Cada mes, diferentes reliquias de las 125 que tiene la iglesia se van exhibiendo; entre ellas, la Verdadera Cruz y el Velo de María
DETROIT - El pasado 3 de noviembre, los santos compartieron las bancas con los fieles durante la Misa en la Sweetest Heart of Mary Church en Detroit.
Es cierto que los santos están siempre presentes cada vez que se celebra el Santo Sacrificio de la Misa. Sin embargo, la Iglesia Triunfante tuvo una presencia física importante en la Misa, ya que 81 reliquias fueron exhibidas para su veneración a lo largo de las bancas de la iglesia.
Sweetest Heart of Mary organizó su cuarta exposición de reliquias de primera clase, conocida como "Un día con los santos", permitiendo a los fieles ver de cerca la gran colección de reliquias de la parroquia, rezar junto a ellas, tocarlas y estar en contacto cercano con los restos de los santos que ya están en el Paraíso.
Sweetest Heart of Mary, una de las dos iglesias que forman la Mother of Divine Mercy, tiene 125 reliquias, incluidas algunas de la vida de Jesucristo y de la Santísima Virgen María, como la Verdadera Cruz, el Santo Pesebre, la Columna de la Flagelación y el Velo de la Santísima Virgen María.
Después de la Misa, la gente pudo recorrer los pasillos de la iglesia para leer sobre los santos que veneraban, rezar y acercar estampas y rosarios a las reliquias.
“La parroquia tuvo la oportunidad de mostrar los verdaderos tesoros de la Iglesia”, dijo Patricia Stephanoff, quien se encarga de cuidar las reliquias en Sweetest Heart of Mary.
"La gente viene a venerar las reliquias porque representan una especia de puente", dijo Stephanoff a Detroit Catholic. “Nosotros formamos parte de la Iglesia militante, luchamos y nos esforzamos. Sabemos que al morir iremos a algún lugar; queremos ir al cielo, pero para llegar allí tenemos a todos estos santos y a María, la reina de los santos, a quienes podemos acudir. Ellos están más cerca de Dios que nosotros, así que se producen muchos milagros cuando las reliquias se veneran, como ocurre hoy".
Las reliquias se exhibieron en las bancas de la iglesia siguiendo el orden del año litúrgico, con la excepción de las reliquias de la Sagrada Familia, que se colocaron cerca del altar.
"Las reliquias son pedacitos de cielo aquí en la tierra", dijo en su homilía el P. Greg Tokarski, sacerdote in solidum al servicio de la Mother of Divine Mercy Parish (que incluye la Sweetest Heart of Mary Church y la St. Josaphat Church). "Son los vínculos entre nosotros, que estamos aquí en la tierra, y los santos en el cielo, a quienes recordamos en el Día de Todos los Santos, y nos ayudan a conmemorar a los difuntos que recordamos en el Día de los Fieles Difuntos".
Por lo general, las reliquias se guardan en un relicario en la parte trasera de la iglesia. Todos los meses, la reliquia de un santo se exhibe para su veneración en el mes de su fiesta.
El relicario fue construido en 2012 por Zachery Cebulski, feligrés de Sweetest Heart of Mary, como parte de su proyecto Eagle Scout. Su padre, Rodger, estaba en Misa y le contó a Detroit Catholic la historia del relicario y el compromiso de la parroquia de brindar a la gente la oportunidad de venerar su colección de reliquias.
"El P. Paul Czarnota era el párroco en aquel momento, y al principio quería que Zachery construyera un Vía Crucis en el patio", explicó Cebulski. “Pero cuando el Padre estaba en el tercer piso de la rectoría, limpiando un armario, encontró unas cajas de cigarros King Edward en un estante, y dentro había reliquias de primera clase. Fue entonces cuando cambió de idea y pensó en un proyecto diferente para Zachery”.
Cebulski se siente orgulloso de que, gracias al trabajo de su hijo, las reliquias ya no estén en las cajas de cigarros sino en un lugar más apropiado, donde los fieles pueden acceder a ellas y venerar a los santos durante todo el año.
“Espiritualmente, esto es de gran ayuda para la gente”, dijo Cebulski. “Como padre, ver a las personas acercarse durante cada Misa al relicario que mi hijo construyó es algo muy impactante". Ahora se dedica a ser intérprete de lengua de señas, así que ayuda a la gente a comunicarse, de la misma manera que esta exhibición ayuda a los fieles a comunicarse con los santos”.
La parroquia consiguió los documentos de identificación necesarios para cada reliquia. Cada una cuenta con información sobre el santo, su festividad y patronazgo, así como la parte específica de su cuerpo de la que proviene la reliquia de primera clase.
“Cuando exhibes reliquias, es importante contar con los documentos oficiales que autentifiquen que la reliquia pertenece a un santo determinado”, dijo Stephanoff. “Fue un trabajo arduo asegurarnos de que los documentos estuvieran en orden y presentarlos de manera respetuosa. Por eso usamos el armario que hizo Zachary, que tiene 12 compartimentos, así que exhibimos las reliquias mensualmente, ya que no caben más de 100 reliquias allí”.
Las reliquias de la Sagrada Familia, que se colocaron en el altar, fueron las más visitadas, y muchos fieles, visiblemente emocionados, se tomaron su tiempo para venerarlas.
“Cuando vienes aquí, ves que muchos lloran porque están rezando por una causa personal o por un ser querido”, dijo Stephanoff. "Creemos que es importante que la gente pueda tocar las reliquias, besarlas, ya que son para su veneración pública. Nos alegra poder hacerlo, no solo para nuestros feligreses, sino para todos los miembros de la arquidiócesis."
A Stephanoff le gusta visitar la reliquia de un santo en particular cuando quiere pedir de manera especial por un amigo, como a San Peregrino, patrón de los enfermos de cáncer, o a Santa Dymphna, patrona de los que padecen enfermedades mentales, parálisis y epilepsia. Cuando está en presencia de las reliquias comprende mejor la naturaleza universal de la Iglesia.
Cuando le preguntaron por su reliquia favorita en la iglesia, Stephanoff señaló las piedras de San Miguel Arcángel, tomadas de una gruta construida en una cueva donde San Miguel Arcángel se apareció a un obispo italiano en el año 493.
Cada una de las reliquias cuenta la historia de un santo, y a su vez, la historia de la Iglesia. Es una rica tradición que a Stephanoff le gustaría que más católicos pudieran valorar: que los santos están entre nosotros.
“A veces la gente se siente un poco impresionada al ver estas reliquias, porque la mayoría de ellas son partes del cuerpo de hombres y mujeres santos”, explicó Stephanoff. “Pero es algo muy bíblico. Si alguien investigara las reliquias, vería ejemplos en el Antiguo y el Nuevo Testamento de cómo partes del cuerpo de santos han traído milagros a las personas. Son tesoros maravillosos de la Iglesia".