La fraternidad, la formación y las actividades de esparcimiento: Fundamentales para los jóvenes

Una de las madres de los jóvenes del grupo de St. Anne, explica que ser Iglesia en tiempos de violencia ha sido una gran herramienta, “tengo mucha paz desde que veo a mi hijo en el grupo porque él ya ha estado en un tiroteo, hacer amigos lo ha animado y fortalecido al mismo tiempo que se acerca a Dios”. (Foto cortesía de Cathopic)

El tiroteo en la secundaria Oxford High School en noviembre pasado fue el ataque número 222 en el país y el 2021 cerró como el año con más balaceras de este tipo

DETROIT- Ante las pérdidas humanas, el gobierno y la sociedad civil buscan una forma de erradicar la violencia de las escuelas, pero la Iglesia nunca se ha quedado de manos cruzadas al buscar siempre fortalecer la fe de sus feligreses más jóvenes a través de actividades recreativas, grupos de estudio y acciones altruistas.

En semanas en las que el tiroteo ocurrido a finales de noviembre del 2021 ha vuelto a estar muy presente en los medios de comunicación locales y en las redes sociales, el papel de la Iglesia local y de sus grupos juveniles toma una mayor relevancia por su impacto social así como en la vida personal de cada uno de los jóvenes y en la de sus familias.

El estar activos en la Iglesia puede ayudar a los jóvenes

Daniel Magareno es encargado de dos grupos de jóvenes en la Basílica de St. Anne. Desde marzo y junio de 2021 comenzó con los Cristeros así como con el grupo de Flores del Corazón Abierto.

“Me entusiasma escucharlos cuando comparten lo que sienten en la oración, ver cómo crecen espiritualmente y se acercan a Dios”, comparte Daniel Magareno. (Foto cortesía de Cathopic)
“Me entusiasma escucharlos cuando comparten lo que sienten en la oración, ver cómo crecen espiritualmente y se acercan a Dios”, comparte Daniel Magareno. (Foto cortesía de Cathopic)

“El itinerario es sencillo, se reúnen dos veces al mes, oran, hablan de diferentes tópicos, estudian santos y después juegan, hacen manualidades o cualquier otra actividad recreativa”, detalla Magareno.

A pesar de la pandemia los grupos han crecido, han llegado a recibir hasta dieciséis Cristeros y doce Flores del Corazón Abierto.

Daniel Magareno no sabía que su ministerio eran los jóvenes hasta que su párroco le encomendó esta misión, “me entusiasma escucharlos cuando comparten lo que sienten en la oración, ver cómo crecen espiritualmente y se acercan a Dios”, comparte con Detroit Catholic en español.

Una de las madres de los jóvenes del grupo de la Basílica de St. Anne que no da su nombre para guardar la identidad de su familia, explica que ser Iglesia en tiempos de violencia ha sido una gran herramienta, “tengo mucha paz desde que veo a mi hijo en el grupo porque él ya ha estado en un tiroteo, hacer amigos lo ha animado y fortalecido al mismo tiempo que se acerca a Dios”.

El grupo de mujeres jóvenes Flores del Corazón Abierto sigue creciendo a pesar de la pandemia.
El grupo de mujeres jóvenes Flores del Corazón Abierto sigue creciendo a pesar de la pandemia.

Para los padres de familia que son víctimas de estos eventos la congregante dice que “la única salida es entregarle a Dios todo el dolor y descansar en que él hará justicia”.

El impacto psicológico en la tasa de incidentes trágicos

A través de un análisis de los casos de tiroteo, las autoridades han encontrado un componente psicológico detrás de estos eventos, ¿cómo es que en la Iglesia se refuerza la salud mental de sus miembros?

“Tener un grupo con el que te sientes identificado agregar a tu salud mental”, como es el caso de los grupos de la iglesia, explica Augusto Martínez Ruvalcaba, psicólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con formación de intervención en crisis.

Les permite desahogar sus emociones con otros iguales a ellos y autoridades de confianza como es el caso de Daniel Magareno. Y al mismo tiempo separan a los jóvenes de las redes sociales, elementos que pueden ser perjudiciales para la salud mental debido a sus falsos estándares de belleza, estilo de vida y en muchos casos promoción de la violencia.

Además, frenan el bullying al cimentar las relaciones basadas en en el amor cristiano y fomentar los valores cristianos como el servicio y cuidado de los menos favorecidos y el estar constantemente formandose.

Un grupo de jóvenes católicos es el espacio idoneo en donde pueden platicar sobre sus miedos cuando ocurre algún acto traumático a nivel nacional o a nivel local como fue a finales de noviembre pasado. Foto cortesía de Cathopic
Un grupo de jóvenes católicos es el espacio idoneo en donde pueden platicar sobre sus miedos cuando ocurre algún acto traumático a nivel nacional o a nivel local como fue a finales de noviembre pasado. Foto cortesía de Cathopic

Los jóvenes de St. Anne crecen espiritualmente e invitan a otras parroquias a encuentro

Un día normal de reunión en estos grupos inicia con una oración, después Daniel habla sobre un tema, algunos de los que ha abordado son discernimiento, como elegir amistades, cómo hacer lo correcto y algunas historias de santos.

Daniel asegura que le llegan a él primero las reflexiones y por eso al compartirlas con los jóvenes tiene éxito, son más cercanas.

“Yo veo que se interesan, por ejemplo, la historia de Ignacio de Loyola que antes de tomar los hábitos fue un soldado. Hicieron preguntas y reflexionaron”, describe.

“Quiero que crezca el grupo y que se acerquen a Dios”. El deseo de Daniel es que los grupos de jóvenes crezcan porque en el área donde están casi no hay este tipo de congregaciones, “ellos forman la Iglesia y espero que pronto tomen posiciones de liderazgo en sus propias parroquias”, comparte.

Otro de los valores que resaltan es la amistad, en estas reuniones pueden encontrar amigos de confianza y tejer redes de apoyo para compartir alegrías, retos y tristezas. Es el espacio idoneo en donde pueden platicar sobre sus miedos cuando ocurre algún acto traumático a nivel nacional o a nivel local como fue a finales de noviembre pasado.

El deporte y esparcimiento es muy importante para fomentar las relaciones entre los jóvenes.
El deporte y esparcimiento es muy importante para fomentar las relaciones entre los jóvenes.

Juntos, en vez de entrar en un espiral negativo, como muchas veces ocurre con grupos de jóvenes cuya relación no está cimentada en la fe; se vuelve un grupo de soporte en el que juntos salen adelante.

El próximo sábado 12 de marzo Daniel ha preparado un encuentro con jóvenes de otras parroquias para crecer más en fraternidad y poder expandir no solo los beneficios para ellos y sus familias de pertenecer a un grupo católico, sino irlos llevando a tener un encuentro personal con Cristo para que puedan después llevarlo a los demás y servir a los más necesitados.

“La mayoría de mi grupo son latinos y me interesa que puedan conocer a gente de su edad y así se organicen mejor para hacer más grandes nuestras actividades como ayudar a los pobres y en un futuro programar salidas”, concluye Daniel, esperando que muchos más jóvenes se den la oportunidad de conocer más de cerca todo lo que pasa este fin de semana.

Los interesados en participar del encuentro pueden contactar a Daniel Magareno por teléfono al 313-496-1701, o escribirle un correo electrónico a [email protected].



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