(OSV News) -- El pasado 21 de marzo, cientos de personas se unieron a la manifestación pacífica "No Tengan Miedo: Marcha y Vigilia por la Dignidad Humana", organizada por la Diócesis de El Paso, Texas, junto con organizaciones que apoyan a los migrantes como Hope Border Institute y líderes religiosos y comunitarios de las zonas fronterizas.
Los organizadores calificaron el evento de "un momento decisivo de resistencia comunitaria y oración" en respuesta a la aprobación de la legislación Proyecto de Ley 4 del Senado (SB4), una controvertida ley que tipifica como delito estatal que migrantes crucen la frontera hacia el estado de Texas sin autorización (cuya aplicación fue momentáneamente bloqueada a finales del 19 de marzo por el tribunal de apelaciones del quinto circuito); la demanda del fiscal general de Texas, Ken Paxton, que pretendía cerrar Annunciation House, una organización católica sin ánimo de lucro que atiende a inmigrantes; y el primer aniversario del incendio que causó la muerte de 40 personas detenidas por motivos de inmigración al otro lado de la frontera de El Paso, en Ciudad Juárez (México), y heridas a unas dos docenas más.
La comunidad respondió masivamente. Cientos de manifestantes se congregaron la noche del jueves en San Jacinto Plaza, donde escucharon discursos del obispo Mark J. Seitz de El Paso; el obispo auxiliar Anthony C. Celino, así como el obispo Michael Hunn de la Diócesis Episcopal de Río Grande.
"Maestro divino, ayúdanos a no olvidar que somos un pueblo peregrino expuesto a la persecución, pero un pueblo que camina sereno porque llevamos la fuerza del amor. Te lo pedimos todo en Tu Santo Nombre", dijo monseñor Seitz.
Por su parte, el obispo Hunn dijo "nos manifestamos hoy en favor de políticas que respeten la dignidad de todos los seres humanos. Nos mantendremos unidos y no toleraremos que se restrinjan nuestras libertades religiosas pidiéndonos que averigüemos si tienen papeles antes de tratar a las personas como a un vecino. Amaremos a nuestro prójimo".
A estas voces se sumaron las de líderes comunitarios y representantes de grupos de defensa de los inmigrantes como son Annunciation House y Las Americas Immigrant Advocacy Center, entre otras que sirven a la comunidad inmigrante en el área fronteriza que separa a Ciudad Juárez, México, con El Paso, Texas.
Rubén García, director de Casa Anunciación, dijo "recordemos que nos reunimos esta noche porque hace un año, por falta de hospitalidad, la gente fue sacada de las calles y puestos en lo que era un atiborrado centro de detención de inmigrantes -- en Ciudad Juárez -- que se incendió y en el que se perdieron cuarenta vidas. El corazón de todo esto es el llamado a la hospitalidad, seamos todos hospitalarios todos los días, día tras día".
A lo largo de esta jornada muchas fueron las expresiones de respaldo y apoyo a García y a su organización que ha brindado asistencia humanitaria por más de cuatro décadas en la frontera sur. El 11 de marzo, un juez estatal bloqueó temporalmente las demandas del fiscal general de Texas sobre los registros de Annunciation House, indicando tanto que el esfuerzo de Paxton parecía políticamente motivado con un resultado "predeterminado" en mente, y que debe pasar por el debido proceso en el sistema judicial estatal.
La demanda de Paxton contra la Annunciation House de El Paso, así como la aprobación en Texas de la ley SB 4, se produjeron en un contexto en el que algunos republicanos se han vuelto cada vez más hostiles hacia las organizaciones no gubernamentales, incluidas las católicas, que proporcionan recursos como alimentos y refugio a los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.
A su turno, monseñor Celino afirmó frente a los participantes de la marcha que llegó el momento de actuar. "La fe y la esperanza exigen una acción que demuestre la injusticia. Esta noche, nos comprometemos de nuevo a permanecer fieles a la lucha por la justicia", dijo. "No tenemos miedo y no callaremos nuestras voces cuando tantos hermanos y hermanas, padres, hijos, abuelos huyen en peligro del hambre, la pobreza y la opresión".
