Tres hombres serán ordenados diáconos permanentes en Detroit el 27 de septiembre

El Arzobispo Edward J. Weisenburger ordenará (de izquierda a derecha) a Joseph Jones, John Kovacik y John Rybiski como diáconos permanentes para la Arquidiócesis de Detroit el sábado 27 de septiembre a las 10 a.m., en la Cathedral of the Most Blessed Sacrament en Detroit. Los tres hombres se han preparado durante años en el Sacred Heart Major Seminary y aportarán diversos dones al ministerio diaconal. (Fotos cortesía)

El Arzobispo Weisenburger ordenará a Joseph Jones, John Kovacik y John Rybiski al ministerio sagrado tras años de oración y estudio

DETROIT — Tres hombres que durante años se han preparado con estudio y oración serán ordenados diáconos permanentes para la Arquidiócesis de Detroit este fin de semana.

El sábado 27 de septiembre a las 10 a.m., el Arzobispo de Detroit Edward J. Weisenburger ordenará a Joseph Jones, John Kovacik y John Rybiski en una solemne Misa que se llevará a cabo en la Catedral del Santísimo Sacramento en Detroit.

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Los tres recibirán la ordenación para ejercer su ministerio diaconal al servicio del Pueblo de Dios en la Arquidiócesis de Detroit, tanto en el altar como en obras de caridad cristiana, formación espiritual y servicio parroquial. Sus destinos parroquiales se darán a conocer el mismo sábado durante la celebración.

La asistencia presencial a la Misa será únicamente con invitación, pero todos podrán seguir la transmisión en vivo en aod.org/livemasses.

Conozca un poco más sobre estos tres futuros diáconos de la Arquidiócesis de Detroit:

Joseph Jones

Joseph Jones, de 57 años, residente de Macomb, es feligrés de la parroquia St. Augustine and St. Monica, en el este de Detroit. Converso a la fe católica, Jones aporta 29 años de valiosa experiencia en el servicio ministerial cristiano como exministro pentecostal protestante.

Nacido en Detroit, cursó sus estudios en Notre Dame Prep High School, de donde se graduó en 1985. Posteriormente asistió a la Universidad Estatal de Michigan y obtuvo su título en 1991. Está casado con Bianca y tienen tres hijos adultos: Alexes, Joseph y Bethanye. Se desempeña como presidente y director ejecutivo de Visions Consultants, LLC.

Jones ve su vocación al diaconado como una respuesta al llamado de Dios para servir a la Iglesia y a la comunidad en general.

“Estamos fortalecidos por el Espíritu Santo para llevar a cabo la misión y el testimonio de Jesucristo en todo lo que hacemos, y para mostrar el rostro de Jesús a cada persona con la que nos encontramos”, afirmó Jones. “Mi experiencia y recorrido como ministro pentecostal protestante, y luego al entrar en plena comunión con la Iglesia católica, despertaron en mí un profundo deseo de seguir sirviendo a la Iglesia de Cristo y de anunciar la unidad del Cuerpo de Cristo a todo el Pueblo de Dios”.

Realizó su práctica parroquial en St. Mary, Our Lady Queen of Families, en Warren, bajo la supervisión del diácono Stan Avery.

En su tiempo libre, Jones disfruta de la lectura, la investigación, los deportes y los rompecabezas.

John Kovacik

John Kovacik, de 51 años y residente de Macomb, sintió por primera vez su llamado a la Iglesia en 2012, cuando decidió acercarse al catolicismo. Entonces le pidió a Bernadette —quien hoy es su esposa y en ese momento solo era una conocida— que fuera su madrina.

“Jamás imaginé que al pedirle eso un día estaríamos aquí, al borde de ser ordenados como una pareja de diáconos”, dijo Kovacik. “Ahora estamos aquí, junto a mamá, papá y nuestro hijo Noah, de 3 años, listos para dar el siguiente paso como familia al servicio del Señor y de Su Iglesia”.

Originario de Farmington Hills, Kovacik asistió a la Dwight D. Eisenhower High School en Macomb, donde se graduó en 1991. Obtuvo su licenciatura en artes en la Universidad de Michigan en 1995, y luego su título en derecho en 2001 en la Wayne State University. Actualmente trabaja como gerente de litigios en Sedgwick.

Kovacik se ofreció como coordinador del RICA durante ocho años, acompañando a los conversos tal como él mismo lo había experimentado. Espera continuar con este testimonio como diácono.

“Mi visión del ministerio como diácono gira en torno a vivir diariamente como testigo de las enseñanzas de Jesús: eso implica ser un servidor humilde, encarnar virtudes cristianas, promover la unidad, apoyar al párroco y a los líderes de la iglesia, y acercarse a los hermanos y hermanas que necesitan ayuda”, expresó Kovacik.

Realizó su práctica parroquial en la parroquia St. Michael, en Sterling Heights, bajo la supervisión del diácono Franz Hoffer.

En su tiempo libre, disfruta de la música, la lectura, los deportes —especialmente el fútbol americano de la Universidad de Michigan— y de cualquier actividad que pueda compartir con su hijo pequeño, Noah.

John Rybski

John Rybski, de 64 años, nació en Detroit y actualmente vive en Holly con su esposa, Judy.

Se graduó en 1979 de Bishop Borgess High School, en Redford. John y Judy tienen tres hijos adultos: John (Mary), Evan y Beth. Rybski se desempeña como gerente general en Belfor Property Restoration.

Rybski sintió por primera vez el llamado al diaconado hace diez años, durante un viaje misionero en las montañas Apalaches junto a su hija Beth.

“Al comienzo de mi proceso de discernimiento, guardé la idea en mi corazón por miedo a que me quitara demasiado tiempo con mi familia”, dijo Rybski. “Después de varios años de reflexionar sobre el llamado de Dios, Judy, a quien intentaba proteger, me sugirió que considerara convertirme en diácono. Irónicamente, escuché la voz de Dios hablándome a través del amor de mi vida. Lo que he llegado a comprender es que nuestro amor por el Señor se refleja en el amor que tenemos el uno por el otro… y nos fortalece. Juntos hemos llegado al amor abundante y misericordioso de Dios”.

Realizó su año de práctica parroquial en la parroquia Holy Family, en Novi, bajo la supervisión del diácono Bob Ervin, donde él y su esposa se han involucrado activamente en la vida parroquial. En su tiempo libre, disfruta de paseos en barco, viajar, remodelar su hogar y pasar tiempo con familiares y amigos.

Su vocación al diaconado está arraigada en “el corazón de la misión de la Iglesia” de proclamar el Evangelio y servir a los pobres y marginados, labor que Rybski ha realizado fielmente como miembro activo de los Caballeros de Colón y a través de su voluntariado en el Pope Francis Center, Better Way Detroit, el Hospital Henry Ford y Motor City Mission.

“Uno de los grandes honores de este llamado es servir como puente entre el clero y los laicos, y entre la Iglesia y el mundo”, dijo Rybski. “Cada vez que estoy en el altar, llevo conmigo las oraciones, las luchas y las cargas de cada uno de ustedes. Las pongo ante el Señor, confiando en su misericordia y gracia. Y cuando me alejo del altar, regreso con algo conmigo: la Palabra de Dios y la esperanza del Evangelio. En todo lo que hago, trato de ser un servidor humilde, recordando a los demás y a mí mismo que al servirnos unos a otros, verdaderamente servimos a Cristo”.



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