El Papel de las Escuelas de Evangelización San Andrés en Detroit antes y durante la pandemia, ha sido esencial para mantener la llama del amor y la llama del hambre por conocer el pan de la palabra de Dios que da paz en los incendios del alma.
DETROIT - La pandemia ha traído una serie de adversidades y obstáculos para los latinos en Estados Unidos y Detroit no ha sido la exepcion. Problemas, tristezas, dolor y muerte, pero los católicos saben que no hay en la historia de la humanidad un momento en el cual no existiera adversidad ni sufrimiento, toda la historia de la humanidad esta plagada de sucesos que han oprimido al ser humano en un abismo de sufrimiento, este camino, este peregrinar no se puede entender sin la presencia y la providencia de Dios.
Las Escuelas de Evangelización San Andrés, han sido una oportunidad de gracia para que muchos se tomen de la mano a Dios en los momentos más difíciles, pues en la palabra de Dios viva encuentran la paz y la armonía para vivir en comunión con Dios y los que los rodean.
Melecia Arrendondo, quien es la responsable de las Escuelas de Evangelización San Andrés en Detroit, comparte con Detroit Catholic en español su camino y como la tarea de esta organización fundada por Pepe Prado ha sido fundamental en su vida:
“La Escuela llegó a mi vida a través de mi párroco, él me invitó. El programa ya estaba integrándose dentro de la parroquia y yo tenía cuatro años participando en él, cuando el párroco me hizo la invitación para ser la responsable; él quería que este programa que había dado tantos frutos dentro de la parroquia, fuera conocida en la arquidiócesis y se hiciera a nivel diócesis; entonces, él me dijo “quiero que tú seas la responsable”; aquí hay responsables no hay directores, entonces después de meditar todo, acepté. Hasta ahora ya son 10 años; toda una trayectoria, formando un equipo”.

Al comentar sobre su tarea y responsabilidad, Melecia comparte que, “Mi rol en la Escuela de Evangelización, prácticamente es ser responsable de la logística de todo el manejo de la Escuela, fui nombrada por los obispos: el obispo Cepeda, nuestro pastor en Detroit del Ministerio Hispano y encargado de la evangelización; y por Monseñor Donald Francis Hanchon. Fui nombrada por ellos y desde entonces soy quien está al pendiente de que en el equipo trabajemos al unísono realizando los cursos, tomando los nuevos cursos; porque esto no es nada más de ir curso por curso, nos lleva aproximadamente tres años tomar la primera etapa de los primeros siete cursos, después de eso ya estamos listos para salir a evangelizar, somos unos evangelizadores.”
“El obispo es quien nos da el envío para nosotros salir a evangelizar casa por casa y llevar el mensaje,” prosigue Melecia. “Es una obra maravillosa y por eso todos hemos aprendido de la importancia de dar la buena nueva, es el Kerigma en sí el que nosotros estamos anunciando. Lo que nosotros aprendemos es el Kerigma, lo que significa, cómo anunciarlo y cómo llevarlo hasta los confines de la tierra tal como lo manda el Señor en Su palabra. Nosotros nos vamos formando dentro del programa que nos va enseñando cómo llevar esa palabra de Dios, ¿qué es la historia de la salvación?, ¿Qué es ser un discípulo?, ¿Cómo nosotros vamos a apreciar el valor de la palabra de Dios?“
Melecia compartió con Detroit Catholic en español los detalles de la pedagogía que llevan y como ayuda en el aprendizaje de todos los involucrados, y agregó que ya se están formando y preparando a nuevos miembros de esta comunidad evangelizadora, para tomar la estafeta de la organización y liderazgo de Las Escuelas de Evangelización San Andrés en todo Dretroit.
“Se emplea una metodología activa participativa. La didáctica es siempre de acuerdo al nivel, desde los que estamos en cero hasta quienes ya han avanzado nivel por nivel. Se ha ido trabajando de manera que hay muchísimas personas evangelizadas y ahora están en sus parroquias prestando sus servicios, deseosos de compartir de lo que han recibido. Todo eso impulsa a que nosotros estemos siempre motivados.”

