El Ministerio Hispano impulsa espacios de fe, formación y encuentro para la comunidad hispana del área
La parroquia de Sta. Anastasia, en Detroit, continúa consolidándose como un punto de encuentro y crecimiento espiritual para la comunidad hispana del área. El sábado 13 de diciembre, la parroquia celebró su tradicional posada navideña, un evento que reunió a cientos de familias y que reflejó el trabajo constante del Ministerio Hispano para acompañar, evangelizar y ofrecer espacios concretos de formación y participación en la vida de la Iglesia.
La tradicional posada navideña comenzó con la Procesión de los Peregrinos, al concluir la Misa en español de las 6 p.m., y reunió a cientos de fieles en las instalaciones de la parroquia de Sta. Anastasia.
El Ministerio Hispano de Sta. Anastasia está coordinado por Víctor Colin y su esposa, quienes trabajan de manera conjunta al servicio de la parroquia. “Básicamente tenemos la responsabilidad del Ministerio hispano de aquí de Santa Anastasia”, explicó Víctor en entrevista con Detroit Catholic en español, quien detalló que su labor abarca múltiples áreas pastorales y comunitarias.
Actualmente, el Ministerio Hispano está conformado por diversos grupos que animan la vida parroquial en español, entre ellos el grupo de liturgia, encargado de organizar las misas en español que se celebran el segundo y cuarto sábado de cada mes; el programa de educación religiosa en español, con catequesis para niños y adultos; el grupo guadalupano, que reza el rosario todos los viernes y organiza la Misa de Nuestra Señora de Guadalupe; el grupo Familias en Misión Apostólica (FAMA), y el coro Santa María, que acompaña todas las celebraciones y actividades en español. A esto se suman los talleres de oración y vida, que ofrecen espacios de formación espiritual más profunda.
“Como coordinados del Ministerio hispano juntamos a todos los grupos para que podamos hacer los eventos que tenemos en conjunto en la parroquia”, señaló Víctor, subrayando el trabajo comunitario que sostiene cada celebración.
Una historia de crecimiento y acogida
El Ministerio Hispano en Sta. Anastasia comenzó a gestarse en 2008, a partir de la celebración de la primera Misa de Nuestra Señora de Guadalupe. “El Ministerio empezó en el 2008 y en 2012 fue la primera misa de Guadalupe que fue el primer evento que tuvimos como ministerio ya en conjunto”, recordó Víctor.
Desde entonces, la comunidad hispana ha ido creciendo de manera sostenida, siempre con el apoyo de la parroquia y de sus sacerdotes. Actualmente, el párroco es el P. Steve Wertanen, y el asesor espiritual del Ministerio Hispano es el P. Colin Fricke. “La parroquia nos ha recibido con mucho gusto”, afirmó Víctor.
La posada navideña, una tradición que evangeliza
La posada navideña se ha convertido en uno de los eventos más significativos del calendario parroquial. Organizada cada año con un fuerte sentido catequético, busca conservar el carácter tradicional de esta celebración. “La estamos haciendo cada año y estamos tratando de que sea lo más tradicional que se pueda”, explicó Víctor.
Tras la Misa en español, los fieles participan en una procesión por las instalaciones parroquiales, acompañada de cantos y oraciones. Luego, se representa la petición de posada, recordando el camino de María y San José antes del nacimiento de Jesús. La celebración continúa con piñatas, cantos navideños, una cena comunitaria y una representación en la que los niños participan activamente hasta el encuentro con el Niño Dios.
Víctor destacó el profundo significado espiritual de cada gesto: “Siempre que hay un evento como la posada precisamente se le explica a la gente el significado todas las actividades que tenemos ahí”. Para muchas familias, especialmente las que han llegado recientemente a Estados Unidos, esta celebración se convierte en una puerta de entrada a la vida parroquial.
La participación es numerosa: entre 250 y 300 personas asisten cada año, con boletos que suelen agotarse semanas antes del evento. “Es una celebración muy bonita que junta a toda la comunidad”, afirmó.
Un hogar espiritual en Detroit
La comunidad hispana que participa en Sta. Anastasia es diversa y proviene de distintos países de América Latina. “Tenemos gente de Venezuela, Argentina, Brasil, Puerto Rico, México, de Centroamérica”, señaló Víctor, destacando la riqueza cultural que convive en la parroquia.
Para muchos, la posibilidad de celebrar la fe en su propio idioma es fundamental. “Ayuda a que la gente pueda acercarse y a descubrir lugares en donde pueden celebrar su fe también en su propio idioma”, expresó.
Una Iglesia viva y con múltiples caminos de formación
Más allá de la parroquia, Víctor Colin subrayó la amplia oferta pastoral de la Arquidiócesis de Detroit, que brinda múltiples oportunidades para el crecimiento espiritual de familias, jóvenes y adultos. “La Arquidiócesis de Detroit cuenta con una amplia oferta pastoral que permite a cada persona encontrar un espacio donde crecer en su fe”, afirmó, mencionando movimientos y grupos como Familias en Misión Apostólica, Encuentro Conyugal, Equipos de Nuestra Señora, Cursillos de Cristiandad y Emaús, entre otros.
El objetivo de estos eventos, explicó, es claro: “La idea de estos encuentros es justamente darles a conocer todas las opciones que tiene para crecer en su fe”.
“Los frutos de la posada del sábado fueron muy bendecidos. Además de vivir un evento con actividades tradicionales y con el apoyo de todo el Ministerio Hispano de Santa Anastasia, varios adolescentes y jóvenes, de entre 13 y 18 años, expresaron su deseo de formar un nuevo grupo para servir a otros jóvenes de la parroquia. Para nosotros, esto es una enorme bendición, porque nos confirma que tenemos una comunidad viva y llena de esperanza, para gloria de Dios.”
Frutos visibles de una comunidad comprometida
El crecimiento de la comunidad hispana en Sta. Anastasia es evidente. “Cuando empezamos la celebración de las misas en español, realmente fue difícil porque había muy poca gente”, recordó Víctor. En la actualidad, la realidad es distinta: “El día de hoy, por ejemplo, tenemos un promedio de 150 personas en las misas regulares”.
Eventos como la posada han sido clave para fortalecer los lazos comunitarios y para mostrar que la Iglesia en Detroit está viva, abierta y dispuesta a acompañar a cada familia en su camino de fe.
“Esperamos que se den cuenta de que tenemos una iglesia viva, una iglesia participativa y que se sientan motivados a integrarse a las actividades de la Iglesia”, concluyó.


