El retiro integra muy bien la psicología y la espiritualidad católica por lo cual el resultado en los participantes es admirable para sanar heridas causadas por abuso
DETROIT- El pasado fin de semana se llevó a cabo el retiro “Del Dolor a la Gracia” en la parroquia Holy Redeemer, un retiro de sanación que tiene como objetivo sanar las heridas más dolorosas causadas por eventos traumáticos. Para conocer más sobre este retiro y sus alcances, el Padre Matias Jurado, Director Pastoral del retiro de sanación post-abuso “Del dolor a la gracia” para la América hispano parlante conversó con Detroit Catholic en español.
El Padre Matias es un sacerdote diocesano de la arquidiócesis de Buenos Aires. Fue ordenado por Monseñor Jorge Bergoglio, el ahora Papa Francisco, cuando era obispo, en el año 2009. Es párroco en la parroquia San Bernardo Abad, en la capital Argentina.
El sacerdote argentino fue invitado por el equipo de Holy Redeemer como parte del proceso de formación que están llevando a cabo algunos miembros de esa parroquia para llevar a cabo retiros y darle seguimiento a los procesos de sanación de los participantes.
El Padre Matias comenta que si bien el equipo del retiro está formado por integrantes de la parroquia Holy Redeemer, el retiro es abierto a quienes deseen asistir sin importar el lugar de procedencia. De hecho, quienes participaron en el retiro «Del dolor a la gracia» en este pasado fin de semana vinieron de distintas parroquias de Detroit, y hasta de otros estados de los Estados Unidos, agrega el Padre Matias.

El Padre Matias comparte cómo percibe que llegan al retiro los participantes y que se puede ver en sus rostros: “Llegan siempre movilizados y ansiosos, al saber que van a enfrentar sus historias de abuso. Al igual que tantas otras personas, quienes sufrieron distintos tipos de abusos sobreviven mediante la activación de distintos mecanismos psicológicos de defensa: desde olvidar lo que les sucedió hasta recordarlo (y volver a revivirlo) en los momentos menos esperados. Saber que van a hablar sobre situaciones y recuerdos tan dolorosos y traumáticos los afecta profundamente”.
Aunque inicialmente este tipo de retiros se orientó a las víctimas de abuso sexual (incluso cuando fue perpetrado por un religioso), pronto se vió que también resulta sumamente sanador para otros tipos de abusos: físico (violencia), emocional, manipulación de conciencia o abandono.
“El retiro es una experiencia maravillosa, a la vez profunda y movilizadora. Casi se la podría comparar con una operación de las que se llevan a cabo en un quirófano", comenta el sacerdote.
El Padre Matias explica que para que puedan trabajar en sus corazones los participantes que asisten al retiro se ayuda a crear un entorno seguro, de confianza, donde puedan trabajar sus heridas y descubrir cómo estas fueron afectando sus vidas. Luego de tomar conciencia de sus mecanismos de defensa -que se activarán también a lo largo del retiro-, comienzan su proceso de duelo. No es fácil ya que durante años muchos han querido dejar atrás esas historias, todo ese dolor y ese trauma.
Para que puedan pasar del dolor a la gracia, para profundizar en la sanación de las heridas del abuso, continúa el Padre Matias, el equipo propone a los participantes una serie de ejercicios personales y comunitarios. Pero siempre son ellos quienes asumen su propio camino: se les propone, pero la decisión de dar cada paso es personal.
Pronto se entusiasman, al notar que, al hacerlo, ayudan a los demás a tomar fuerza, a comprender mejor sus heridas en el reflejo del trabajo de los demás; y así se va forjando una amistad que nace de esa ayuda mutua.
Del silencio y del secreto se pasa a la comunidad. Pronto entienden que los otros «hablan el mismo idioma», y se acompañan en el proceso. Y Jesús está entre las víctimas de abuso que los comprenden, por haber padecido él mismo el abuso físico.
Algo muy importante que explica el sacerdote es que aunque pueda parecer extraño, no se cuentan las historias pues esto los haría revictimizarse. Más bien trabajan sobre las enseñanzas y las respuestas que el abuso forjó en ellos; sobre los modos de evadir el dolor que cada uno desarrolló; sobre cómo esas heridas marcaron la imagen que tienen de sí mismos y el modo de relacionarse con los demás. Y las respuestas físicas y emocionales en las que quedaron atrapados.
“Abriendo sus corazones a los demás, van tomando conciencia y control de todo esto, acompañados por Jesús, que vivió todo eso con cada uno de ellos, en su Pasión”, comenta el párroco argentino.
El Padre Matias relata que a medida que avanzan los participantes, ellos van descubriendo que muchos de sus pecados, de sus comportamientos disfuncionales, nacen de sus heridas, pues quienes padecieron violencia, muchas veces, reaccionaron de modo violento, o se dejaron maltratar nuevamente, sin entender por qué. Por eso este retiro, además de ser una herramienta de sanación, también es muy útil en la prevención del abuso: será mucho más difícil que una persona sana abuse de otros o de sí misma.
La secrecía y la confidencialidad son importantes, comenta el Padre Matias: “Uno de los temas esenciales, que facilitan la confianza para abrir el corazón y relatar sus historias, es la confidencialidad. Al iniciar el retiro todos -equipo y participantes- nos comprometemos a guardar en estricta reserva la identidad de los participantes, así como lo que allí se comparta. Incluso a lo largo del retiro no se puede compartir con los demás participantes lo que se expresa en grupos pequeños con los cuales se llevan adelante algunas dinámicas”.
El equipo debe formarse, tanto en el modo en el que se llevan adelante cada una de las herramientas y dinámicas del retiro, como en la contención de los participantes. Por eso los grupos de participantes no superan las veinte personas por retiro.
El Padre Matias agrega que este retiro fue creado por la Doctora Theresa Burke, quien también diseñó otros retiros. Inicialmente comenzó con «El Viñedo de Raquel», retiro de sanación para quienes sufren un aborto provocado.