“Nuestra escuela tiene una pedagogía y una metodología bastante aceptable y bastante entendible; en la cual, las personas llegan a tener encuentros tan fabulosos con Cristo Jesús mediante la palabra de Dios que se convierten.” Comenta la responsable de esta organización en Detroit. “También estoy muy contenta de que otros compañeros se hayan formado y ya están listos para tomar un nuevo puesto, un nuevo cargo. Vendrán nuevos sucesores, ya es tiempo de que surjan también personas nuevas, con la ayuda de Dios, todo irá para adelante”
Presentes virtualmente
La actividad de la Escuela de Evangelización de San Andrés durante la pandemia ha cambiado pero no ha parado y es por eso que han podido salir adelante con esperanza de esta adversidad. “Actualmente, con este confinamiento estamos teniendo programas virtuales impartidos directamente desde la escuela.”
“Ellos ya tienen los primeros tres cursos virtuales; los mismos que hemos tomado en muchas partes; posteriormente, también se van a reproducir, como es la idea de la Escuela, reproducir, siempre reproducir y reproducir para formar cada vez más. Anteriormente, visitábamos hogares evangelizando casa por casa, pero con esto (del confinamiento) tuvimos que parar; ahora lo hacemos por teléfono, somos veinticinco personas las que integramos el equipo al servicio del Señor, todos somos iguales y nos reunimos cada semana para continuar alimentándonos de la palabra de Dios, tenemos mucho trabajo por hacer y estamos muy unidos dentro de todas las escuelas de San Andrés”.
Ella tiene también muchos recuerdos hermosos, bellos que ha vivido durante su servicio y uno de ellos le cambio la vida para siempre. “Te puedo decir que ha sido una bendición para mi vida y la de mi familia” comentó Melecia. “Ahora ya sólo estamos mi esposo y yo, pero dentro de toda mi familia han caído muchas bendiciones, ha llovido lo que el Señor ha hecho a través de creerle a él, de creer en su palabra.”
“Nosotros aprendemos a amar la Iglesia, aprendemos a través de la tradición de la Iglesia, a través de servir todo lo que la Iglesia nos marca, trabajamos totalmente de la mano con la Iglesia y somos obedientes a lo que los obispos nos señalan y nos indican. Esto ha hecho una transformación total en mi vida, siempre ha sido mi deseo el de servir y seguir adelante en lo que el Señor nos manda dentro de su palabra porque si no ¡ay de mí! Si no evangelizara. San Pablo nos lo dijo en la Primera de Corintios”.
Aprovechando el tiempo en casa
Luz María Magareno, quien tiene dos años colaborando en la Escuela de Evangelización San Andrés, es quien ayuda en los ministerios de bienvenida y predicación durante los cursos; ella compartió con Detroit Catholic en español que, “El trabajo en la Escuela de Evangelización para mí es maravilloso, como lo puede ser en cualquier grupo donde se anuncien las grandezas del Señor, guiar a nuestros hermanos para tener un encuentro con Jesús, con su palabra; y ver como su vida cambia después de encontrarlo, como le pasó a Zaqueo, a Pablo o a Moises; todos podemos estar representados por algún personaje de las Sagradas Escrituras.”

“Durante la pandemia hemos vivido diversos momentos; como ver la Santa Misa por televisión, escuchar prédicas y ocupar más de nuestro tiempo para estar en oración y sobre todo para convivir como familia” dice Luz María. “En una segunda etapa, hemos vuelto a asistir a misa pero con más restricciones, continuando en casa con la oración, en todo momento estar en oración para no distanciarnos de Dios, estudiar sus escrituras para seguir aprendiendo y esperar que los tiempos que vienen sean mejores para nuestra Iglesia Católica. Por el momento seguimos pidiendo para que toda nuestra comunidad se mantenga sana y su fe cada día aumente más”
Laa formación virtual ha sido riquísima
Para Benito Ibarra Martínez, quien tiene en Detroit más de 20 años y en la Escuela de Evangelización San Andrés tres años como miembro activo, ser parte de esta organización ha sido fundamental para su formación como evangelizador. “Como servidor he vivido bastantes cosas con ellos, todos son muy buenos y cada uno tiene sus propias características. Recientemente acabamos de vivir un curso llamado Emaús, fue virtual y lo proporcionó la Escuela de Evangelización Internacional de Guadalajara, fue muy bonito y es uno de los que más me han impactado, porque aprendí que la Biblia no es simplemente un libro sino el mismo Dios que nos habla a través de ella y por ello hay que tenerle amor y respeto; es un curso que nos enseña a enamorarnos más de la palabra de Dios.”
“También hemos participado en otros cursos impartidos ahí virtualmente. Ahora, especialmente en tiempo de pandemia, son muy útiles, creo que son una herramienta, una opción más en estos tiempos difíciles. Está muy bien que los sigamos tomando, yo los recomiendo a todas las personas que los puedan tomar, no solo en la Escuela sino de cualquier otro ministerio, cualquier curso virtual es muy bueno.”
“Nosotros como ministerio nos reunimos virtualmente cada martes, ahí compartimos reflexiones, meditaciones y estamos motivando a los demás integrantes de nuestra comunidad para tomar los cursos virtuales en este tiempo de pandemia, a que no se cierren las puertas, al contrario, pues a través de las redes sociales podemos seguir evangelizando, incluso, como dice la palabra de Dios `llegar a todos los rincones de la Tierra´ porque virtualmente podemos llegar a todo el mundo”.
Invitación a formarse para ser evangelizadores
En tiempos de crisis, como en la pandemia actual, la palabra de Dios viva es fundamental para la vida espiritual; y las Escuelas de Evangelización San Andrés, han traído a Detroit un remanso de paz, un remanso de alegría y esperanza a pesar del confinamiento, pero también han traído una energía y ardor en sus miembros de no olvidar su misión: la evangelización en todos los confines de la tierra. La invitación está abierta para todos aquellos que en estos tiempos quieren aprovechar el tiempo para formarse.
Quienes están interesados pueden conocer más en The National Shrine of the Little Flower Basilica