Durante el Ángelus dominical, el Papa Francisco destacó que Dios responde con sobreabundancia a las carencias humanas, afirmando que “Jesús es el Esposo que trae el ‘vino nuevo’ a nuestras vidas”.
“¿Cómo responde Dios a las carencias del hombre? Con sobreabundancia (cfr Rm 5,20). ¡Dios no es tacaño! Cuando da, da en abundancia. No da un pedacito, da mucho. A nuestras carencias, el Señor responde con Su sobreabundancia”, subrayó el Papa este 19 de enero ante unos 20.000 peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice centró su reflexión en el Evangelio de Juan (2,1-11), que relata cómo Jesús transformó el agua en vino en las bodas de Caná. Este episodio, explicó, “anticipa y sintetiza toda la misión de Jesús”, quien, como el Esposo anunciado por los profetas, trae el “vino nuevo”, símbolo de alegría y esperanza.
Dos claves del Evangelio de hoy: carencia y sobreabundancia
Al comentar el milagro, el Papa Francisco destacó dos aspectos esenciales: la carencia y la sobreabundancia. Por un lado, el vino falta y la Virgen María interviene diciendo: “No tienen vino”; por otro, Jesús actúa, llenando seis grandes tinajas con “un vino exquisito y en abundancia”.
Este gesto, afirmó el Pontífice, ilustra cómo el Señor responde con generosidad desbordante a las limitaciones humanas. Citó también a Benedicto XVI, quien en su libro Jesús de Nazaret definía este milagro como un signo divino: “A la carencia humana, Dios responde con sobreabundancia”.
Francisco también aplicó este mensaje a la vida cotidiana, recordando que muchas veces “en el banquete de nuestra vida sentimos que nos falta el vino: nos faltan fuerzas, esperanza o alegría. Pero es precisamente en estas carencias donde la sobreabundancia del Señor se manifiesta con más fuerza”. Enfatizó que Dios quiere celebrar con nosotros “una fiesta que no tendrá fin”.
Finalmente, el Papa pidió la intercesión de la Virgen María: “Recemos entonces a la Virgen María. Ella, que es la ‘Mujer del vino nuevo’, interceda por nosotros y, en este año jubilar, nos ayude a redescubrir la alegría del encuentro con Jesús”.
- Esta nota fue publicada originalmente en ACIPRENSA.