuentro transformador con Cristo, gracias a la intervención de un amigo misionero que siempre estuvo a su lado, brindándole apoyo y acompañamiento en su proceso de sanación y redención.

En una entrevista con Detroit Catholic en Español, Castañón compartió la profunda experiencia de su primer encuentro con Jesús que transformó su vida de manera significativa:

"El misionero fue un instrumento. Él me habló del amor de Dios, de cómo por amor a nosotros se entregó en la Cruz. Cuando me acerco al Santísimo, como Santo Tomás, digo: 'Creo, Señor, pero aumenta mi fe'. Fue un amor a primera vista, más que eso, fue un cálido sentimiento que erizaba mi piel, algo hermoso que no permito que se desvanezca. Quiero seguir manteniendo y tener al Señor dentro de mí y en mi corazón. Fue mi encuentro personal con Jesús". Con fervor, repitió la frase "Creo, Señor, pero aumenta mi fe" y añadió: "Pedirle al Señor no es solo dirigirse a un Padre, sino a MI Padre que está en los cielos; mi verdadero Padre".

Ese primer encuentro con Jesús Eucaristía fue el que rompió las cadenas de su adicción y poco a poco lo fue acercando a la misión evangelizadora que daría sentido a su pasado. Desde entonces, Carlos se dedica a llevar alegría y amor a niños en etapa terminal que se encuentran en los hospitales, y a través de su fundación, brinda albergue, alimento, cama y techo a personas en situación de calle.

El Padre Ricardo López y Carlos Castañón durante su reciente visita a Detroit para compartir con la comunidad hispana sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Foto cortesía de Carlos Castañón
El Padre Ricardo López y Carlos Castañón durante su reciente visita a Detroit para compartir con la comunidad hispana sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Foto cortesía de Carlos Castañón

El pasado no es olvidar, sino aprender a vivir

En la 14ª Conferencia de Hombres Hispanos de Detroit, Carlos fue invitado especial como conferencista para compartir su inspirador testimonio. Su participación se dividió en dos momentos clave: en primer lugar, compartiendo su historia con todos los asistentes, y luego, dedicando un tiempo exclusivo a los jóvenes presentes. Esta planificación meticulosa fue ideada por los organizadores con el objetivo de proporcionar a los jóvenes un espacio seguro y confidencial para abordar sus inquietudes y preguntas relacionadas con la historia de Carlos. De esta manera, se les brindó la oportunidad de abrir sus corazones y encontrar respuestas a las interrogantes que surgen en su generación.

Carlos compartió con Detroit Catholic en Español, que fue muy impresionante presenciar las lágrimas que brotaban de los padres de familia mientras escuchaban su testimonio. Fue aún más conmovedor cuando, al concluir, muchos de ellos se acercaron para expresarle que se sentían identificados con su historia: “Como inmigrantes que tuvieron que dejar sus países de origen para buscar una vida mejor en Estados Unidos, muchos de ellos habían experimentado situaciones similares y ahora enfrentaban el dolor de ver a sus propios hijos alejados del Señor”, comentó. Esta conexión emocional reafirma en Carlos la importancia de su misión y lo motiva a seguir compartiendo el mensaje de esperanza y amor de Dios con aquellos que más lo necesitan.

Durante el momento de adoración, Carlos pidió fervorosamente al Señor que, cuando aquellos padres de familia miraran la custodia, no vieran solamente la hostia, sino que abrieran su corazón, su mente y lo pudieran ver a Él con los ojos de la fe.

A los jóvenes, por su parte, les habló de una manera diferente, muy alineada a las recomendaciones del P. Ricardo López, quien también estuvo presente en los recientes eventos eucarísticos de la comunidad hispana de Detroit. Esta manera de hablarles es en su lenguaje, de manera muy sencilla y apelando a las vivencias actuales de las generaciones jóvenes.

Carlos compartió su inquietud acerca del alarmante inicio de jóvenes, de tan solo 12 a 16 años, en el mundo de las drogas: "Quieren pertenecer, y para pertenecer se sienten presionados para consumir droga. Ya no es como antes. Estos son jóvenes que tienen amigos que hacen drogas, que las fabrican directamente. Ese es un foco rojo muy importante". A pesar de su preocupación, Carlos se muestra convencido de que eventos como estos son fundamentales para acercar a estos jóvenes al corazón de Jesús y brindarles una alternativa de vida llena de esperanza y amor.

La participación de Carlos tanto en la 14ª Conferencia de Hombres Hispanos como en las celebraciones de Most Holy Redeemer, la Basílica de Santa Ana y la Parroquia de San Gabriel ha dado frutos de esperanza a la generación de jóvenes hispanos en Detroit. Su amor por Jesús Eucaristía se refleja en su entrega misionera y en su conciencia de la importancia de vivir en gracia en todo momento, enfrentando diariamente la lucha contra las adicciones y la depresión.

"Para mantenernos firmes en la lucha, tengo una recomendación muy sencilla que mi hermano misionero me compartió: la oración y el ayuno. ¿Te sientes enojado? Acude al Santísimo. ¿Estás lleno de alegría? Ve al Santísimo. Pero hazlo con amor, devoción y fe, creyendo que ahí está nuestro Señor. Él está presente para que vayamos a encontrarnos con Él", compartió Carlos como un consejo para la comunidad de Detroit.

Si deseas conocer más sobre Carlos Castañón y la Fundación Pinita, puedes visitar su página web https://fundacionpinita.org/



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