La peregrinación personal de Curtis Schuelke ha cobrado un significado especial: "Es asombroso que la Iglesia subsista en cada edificio"
TROY - Curtis Schuelke no se propuso formalmente visitar todas las parroquias, capillas y monasterios de la Arquidiócesis de Detroit.
Sin embargo, al momento de la publicación, Schuelke ha asistido a Misa o Vísperas en 282 lugares de culto católico en la arquidiócesis, y sólo le restan siete por visitar.
Schuelke, de 30 años, es coordinador del ministerio para jóvenes y familias en la parroquia Santo Tomás Moro de Troy. De niño, su familia pertenecía a la parroquia San Miguel Arcángel de Livonia.
"Durante mi infancia, asistir a Misa formaba parte de mi vida cotidiana", explicó Schuelke a Detroit Catholic. "Luego, cuando ingresé a la universidad (Universidad Loyola en Chicago), conocí a un grupo de amigos católicos muy fervientes que me invitaron a asistir diariamente a Misa. Comencé a leer la Biblia y a estudiar apologética y a desarrollar una vida de oración diaria, y todos juntos hicimos una consagración mariana".
Su viaje comenzó de manera involuntaria durante la Cuaresma de 2018, después de que Schuelke fuera a Misa a cinco iglesias diferentes. Disfrutó su paso por cada comunidad parroquial y decidió continuar su "peregrinación parroquial" una vez terminada la Cuaresma.
Desde la pequeña capilla de San Patricio en Clifford, ubicada en la región de Michigan conocida como The Thumb, hasta las grandes parroquias en Metro Detroit, las capillas más íntimas en monasterios, y las iglesias de rito oriental, Schuelke ya ha visitado casi todas, en todos los rincones de su arquidiócesis.
Incluso antes de 2018, Schuelke se había dado cuenta de que su pasaporte eclesiástico, por llamarlo de algún modo, ya contaba con bastantes sellos.
Después de graduarse en Loyola, discernió el sacerdocio con los frailes Dominicos en Chicago, pero decidió volver a su hogar en Detroit para adquirir más experiencia en la vida. Sabía que quería trabajar para la Iglesia, y por medio de la oración descubrió que su vocación estaba en el ministerio para jóvenes. Fue contratado en el verano de 2018 como ministro de la pastoral juvenil para Nuestra Señora del Monte Carmelo en Temperance.
Por aquel entonces, Schuelke se dio cuenta de que su lista de iglesias iba creciendo. Las empezó a documentar, incluyendo aquellas que recordaba haber visitado durante su infancia. Contó 40 en la Arquidiócesis de Detroit, 70 si incluía las que había frecuentado durante su estancia en Chicago.
No es de extrañar que Schuelke se fijara un objetivo como éste. Siempre ha sido un coleccionista y un hombre al que le gusta confeccionar "listas de cosas que debo hacer antes de morir". Él y su prometida, Marie, pretenden visitar tantos Parques Nacionales como les sea posible en su vida juntos.
Para Schuelke, la peregrinación es mucho más que simplemente contemplar los edificios. Visitar capillas e iglesias le permite conocer a las personas que integran cada comunidad.
"Al regresar a la ciudad, me cautivó la idea de la Iglesia de Detroit. Participé en una clase sobre 'La Naturaleza y Misión de la Iglesia' en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón, y quedé impresionado por el hecho de que la verdad de Roma perdure en la Arquidiócesis de Detroit y, por ende, que el poder de la arquidiócesis se manifieste en cada una de las parroquias", explicó Schuelke. "Es sorprendente que la Iglesia subsista en cada edificio. Y al considerar a todos los católicos con los que he adorado a Dios en la Arquidiócesis de Detroit, realmente es asombroso".
Schuelke toma una foto en cada santuario que visita y elabora notas sobre todo aquello que le resulta llamativo de cada lugar. Disfruta especialmente vivir la Misa en otros idiomas y otros ritos. Ha asistido a Misas en iglesias católicas vietnamitas, polacas, coreanas, albanesas, caldeas e indias. Él y su madre fueron a San José en Warren, una iglesia india que forma parte de la Eparquía Católica Siro-Malankara en Estados Unidos y Canadá. Se quitaron los zapatos, como es costumbre en esa parroquia, y tomaron té con los feligreses después de la Misa.
En el Centro para Sordos San Juan en Eastpointe, Schuelke tuvo la oportunidad de participar en una Misa en Lengua de Señas Americana (ASL). Aunque Schuelke solo conoce un poco de lenguaje de señas, se sintió profundamente conmovido al poder compartir la oración con otros en ASL.
Como coordinador de la pastoral para jóvenes y familias en Santo Tomás Moro, Schuelke tomó nota de los lugares donde se sintió más acogido, con la esperanza de reproducir esa atmósfera en su propia parroquia.
En la iglesia de San Damián de Molokai en Pontiac, todos irradiaban alegría por estar presentes", compartió Schuelke. "La Misa estuvo llena. La música fue maravillosa y el ambiente muy festivo. En Cristo Nuestra Luz, en Troy, la comunidad fue increíblemente acogedora. Después de la Misa, había donas y los feligreses se tomaron el tiempo para conversar conmigo. Se notaba su alegría por mi visita".
En la iglesia católica San Tomás Siro-Malabar en Southfield, otra iglesia india, el sacerdote le dio la bienvenida y lo presentó a la congregación. Los feligreses hicieron todo los posible para que dispusiera de un libro para seguir la Misa.
Schuelke se sintió como parte de la familia en San Pedro Claver en Detroit, cuyo techo se derrumbó en 2018. La parroquia se reúne ahora en la capilla del Sagrado Corazón, en la antigua Universidad de Marygrove, y durante una visita reciente, cada persona de la congregación lo saludó al entrar en el templo. Al final de la Misa, el sacerdote preguntó si había algún invitado, luego se presentó a Schuelke e invitó a todos los feligreses que estaban allí a presentarse.
Si bien no todos emprenderían una peregrinación para visitar aproximadamente 300 iglesias y capillas, Schuelke anima a la gente a que, de vez en cuando, participen de los ritos sagrados en otros lugares fuera de su parroquia, especialmente aquellos con un rico patrimonio cultural.
Schuelke no está seguro de cuál será el próximo destino de su peregrinación -espera terminarla en Sagrado Corazón en Brown City-, pero afirma que podría plantearse compartir su peregrinación en un sitio web una vez que llegue a su fin.
Sin embargo, Schuelke afirma que siempre guardará en su corazón las lecciones que ha aprendido a lo largo del camino.
"Las iglesias que sobresalen son las más hospitalarias y las que notan cuando una persona nueva ha ingresado al lugar", dijo Schuelke. "A medida que visito estas iglesias, veo la belleza del catolicismo -la universalidad- de la Iglesia. Incluso si sólo vamos a nuestra propia parroquia cada semana, tenemos que recordar que la verdadera Iglesia se encuentra en todas las parroquias".