Pronto saltó a la vista que muchos de los participantes, entre las heridas que habían condicionado sus historias, habían padecido abuso sexual. Por eso, un tiempo después, comenzó este retiro. «Del dolor a la gracia» que se lleva adelante en distintos países alrededor del mundo: en varios Estados de los Estados Unidos, y en países como Inglaterra, Francia, Australia, Canadá y otros países. En Español se lleva a cabo en Phoenix y Detroit, en los Estados Unidos, y también hay equipos en Argentina, Chile, España, El Salvador, Panamá y Nicaragua.
La organización local
Mary Espinoza, quien tiene experiencia en ayuda y asistencia de mujeres que tienen a sus bebés en el centro de apoyo “Imagen de Dios” de Holy Redeemer y quien participa en otros ministerios e iniciativas sanadoras en post aborto como el Viñedo de Raquel, es la actual coordinadora “Del dolor a la gracia” en Detroit Michigan y explica que es el primer retiro que realizan de este tipo con el Padre Matias.
Explica que invitaron al Padre Matias Jurado por que es quien ha traducido los manuales y el proceso de formación para quienes organizan y dan apoyo en este tipo de retiros, además que es el responsable en América Latina “Del dolor a la fracia”.
Mary Espinoza comenta que el número de participantes fue de 16 asistentes en esta primera edición aunque se registraron 20, agrega que al organizar este retiro sabían que es un proceso muy difícil para los que deciden participar, ya que los traumas que han padecido deja muchas secuelas muy severas y dolorosas por los abusos sexuales o cualquier tipo de abuso pero aun asi, dan gloria a Dios por los que participaron.
Mary comparte que en Michigan existe lamentablemente una incidencia de abusos sexuales, emocionales, físicos por violencia intrafamiliar. La comunidad hispana está muy lastimada y ella considera que mucho se debe a la herencia latina, pues en sus países de origen el machismo impera causando traumas que se van arraigando dentro del entretejido social y culturalmente. Muchos vienen cargando sus traumas y heridas que después afloran ya en suelo americano en la soledad y es ahí donde empiezan a salir y taladrar esas secuelas de los diferentes tipos de abuso.
Mary se sincera con Detroit Catholic en español y comparte que uno de los motivos para organizar este tipo de retiros y motivar su realización, fue porque ella sufrió este tipo de abusos de niña y lo oculto por muchísimos años, siempre trató de sobreponerse y de salir adelante, más adelante formó su familia y cumplir ese sueño de ser esposa y madre, pero lamentablemente esas heridas de su niñez salieron por que nunca fue tratada por un médico ni por un psicólogo y no tenía esa relación con Dios.
Fue hasta su 40 años que empezaron a salir todas las secuelas de sus traumas, un aborto y un abuso sexual. Logró sanar gracias a Dios y al ministerio “El Viñedo de Raquel” donde encontro la sanación y la restauración.

El abuso sexual es lo que la lleva a conocer de “Del dolor a la gracia” en Phoenix, donde participó en este retiro para sanar las secuelas del abuso sexual que sufrió. Fue un retiro muy fuerte, pero más que nada más sanador, ya que se complementa la psicologia y la espiritualidad, es por eso que ella considera importante que toca ámbitos humanos, necesarios, como es lo espiritual y la psicologia para sanar eventos traumaticos.
El retiro “Del dolor a la gracia” dura cinco días, donde se reconoce la raíz de todos los traumas. Mary reconoce que algunos de los participantes llegaron muy mal, muy lastimados, llegaron muy nerviosos, muy dudosos, pero lograron el objetivo, es muy delicado lo que sucede en el retiro pero cuando se lleva de la mano de Dios también es de mucha confianza, aunque siempre se maneja la confidencialidad total y la reserva.
El equipo que sirve centra su preparación en la oración, en el discernimiento y la escucha interior
Recuerda Mary que como preparativos, tuvieron que realizar varias actividades, primero que nada para recaudar fondos ya que por el tipo de retiro que es y por los materiales que se usan, es un retiro muy caro.
El costo de este retiro es de $1,500 dólares por persona, pero afortunadamente y gracias a los fondos recaudados se pudieron dar becas de $750 dólares por participante.
La gente de la comunidad de Holy Redeemer fue muy generosa porque confían en la sanación de Dios y conocieron el objetivo de este tipo de retiros y la finalidad, y los hispanos siempre son muy unidos y generosos, explicó Mary.
Después de este retiro, explica Mary, tendrán sesiones una vez al mes con la psicóloga, con la consejera, con el sacerdote y con el equipo para dar seguimiento a los procesos de sanación.
Para más información “Del Dolor a la Gracia”
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