El Congreso Eucarístico Nacional ofrece un encuentro con la presencia real de Cristo, que impulsa a seguir la voluntad divina de proclamar la Buena Nueva
DETROIT - Este año, miles de fieles de todo el país se congregarán en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis para celebrar y profundizar el misterio central de la fe católica: la Sagrada Eucaristía.
Después de 83 años del último Congreso Eucarístico, uno de los eventos más significativos para la Iglesia Católica en los Estados Unidos regresa los días 17, 18, 19, 20 y 21 de julio. No solo representa una oportunidad para renovar la fe, sino también una ocasión para experimentar una transformación personal profunda a través del encuentro con Jesucristo en la Eucaristía. Es un momento trascendental para laicos, clérigos y religiosos de unirse en una celebración común, fortaleciendo su relación con Dios y con la comunidad eclesial.
El Lucas Oil Stadium, conocido por ser la casa del equipo de fútbol americano Indianapolis Colts, se convertirá en un santuario de fe y devoción durante estos días. La magnitud del lugar refleja la grandeza del evento, donde se espera que cada rincón resuene con alabanzas y oraciones.
El programa es variado y enriquecedor. Cada mañana, los asistentes podrán participar en sesiones dinámicas diseñadas para diferentes grupos, ya sean adultos, jóvenes, líderes de ministerios o familias. Estas sesiones están pensadas para inspirar y fortalecer a cada participante, proporcionándoles herramientas y reflexiones para su vida espiritual.
Por la tarde, destacados conferencistas católicos presentarán temas esenciales para la vida de fe. Estas conferencias permitirán explorar aspectos profundos de la Eucaristía y su significado en la vida diaria, ofreciendo perspectivas que enriquecerán su comprensión y devoción.
También habrá Misas en distintos ritos y lenguas, mostrando la riqueza y la universalidad de la Iglesia. Estos actos litúrgicos no solo serán una celebración de la fe, sino también un recordatorio del amor y la presencia constante de Dios en la vida de las personas.
Una de las grandes atracciones del congreso será la Expo Hall, un vasto espacio donde se reunirán apostolados, ministerios, órdenes religiosas, editoriales y artistas católicos. Los presentes tendrán la oportunidad de explorar los stands y descubrir recursos, proyectos y programas que están enriqueciendo la vida de la Iglesia en todo el mundo, recordando a todos que forman parte de una Iglesia viva y en constante movimiento.
El Obispo auxiliar de Detroit, monseñor Arturo Cepeda, compartió su visión sobre este gran evento en el cual participará: "Espero que este Congreso sea un momento de gracia para nuestra gente, con un deseo firme de responder al don de la Eucaristía con alegría y acercarnos más al Señor. Este encuentro nos ayudará a reavivar nuestro espíritu y a seguir la misión evangelizadora de la Iglesia con valentía".
Para muchos, como Karla Argueta, una joven de 17 años de la Arquidiócesis de Detroit, el Congreso representa una misión personal, un llamado. Ella asistirá junto con su hermana y otros jóvenes de su comunidad.
Este es su primer Congreso Eucarístico y no sabe bien qué esperar, pero piensa ir con “una mente abierta”. Recuerda con cariño un campamento de una semana al que asistió, lleno de pláticas y dinámicas, y que fue una experiencia muy enriquecedora. Hoy, desea volver a sentir ese gozo.
“Lo que más deseo es encontrar amigos católicos de diferentes partes del mundo, porque son los amigos quienes te rodean y te forman. Para mí, tener amigos católicos sería una forma de crecer en mi fe y acercarme más a Dios. Sería muy bonito conocer a otros jóvenes con los mismos valores y deseos, que también busquen caminar juntos en los caminos de Dios”.
Karla compartió su testimonio sobre la importancia de la Eucaristía en su vida, especialmente durante su lucha contra la leucemia cuando tenía 12 años. "Recibir a Jesús en la Eucaristía me mantuvo fuerte. Creo que la Eucaristía me sanó y me restauró, es todo para mí. Cada vez que me traían a ese pedacito de Jesús los domingos a mi casa, me llenaba de más fe y fortaleza. Este Congreso es una oportunidad para renovar esa fuerza y amor en mi vida", dijo emocionada.
Karla siente que asistir al Congreso Eucarístico es justo lo que necesita para fortalecer su fe. Con 17 años, se prepara para empacar sus cosas y comenzar su vida universitaria en agosto. En este momento crucial, lo que más anhela es afianzar su relación con Dios para seguir su camino en la vida.
“A veces, es necesario hacer sacrificios y salir de la vida ordinaria para evitar quedar atrapados," reflexionó. "No basta con orar o asistir a Misa, aunque estas sean experiencias hermosas. Para avanzar en nuestro camino de fe, es crucial participar en misiones y ayudar a los más necesitados. Es en estos momentos donde aprendemos a valorar las pequeñas cosas de la vida, lo que nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y a Dios. Ayudando al prójimo, siento que no nos quedaremos atascados en nuestra fe y nos elevaremos en el amor que Dios nos tiene”.
El Arzobispo Allen Vigneron de Detroit dijo a principios de este año que: “Este evento dará a los asistentes la oportunidad de renovar su amor a la Sagrada Eucaristía, y de que esta transformación fluya hacia nuestras comunidades parroquiales”.
Para los habitantes de Detroit, Indianápolis está a solo cuatro horas y media de distancia en carro, lo cual les brinda una oportunidad única para participar en este evento trascendental. La Arquidiócesis de Detroit ha organizado un paquete que incluye los días del congreso, alojamiento y transporte, con descuentos especiales para familias con niños. Este viaje es una oportunidad de crecimiento espiritual y también de unión y fortalecimiento comunitario.
El Congreso Eucarístico Nacional no es solo un evento, sino un punto de partida para un renacimiento espiritual. En un mundo cada vez más secularizado, ofrece un espacio para la renovación y la esperanza, especialmente para la juventud católica.
El Obispo Cepeda resumió el espíritu del Congreso: “En este mundo secularizado, nuestra misión no cambia. Se transforma. La presencia real de Jesús en la eucaristía nos proporciona el valor de transformar el mundo de acuerdo con su voluntad divina”.
Según Benedicto XVI, “El amor que celebramos en el sacramento no es algo que podamos guardarnos para nosotros mismos. Por su propia naturaleza, exige ser compartido con todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios; necesita encontrar a Cristo y creer en Él. La Eucaristía es, pues, fuente y culmen no sólo de la vida de la Iglesia, sino también de su misión”.
Este verano, Indianápolis se convertirá en el epicentro de la fe católica en Estados Unidos. Es un acontecimiento único para renovar el amor por la Sagrada Eucaristía. A través de este Congreso, cada participante tendrá la oportunidad de experimentar la presencia viva de Jesús y llevar esa experiencia a sus comunidades, irradiando el amor y la gracia de Dios en cada rincón de sus vidas.
Como dijo el Papa Francisco durante la Misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional de Hungría en 2021, "que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme… No nos contentemos con poco, no nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones, abrámonos a la novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado, Pan partido para dar vida al mundo. Entonces viviremos en la alegría; y llevaremos alegría".
¿No puedes asistir? Sigue todo lo que pasa en el Congreso Nacional Eucarístico a través de sus diferentes canales:
