Delegación de la Arquidiócesis de Detroit aprovecha al máximo el Taller Nacional del V Encuentro

Monseñor Arturo Cepeda en su mensaje de bienvenida recordó que no ha sido el fin del V Encuentro sino que vienen dos años en los que se desarrollará la visión del nuevo plan pastoral hispano (Captura de pantalla obtenida durante el Taller Nacional del V Encuentro)

Monseñor Arturo Cepeda, obispo auxiliar de Detroit, brindó un mensaje de apertura en el que animó a los delegados a trabajar en la visión e implementación del nuevo plan pastoral hispano resultado del proceso del V Encuentro

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La gran aventura del Encuentro Nacional de Pastoral Hispana en Estados Unidos ha dado como fruto cinco ediciones hasta ahora: en 1972, 1977, 1985 y 2000; y, en 2018, el V Encuentro, en el cual participaron más de 3 mil delegados de la pastoral hispana de diócesis, movimientos eclesiales, escuelas, universidades y organizaciones católicas de todo el país.  

Uno de los objetivos que dieron origen al V Encuentro Nacional ha sido el discernimiento de las prioridades y estrategias pastorales para estos tiempos, lo que implica un proceso; de ahí que pasó por varias etapas: inició con encuentros parroquiales, luego diocesanos y finalmente regionales, todos ellos previos al Encuentro Nacional que tuvo lugar del 20 al 23 de septiembre de 2018. Los resultados fueron recogidos en el documento nacional Memorias y Conclusiones, publicado en 2019, y, a partir de este, arrancaron los talleres diocesanos y regionales. 

Pero, dado que muchas diócesis aún no han podido llevar a cabo sus talleres diocesanos, situación agravada por el confinamiento causado por la pandemia, el Subcomité de Asuntos Hispanos del V Encuentro decidió ofrecer en 2020 un evento virtual nacional para que todas las diócesis se conectaran y pudieran dialogar en delegaciones diocesanas.   

Ya que muchas diócesis no han podido llevar a cabo sus Talleres Diocesanos, el Subcomité de Asuntos Hispanos/V Encuentro ofreció un evento virtual nacional donde todas las diócesis se conectaron y dividieron en delegaciones diocesanas para dialogar. (Imagen cortesía del V Encuentro)

“Esto no es el final del proceso, este evento virtual no es el fin, sino que abre la fase de implementación donde los próximos dos años desarrollaremos una nueva visión y plan pastoral para la pastoral hispana en los Estados Unidos” dijo en su mensaje monseñor Arturo Cepeda, quien después recordó a los delegados las palabras del Papa Francisco de: “ser una Iglesia en salida” y de “crear una cultura de encuentro”.

Testimonios de lo vivido en el Taller Nacional  

El Taller Virtual Nacional tuvo lugar el pasado viernes 9 y el sábado 10 de octubre. ¿Qué ocurrió y cómo se vivió? Cuatro participantes de la Arquidiócesis de Detroit comparten con Detroit Catholic en español lo vivido.

Antonio Guzmán Díaz, coordinador del Ministerio Hispano en la arquidiócesis, comenta, “Tuvimos 33 delegados que estuvieron representando a la Arquidiócesis de Detroit, entre los cuales había laicos de diferentes parroquias, sacerdotes y obispos”; y “hubo momentos en los que nos enlazamos con toda la nación para escuchar a presentadores con el fin de continuar este proceso del V Encuentro de Pastoral Hispana dentro de los Estados Unidos”. 

Luz María Magareno, originaria de San Luis Potosí pero residente de Taylor, Michigan, es miembro del Grupo Guadalupano y Armada Blanca en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe. A ella le ha tocado vivir el proceso del V Encuentro desde el inicio, tanto a nivel parroquial como diocesano y regional, y ha sido una de las participantes por la Arquidiócesis de Detroit. 

“Me ha gustado la manera tan organizada de estos eventos, en donde los participantes podemos opinar de cómo podemos acercar a más hispanos a venir a nuestras parroquias, y que conozcan nuestra religión y se sientan amados por Dios”, expresa Luz María. “Este fin de semana los delegados de Detroit tuvimos la oportunidad de hacer llegar nuestras ideas a los sacerdotes y obispos de nuestra Arquidiócesis que participaron. 

Delegados de más de cien diócesis se pudieron conectar durante el fin de semana para ser parte activa del proceso del V Encuentro

Anayeli Guzmán es una ama de casa de 30 años de edad, originaria de Puebla, que actualmente radica en Wixom, Michigan, y asiste a la iglesia de Holy Familyen Novi, donde tiene dos años trabajando como catequista certificada, además de que es ministra extraordinaria de la Comunión. Anayeli comparte con Detroit Catholic en español,  “Nunca me imaginé ser parte en la Iglesia de una experiencia como esta, tan grande. Pero Dios fue poniéndome en cada uno de estos momentos que viví en el V Encuentro, empezando a nivel parroquial, siguiendo a nivel arquidiocesano, después a nivel nacional en Texas, y ahora regresando a las Conclusiones”. 

Gerardo Carrillo, de 32 años de edad, originario de Ciudad de México, vive en el área conurbada de Detroit desde el 2013. Participante del V Encuentro, expresa, “Ha sido una forma de aportar las ideas que mi comunidad tiene para  hacer crecer más a la Iglesia en Estados Unidos. Ha sido un esfuerzo y una responsabilidad muy grande, ya que fui portavoz de las necesidades que mi comunidad tiene. Aprendí que este encuentro es un proceso, y que hay que continuamente observar, discernir y actuar”.  

