Fortaleciendo la unidad familiar en tiempos desafiantes

A medida que el Movimiento Familiar Cristiano continúa expandiéndose, su misión de formar familias fuertes en la fe y comprometidas con la comunidad se vuelve cada vez más relevante en una sociedad donde la institución del matrimonio y la familia enfrentan grandes desafíos. (Fotos cortesía de Hilda Chacón)

El Movimiento Familiar Cristiano invita a todas las familias a unirse a su nuevo curso, que comenzó el 22 de septiembre con una reunión de ambientación

PONTIAC - El Movimiento Familiar Cristiano (MFCC) es una agrupación de familias católicas que, con el apoyo de obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos, busca promover los valores humanos y cristianos en el hogar.

A lo largo de los años, ha ayudado a innumerables familias a convertirse en formadoras de personas, educadoras en la fe, defensoras de la vida y conscientes de su misión evangelizadora, contribuyendo así al desarrollo integral de la comunidad y la Iglesia doméstica.

Orígenes y expansión

El MFCC tiene sus raíces en Chicago en la década de 1940. En 1949 se establecieron las bases del movimiento, y para los años 60 ya se había expandido entre las familias hispanas en Estados Unidos. Desde entonces, ha llevado a cabo convenciones nacionales cada tres años y, en 2007, se registró oficialmente como una corporación sin fines de lucro con el nombre de Movimiento Familiar Cristiano Católico USA.

Hoy, el MFCC sigue extendiéndose a nuevas áreas en todo el país, siendo un faro de apoyo y formación para las familias.

Formación y valores

El MFCC ofrece un camino de formación que se desarrolla a través de cuatro etapas: "Por una familia más feliz", "Familia formadora de personas", "Familia y comunidad", y "Misioneros de Jesús". Este proceso permite a los matrimonios profundizar en temas esenciales como la comunicación, el diálogo, la fe, la sexualidad y el compromiso social, para poder crecer en su fe y felicidad.

En el día de ayer, comenzó un nuevo curso con una reunión de ambientación que se llevó a cabo en el Independence Oaks County Park, que busca crear un entorno de comunidad y apoyo.

En una entrevista con Detroit Catholic en Español Hilda Chacón, presidenta de la Federación del MFCC con sede en Pontiac, explicó que durante la reunión de ambientación los matrimonios tienen la oportunidad de conocer a sus coordinadores y a sus compañeros de equipo, creando lazos que perdurarán a lo largo de todo el proceso formativo

Si bien el curso ya comenzó, las inscripciones siguen abiertas, permitiendo que más parejas se unan a esta experiencia transformadora. Las próximas reuniones seguirán enfocándose en establecer el equipo y sus dinámicas, por lo que aún están a tiempo de participar.

Hilda Chacón y su esposo Oscar Chacón son los actuales presidentes del MFCC-USA Fed-Pontiac MI. Hace diez años que forman parte del movimiento y hasta el día de hoy continúan capacitándose en diferentes áreas.
Hilda Chacón y su esposo Oscar Chacón son los actuales presidentes del MFCC-USA Fed-Pontiac MI. Hace diez años que forman parte del movimiento y hasta el día de hoy continúan capacitándose en diferentes áreas.

Hilda subrayó que la misión principal del movimiento es “formar familias felices”. Este objetivo se alcanza mediante la capacitación continua de los matrimonios, que participan en equipos pequeños de cuatro a seis parejas. Estos grupos se reúnen quincenalmente en los hogares para tratar 15 temas durante el ciclo anual, reforzando la comunidad y el diálogo familiar. Para Hilda, el diálogo es crucial, ya que "muchas veces comunicamos, pero no dialogamos".

Teodora Ángel Vásquez, quien está comenzando su segundo año en el MFCC, también compartió su experiencia personal con Detroit Catholic en Español de cómo el movimiento ha impactado su vida matrimonial y familiar:

"Nosotros estuvimos un tiempo lejos porque mi esposo estaba aquí en Estados Unidos y yo estaba en México. Entonces, al retomar nuestra relación de pareja, fue difícil. Gracias al MFCC, hemos mejorado nuestra comunicación no solo entre nosotros, sino también con nuestro hijo. Entendimos que somos el ejemplo para él y que la base de una familia son los padres.”

Teodora también destacó cómo el movimiento les ha brindado una comunidad de apoyo, algo crucial para su adaptación, ya que desde un principio se sintieron acogidos. Pudieron formar un grupo de amigos y encontrar un lugar donde su hijo pudiera relacionarse con otros niños.

Como a tantas otras parejas, el MFCC ha contribuido a fortalecer su fe.

"Mi esposo no practicaba la religión, pero este año decidió bautizarse y nos casamos por Iglesia. Para nosotros, el MFCC ha sido un cambio enorme en todos los aspectos, una gran bendición.”

El enfoque del MFCC es integral y familiar, acompañando no solo a los matrimonios, sino también a los hijos, con programas diseñados para niños (Génesis) y jóvenes entre 12 y 18 años. El método de formación utilizado, basado en los principios de "ver, juzgar y actuar", guía a las familias a evaluar su realidad, analizarla a la luz de la Palabra de Dios y tomar acciones concretas para mejorar.

El Papa Francisco ha hablado en varias ocasiones sobre la importancia de la familia como pilar de la sociedad y como lugar de crecimiento y aprendizaje. Sus palabras están en sintonía con la misión del MFCC, que busca precisamente fortalecer estos valores.

En una de sus reflexiones, el Santo Padre dijo: “Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana. Los niños aprenden a perdonar cuando ven que sus padres se perdonan recíprocamente.”

Asimismo, durante un discurso en 2015, recordó que “no existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón”.

Este mensaje de aceptación y crecimiento, incluso en medio de las dificultades, es lo que hace que el MFCC sea tan valioso para los participantes. No se trata de buscar la perfección, sino de aprender a crecer juntos en la fe y el amor, sabiendo que la vida siempre presenta desafíos.

A medida que el movimiento continúa expandiéndose, su misión de formar familias fuertes en la fe y comprometidas con la comunidad se vuelve cada vez más relevante en una sociedad donde la institución del matrimonio y la familia enfrentan grandes desafíos.

Como concluye Hilda: "El MFCC no es solo para matrimonios con problemas, es para cualquier pareja que desee crecer, aprender y vivir su fe en comunidad. Porque cuando la pareja está bien, la familia entera está bien".



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