La Arquidiócesis de Detroit invita a los hombres a explorar el diaconado: una noche de discernimiento y generosidad

Con el propósito de disipar dudas dentro de la comunidad hispana respecto al diaconado, el evento se convertirá en un espacio de discernimiento en respuesta al llamado de Dios

DETROIT — La Arquidiócesis de Detroit se prepara para la primera noche informativa sobre la Concientización Vocacional al Diaconado Permanente para la comunidad hispana, con el objetivo de promover y fortalecer esta vocación entre los hispanohablantes.

Organizado por la Oficina del Diaconado Permanente, el evento está programado para el 21 de mayo a las 6:30 p.m. en la Basilica of Ste. Anne, y representa una oportunidad única para que los hombres exploren este llamado de una manera más profunda y significativa comprendiendo de qué se trata.

Durante varios años, estos encuentros se han organizado en inglés. Sin embargo, esta noche informativa representa el primer esfuerzo para llegar a la comunidad de habla hispana en la arquidiócesis y comprender el número de hombres que podrían ser llamados a este ministerio, así como la necesidad de proporcionar mayor formación y clases en español dentro del seminario.

El diaconado, una vocación antigua y venerable en la Iglesia Católica, es a menudo mal entendida o pasada por alto en los tiempos modernos.

En una entrevista con Detroit Catholic en español, el Diácono Aaron Poyer explicó que la figura del diácono permanente no es muy reconocida entre los hispanos, ya que prácticamente no existen en México.

“Muchos feligreses hispanos me llaman Padre después de la Misa. Siempre me presento como Diácono Aaron y luego dicen "Encantado de conocerte, Padre", explicó entre risas. “Pero es algo cultural, las personas particularmente de México no están familiarizadas con los diáconos”.

Durante la reunión se aclarará que los diáconos no son sacerdotes y desempeñan roles sacramentales diferentes. Pueden bautizar, administrar la eucaristía, servir como testigos en bodas y asistir en la Misa, pero no concelebran. Además, proclaman el evangelio y se esfuerzan por servir a todos, asegurándose de que nadie quede excluido.

Durante la entrevista, el Diácono Chris Beltowski resaltó que en primer lugar son ministros de la caridad. Además de ser ministros de la Palabra, proclaman el Evangelio, predican y enseñan a través de sus acciones, sirviendo como testigos del amor de Dios en la tierra. “Estamos llamados a ser siervos configurados a Cristo, ministros de la caridad y testigos del amor de Dios en el mundo”.

El llamado al diaconado es, en última instancia, un llamado al servicio humilde y a la disponibilidad para responder al llamado de Dios. El Papa Francisco subrayó la importancia de este ministerio en varias ocasiones, explicando que a los diáconos "se les imponen las manos no para el sacerdocio, sino para el servicio".

“No serán ‘medio sacerdotes’, o curas de segunda categoría, ni ‘monaguillos de lujo’; no, por ese camino no se va; serán servidores solícitos que hacen todo lo posible para que nadie quede excluido y el amor del Señor toque concretamente la vida de las personas” dijo durante un discurso a los Diáconos Permanentes de la Diócesis de Roma.

Para aquellos que desean comprometerse con este llamado, se requiere formación específica que abarca las dimensiones espiritual, humana, intelectual y pastoral. De esta manera, se ayuda a los hombres a crecer y formarse para convertirse en los diáconos que Dios quiere que sean.

La noche informativa ofrecerá una visión detallada del proceso de formación y las responsabilidades del diaconado. La participación de las esposas en este viaje es crucial, ya que el apoyo y la comprensión de la familia son fundamentales para el éxito de cualquier diácono.

Su acompañamiento es sumamente importante debido a las demandas durante el proceso de formación, pero también a las demandas propias del ministerio.

"Un hombre no puede recorrer este camino solo", señaló el Diácono Aaron Poyer. "La vocación al diaconado no solo afecta al hombre, sino también a su familia. El matrimonio y la vida familiar son pilares centrales de nuestro ministerio".

“Los hombres que están discerniendo este llamado primero deben ser diáconos dentro de su matrimonio y dentro de sus familias. Los diáconos que estamos casados hemos recibido no solo el sacramento de las órdenes sagradas sino también el del matrimonio. Por lo tanto, estamos dando testimonio de ambos sacramentos al mundo que servimos. La compañía de las esposas en este viaje de crecimiento espiritual y discernimiento vocacional es invaluable, reflejando el amor y la unidad que fortalecen nuestro ministerio”, explicó el Diácono Chris Beltowski.

Este énfasis en la familia como parte integral del diaconado es una reflexión de las enseñanzas del Papa Francisco, quien ha instado a los diáconos a ser "buenos esposos y buenos padres" mientras realizan su servicio a la Iglesia y a la comunidad. En una carta dirigida a los diáconos permanentes, el Papa escribió: "Espero que seáis buenos esposos y buenos padres. Esto dará esperanza y consuelo a las parejas que pasan por momentos de fatiga y que encontrarán en vuestra sencillez genuina una mano tendida".

Desafíos que enfrenta el ministerio

En la actualidad, existe una disminución importante en el número de personas consagradas a Dios, lo cual ha tenido un impacto significativo en la arquidiócesis. Los desafíos del mundo secular se hacen cada vez más evidentes y a menudo entran en conflicto con los principios fundamentales de la Iglesia.

En este contexto, aquellos dedicados al ministerio enfrentan pruebas permanentemente. Sin embargo, su compromiso y mayor reto es poder llevar a Cristo a todos, encontrarse con las personas donde están y ser portadores de Su amor, permaneciendo fieles a su fe y a las enseñanzas de Cristo.

Aquellos que descubren su llamado al diaconado también se enfrentan a desafíos relacionados con la capacidad de adaptación y equilibrio.

“Reorganizar agendas, volver a la escuela en una etapa más madura de la vida, son pruebas que nos hacen crecer. Afrontar lo desconocido, superar el miedo con la ayuda divina. A pesar de estos desafíos, lo que prevalece es la armonía, la paz y la alegría al comprender mejor la voluntad de Dios en nuestras vidas, reflexionó el Diácono Chris Beltowski.

Importancia de la noche de invitación al diaconado

La noche de invitación al diaconado promete ser un momento de gracia y discernimiento, un paso en el camino hacia una vida de servicio y amor más profundos.

La comunidad diaconal cree firmemente que, al igual que con el sacerdocio, Dios ha llamado a ciertos hombres desde antes de su nacimiento.

En un mundo marcado por el ruido y las distracciones, donde las voces del materialismo y el individualismo muchas veces impiden oír el llamado divino, surge una oportunidad para aquellos que están dispuestos a escuchar.

El objetivo principal del evento es claro: ayudar a cada hombre a discernir y responder fielmente al llamado de Dios.

“Si tienen dudas sobre su llamado, si alguien en su iglesia alguna vez les sugirió pensar en el diaconado, entonces deberían venir. Si su interés los llevó a leer esta historia, tal vez signifique que el Señor ha puesto algo en sus corazones que los guió hasta aquí”, concluyó el Diácono Aaron Poyer.

La noche del 21 de mayo será un momento de encuentro con la voluntad de Dios y una invitación a responder con generosidad y amor. Todos los hombres están invitados a participar y explorar el camino del servicio y la dedicación en la Iglesia y en la comunidad, recordando el mandato de Cristo de amar y servir a los demás, especialmente a los marginados de la sociedad.