Gerardo continua relatando, “Recuerdo que, cuando inició este camino del Quinto Encuentro, en mi comunidad consideramos que era como plantar una semillita que se ha ido regando y, conforme el proceso ha ido tomando forma, y todas las recomendaciones y estrategias van saliendo a la luz, con los escritos y el trabajo que se ha hecho, ahora es cuando nos toca empezar a movernos y actuar con el objetivo  de ver que esa plantita dé fruto”. 

Las prioridades identificadas en el Quinto Encuentro 

¿De qué se habló en el Taller Virtual Nacional de Quinto Encuentro de Pastoral Hispana? Antonio Guzmán revela que se abordaron cinco áreas ministeriales “que fueron identificadas para nuestra Arquidiócesis de Detroit como de suma importancia”. Éstas son: “la familia, inmigración, jóvenes adolescentes y jóvenes adultos, vida parroquial, liturgia y espiritualidad 

Los delegados pudieron recordar las palabras que el Papa Francisco ofreció a los católicos hispanos en el 2018 sobre el V Encuentro.

En estas áreas ministeriales nos estuvimos enfocando para sacar planes de acción a fin de poder desarrollar nuestro plan pastoral para la Arquidiócesis de Detroit, con una visión de diez años hacia el futuro”, explica Antonio. 

Por su parte, Luz María Magareno participó en el grupo de discusión sobre la prioridad de la familia. Ella comenta para Detroit Catholic en español, “Me tocó hablar de la familia que esperamos ver en diez años en la Iglesia católica: queremos ver a nuestros hijos más cerca de Dios y preparados profesionalmente para que puedan ayudar a su comunidad, ya que ellos son bilingües y conocen más de tecnología. El compromiso de nosotros, los padres de familia, es actuar como verdaderos cristianos para educarlos con el ejemplo y enseñarlos a servir siempre a los demás. Todos hemos de trabajar unidos para tener una Iglesia viva; la pandemia nos ha enseñado que la familia es prioridad como Iglesia doméstica”. 

Anayeli Guzmán señala que el fin de semana del Taller Nacional del V Encuentro ,“ha sido algo diferente porque fue virtual debido al tiempo que estamos  viviendo por el COVID-19; pero igualmente fue una experiencia muy emocionante. Poder ser parte de esto me ha dado mucha alegría, y también saber que he podido aportar mi opinión, mis puntos de vista y mis pensamientos de cómo quiero que haya una Iglesia en salida, y de cómo me imagino a la Iglesia en un futuro”, porque “hay cosas que uno quiere o sueña que se realicen. Y poder dar mi punto de vista, no solamente pensando en mí sino en otras personas y en otras generaciones, ha sido mucha bendición para mí. 

Cambios obligados en la forma de trabajar  

La pandemia ha obligado, pues, a hacer cambios en la manera en que se tiene que trabajar incluso en la Iglesia. El coordinador del Ministerio Hispano para la Arquidiócesis de Detroit comenta que, “Nuestros delegados tuvieron la oportunidad de reunirse con grupos pequeños a través de la plataforma de Zoom para dialogar, para seguir afinando las recomendaciones a fin de desarrollar este plan pastoral que queremos para nuestra comunidad hispana”. 


Sin embargo, “debo admitir que la experiencia fue un poco retadora porque nos vimos con la necesidad  de hacer uso de nuevas tecnologías para continuar con la  comunicación del proceso del V Encuentro con toda la nación; pero, a pesar de eso, pienso que nuestros delegados de la Arquidiócesis de Detroit pudieron descubrir nuevas herramientas de comunicación, y durante los dos días pudieron adaptarse a esta plataforma que la USCCB había desarrollado para este taller nacional virtual”. 

Concluye Antonio Guzmán, “Fue bonito ver cómo nuestra delegación actuaba a través de esta plataforma para continuar con este mensaje de convertirnos en una Iglesia misionera, una Iglesia que sale al encuentro de los demás, al encuentro de los marginados, al encuentro de las personas que no vemos todavía sentadas en nuestras parroquias, en nuestros ministerios, en nuestros grupos que desarrollamos. También fue bonito haber visto de primera mano cómo, a pesar de las circunstancias en las que nos encontramos por esta pandemia, Dios se vale de todas las herramientas, de todas las formas, para hacer que su Iglesia siga operando y siga trabajando para el bien común. 

Y Gerardo Carillo remata diciendo, Me deja el V Encuentro la convicción de que la Comunidad hispana tiene mucho que aportar a nuestra Iglesia en los Estados Unidos, y que son los jóvenes los que tienen un papel estelar para ser agentes de cambio y ese motor que mueva a la Iglesia. Todos estamos llamados a evangelizar y a acompañarnos los unos a los otros, teniendo  en mente que queremos alcanzar el Cielo. Hoy en día hay muchas distracciones que nos quitan el enfoque en nuestro fin último, que es llegar a la vida eterna; y por esto mismo es importante estar ahí presentes para los otros, cultivar las virtudes que nos llevarán a este Cielo que anhelamos. Uno de los compromisos que me quedan es estar más cerca de la gente, prestando atención a las necesidades, y especialmente a las de aquellos que se encuentran en la periferia. Y es un compromiso también estar en formación permanente para poder ser instrumento y agente de cambio en estos días de tantos retos”.  

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