Los participantes sugieren una mayor colaboración entre las Familias de Parroquias, y señalan que la comunicación con la arquidiócesis es clave para el éxito de la misión
DETROIT - El 14 de marzo, sacerdotes, religiosos y laicos de toda la Arquidiócesis de Detroit se reunieron en el Sacred Heart Major Seminary para debatir sobre el Sínodo de la Sinodalidad.
Este encuentro entre representantes de diferentes Familias de Parroquias es parte del compromiso de la Arquidiócesis de Detroit con el proceso sinodal mundial, que se reanudará en Roma el próximo mes de octubre. Al mismo tiempo, se centró en los temas y las iniciativas establecidas durante el Sínodo 16, que fue la fuente de inspiración de la carta pastoral del Arzobispo Allen H. Vigneron "Unleash the Gospel".
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"Lo que estamos haciendo aquí esta noche no solo contribuye a la reunión sinodal universal, sino que también amplía el alcance del Sínodo 16", dijo el Obispo Auxiliar Gerard W. Battersby, quien lideró las discusiones. "Al consultar esta noche en este espíritu, no solo nos reunimos, sino que también actuamos en concordancia con el mandato del arzobispo y de todos los participantes del consejo que se reunieron en Washington Boulevard hace ocho años".
En el marco del Avivamiento Eucarístico Nacional, la velada comenzó con media hora de adoración Eucarística en la capilla del Sacred Heart. Luego los participantes se reunieron en el Bishop Gallagher Parlor para cenar y dialogar.
Los participantes del encuetro fueron invitados por los moderadores de sus Familias de Parroquias.
El Obispo Battersby, responsable de coordinar la participación de la Arquidiócesis de Detroit en el sínodo mundial, transmitió su gratitud y la del Arzobispo Vigneron a todos los participantes por su aporte y discernimiento. Además, destacó que el proceso sinodal de la arquidiócesis fue elogiado por el Cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, por estar en consonancia con la visión del Papa Francisco de una Iglesia sinodal.
Según el Obispo Battersby, “la participación sinodal de la Arquidiócesis de Detroit ha sido moldeada por nuestra propia experiencia de sinodalidad, que culminó en nuestro Sínodo 16". El mismo tuvo lugar del 18 al 20 de noviembre de 2016. "Es importante recordar que ‘Unleash the Gospel' fue producto del sínodo. El documento fue enviado al Cardenal Grech, quien le envió una carta al Arzobispo Vigneron elogiando el documento por ser un reflejo de la visión del Santo Padre para la Iglesia en todo el mundo".
Mary Henige, del Consejo Pastoral de Unleash the Gospel, fue la principal facilitadora de la noche, proporcionando instrucciones a los participantes sentados en las mesas sobre cómo discutir la implementación de los principios de 'Unleash the Gospel' en sus parroquias. Se centró especialmente en cómo estos principios, que implican que la Iglesia se centre en servir a la comunidad y no en mantener su estructura tradicional, se han llevado a cabo en sus parroquias, particularmente después del lanzamiento de Families of Parishes.
La discusión giró en torno a una convicción fundamental establecida durante el Sínodo 16 que afirma que "la Iglesia en la Arquidiócesis de Detroit está decidida a obedecer al Espíritu Santo y ser conformada por Él en un grupo de discípulos misioneros alegres". Esto implica que la arquidiócesis, siguiendo el llamado del Papa Francisco, está comprometida a llevar a cabo una "conversión misionera", es decir, un cambio en su cultura para que cada persona, en todos los niveles de la Iglesia, a través del encuentro personal con Jesucristo, abrace su identidad como hijo o hija de Dios y, en el poder del Espíritu Santo, sea formado y enviado como un discípulo misionero alegre”.
La discusión en la mesa se centró en dos preguntas específicas:
- ¿Qué aspectos positivos destacas con respecto a la respuesta de la Arquidiócesis de Detroit a la misión fundamental establecida durante el Sínodo 16?
- En tu experiencia, ¿qué aspectos positivos puedes identificar en cuanto a cómo la organización en Familias de Parroquias nos ayuda a vivir esta misión fundamental?
“Vamos a hablar sobre las sugerencias y las cosas que debamos mejorar", dijo Henige. "En un espíritu de cooperación, hay mucho en marcha. Todos los días nos enfrentamos a frustraciones sobre si las Familias de Parroquias están funcionando y si estamos evangelizando de la mejor manera posible. Pero en medio de todo esto, hay gracia. Hace diez años, cuando el arzobispo inició este esfuerzo, comenzamos con el Año de la Oración. Por eso esta noche empezamos en la capilla, para continuar rogando al Espíritu Santo por un nuevo derramamiento, un nuevo Pentecostés".
Henige animó a los participantes a reavivar ese espíritu de oración por un Nuevo Pentecostés mientras intercambian ideas sobre qué deben hacer las parroquias para cumplir mejor su misión evangelizadora.
El propósito del sínodo era nada menos que una transformación radical de la Iglesia en Detroit, un cambio completo en nuestro enfoque desde una Iglesia centrada en sí misma, preocupada por mantener su estructura tradicional, hacia una Iglesia enfocada en su misión evangelizadora y dirigida hacia afuera", explicó Henige. "Estas son palabras contundentes: 'transformación radical', 'cambio completo'. Y estoy seguro de que varias veces, en sus parroquias y familias, podrían preguntarse: '¿Podemos volver atrás?' Pero es precisamente ahí donde Dios nos está llamando”.