"Uno de los derechos humanos que Dios nos ha dado es la dignidad humana y por eso esta noche alzaremos nuestras voces y diremos 'tenemos esperanza'", afirmó el prelado, quien agregó que se solidarizan con "la inmensa labor de la Casa Anunciación, sus trabajadores, residentes, trabajadores humanitarios de los centros de acogida de inmigrantes y especialmente, su abnegado director, Rubén García".
Al caer la tarde los manifestantes partieron desde San Jacinto Plaza y caminaron por la Oregon Street mientras gritaban al unísono "tenemos esperanza".
Así, llegaron a la parroquia católica Sagrado Corazón donde se llevó a cabo la vigilia que comenzó con el ingreso de fieles con estandartes de sus ministerios y apostolados de diferentes parroquias, grupos de danzas folclóricas tradicionales y, finalmente, el grupo de presbíteros de la Diócesis de El Paso, además de representantes de otras tradiciones religiosas que se sumaron a esta jornada.
Además de exigir respeto a la dignidad humana de los migrantes a lo largo de la marcha y la vigilia, se recordó a los 40 migrantes provenientes de Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela que perecieron en el trágico incendio ocurrido el 27 de marzo de 2023. Se mencionaron los nombres y nacionalidades de cada uno de ellos mientras se encendía una vela en su memoria.
Durante la vigilia, también estuvieron presentes representantes de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes y líderes cívicos.
"No sientan miedo, podemos enfrentarlo, no estamos solos, estamos juntos", dijo el obispo Seitz, al tiempo que pidió a los asistentes caminar juntos y en la misma dirección en esta lucha por la dignidad humana de los migrantes con la fe y la hospitalidad que nos hace ser hermanos en Cristo.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando García presentó a Wilson Alexander Juárez Hernández, un sobreviviente del incendio oriundo de Guatemala y quien para entonces tenía 21 años. García explicó a los presentes cómo han sido los avances en su salud después de haber estado muy cerca de morir pues su condición era crítica. Actualmente este joven se encuentra en el país gracias a que le fue otorgada una visa humanitaria que le permite recibir tratamiento médico en los Estados Unidos.
Durante las peticiones finales en la vigilia se pidió por los líderes religiosos, la reforma migratoria, porque los corazones de los legisladores sean tocados, por los trabajadores y voluntarios que brindan asistencia humanitaria y por aquellos inmigrantes que han muerto y siguen falleciendo en la búsqueda de una mejor vida para ellos y los suyos.
Al cierre de este encuentro el obispo Seitz, agradeció la presencia del obispo de Ciudad Juárez, monseñor José Guadalupe Torres Campos; del obispo auxiliar de la Diócesis de Dallas, monseñor Greg Kelly; Anthony Granado, secretario general de Políticas Sociales de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, siglas en inglés), entre otros que participaron de esta concurrida jornada.
Al cierre de la vigilia, el obispo Seitz oró frente a los presentes en el templo diciendo, "Dios misericordioso y Padre de todos. Despiértanos del sueño de la indiferencia, abre nuestros ojos a su sufrimiento y líbranos de la insensibilidad nacida del confort mundano y del egocentrismo".
"Inspíranos para ver que quienes llegan a nuestras fronteras son nuestros hermanos y hermanas, que podamos compartir con ellos las bendiciones que hemos recibido de Tu mano y reconocer que juntos somos una sola familia humana. Todos somos migrantes que caminamos con esperanza hacia Ti, nuestro verdadero lugar donde estaremos en paz y a salvo en Tu abrazo", concluyó el prelado.
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Marietha Góngora escribe para OSV News desde Washington D.C. Kate Scanlon, reportera nacional de OSV News, contribuyó con este artículo.