Marilyn Webb fue moderadora de una mesa formada por un grupo de la Región Noroeste y explicó que las parroquias de su mesa ya están colaborando con programas como Vacation Bible School, pero que les gustaría que hubiera una mayor comunicación entre la Cancillería de la Arquidiócesis de Detroit y las Familias de Parroquias, especialmente entre los sacerdotes y los obispos.
“Nuestra mesa comprende que en algún momento el obispo regional se reunía con los moderadores y los sacerdotes, pero no están seguros de si eso sigue ocurriendo”, añadió Webb. “Algunas parroquias no tuvieron un representante o la oportunidad de tener un representante de la Arquidiócesis de Detroit que viniera a hablar con sus parroquias, por lo que no tienen idea de por qué están llevando a cabo este proceso”.
El Hno. Michael Radomski, OFM, del Duns Scotus Friary en Berkley, habló desde su mesa de la Región Noroeste sobre un tema que el Arzobispo Vigneron abordó en "Unleash the Gospel", donde señaló que muchos sacerdotes viven solos y se sienten aislados. El Hno. Radomski destacó que vivir en una comunidad religiosa le ha ayudado a crecer en su fe.
"La carta del arzobispo afirmaba que nuestros sacerdotes no viven juntos, y creo que esto es una pérdida terrible", dijo el Hno. Radomski. "Si nuestros sacerdotes quieren crecer en santidad y espiritualidad, necesitan solidarizarse unos con otros. Deben ser capaces de rezar juntos, de convivir unos con otros. Si logran hacerlo, podrán unificar criterios en torno al concepto de Familias de Parroquias".
Henige pidió a los presentes que pensaran en las formas en que las parroquias y las Familias de Parroquias pueden evangelizar, para centrarse más en la misión evangelizadora de la Iglesia y no en mantener su estructura tradicional.
"Sabemos que la Nueva Evangelización no puede llevarse a cabo dentro de las paredes de nuestra Iglesia", dijo Henige. Somos conscientes de que es un trabajo muy duro. Aprender lo que está dando resultado y lo que no va a ayudar a las Familias de Parroquias". En ‘Unleash the Gospel’, el Arzobispo Vigneron escribió: "El mismo Jesús no se quedó en las sinagogas, donde ya había gente devota". Tener una mentalidad misionera para promover el Evangelio requiere estar dispuesto a probar cosas nuevas, aunque a veces no funcionen".
Janet Díaz fue la moderadora de una mesa de la Región Central en la que participaron diversas iglesias de la ciudad de Detroit, incluidas parroquias más tradicionales, parroquias hispanas y parroquias patrocinadas por los jesuitas.
A pesar de las diferencias entre ellos, el grupo conversó sobre los logros compartidos en la evangelización de sus comunidades y cómo pueden colaborar de manera más efectiva para hacer que sus parroquias sean más acogedoras.
"Las comunidades de inmigrantes representadas aquí, en particular las comunidades hispanas de Holy Redeemer y St. Gabriel, han experimentado un gran avance al tratar de atraer a más hombres para que crezcan en liderazgo y liderazgo espiritual en sus familias y en la comunidad", dijo Díaz. "Han tomado esto como un verdadero desafío y han visto grandes avances".
Díaz también destacó el trabajo de Gesu and SS. Peter and Paul parishes (Jesuitas) en Detroit por sus iniciativas de sostenibilidad, las cuales han permitido a cada parroquia ahorrar dinero en tarifas por el manejo de aguas pluviales y han sido una oportunidad fructífera para la evangelización al atraer a personas interesadas en temas ecológicos que no pertenecían a la comunidad parroquial.
"Como parte de los equipos ecológicos en SS. Peter and Paul Gesu, han logrado ahorrar a la parroquia una cantidad considerable de dinero de manera deliberada, impulsados por la obligación moral de promover la sostenibilidad. Además, aprovecharon esto para la evangelizar, ya que algunas personas se acercan a SS. Peter and Paul Gesu al ver el trabajo ambiental que se lleva a cabo en estas parroquias”, explicó Díaz.
La velada fue una oportunidad única tanto para los feligreses como para el clero de evaluar el progreso de sus parroquias y Familias de Parroquias hacia una Iglesia más misionera, alineada con los principios de "Unleash the Gospel" y una Iglesia cercana a la gente, o como lo describe el Papa Francisco, un hospital de campaña para las almas.
"Nosotros, mis hermanos y hermanas, estamos decididos a experimentar una conversión misionera, una transformación que marca a una generación, una nueva manera de ver el mundo y de interactuar con él", dijo el Obispo Battersby. "No solo como personas que son afectadas por las circunstancias, sino como creyentes que buscan compartir la misión de Jesucristo.
"El ambiente que creamos esta noche al reunirnos debe ser el motor que impulsa nuestro compromiso con la misión. Debe reflejar y ejemplificar nuestro propio proceso sinodal, especialmente al cosechar los frutos del Sínodo 16".
