Los directores mencionan que el contacto con los papás y el regreso a clases presenciales después del COVID-19 son factores clave que contribuyeron al crecimiento
DETROIT – Según datos de la Arquidiócesis de Detroit, las inscripciones en las escuelas católicas siguen aumentando después de la pandemia de COVID-19.
Este nuevo año académico, un total de 27,349 estudiantes se están formando en alrededor de 80 escuelas católicas, ya sean arquidiocesanas o independientes. Este número representa un aumento de 179 alumnos con respecto al año anterior, según la Oficina de Escuelas Católicas de la Arquidiócesis de Detroit.
El modesto aumento, representando un 0.3% en comparación con el año pasado, forma parte de una tendencia más amplia en la arquidiócesis. En los últimos cuatro años, ha habido un incremento del 3.7%, ya que más familias consideran las escuelas católicas como opción, especialmente porque algunas escuelas cercanas cerraron temporalmente debido al COVID.
Laura Knaus, superintendente de escuelas católicas de la Arquidiócesis de Detroit, afirmó que las escuelas católicas han logrado retener a las familias que consideraron por primera vez estas instituciones como opción durante la pandemia.
"Hemos visto que muchas de las familias que se acercaron a nosotros por esa oportunidad se han quedado, y también hemos atraído a nuevas familias", comentó Knaus a Detroit Catholic. “En algunas áreas específicas de la arquidiócesis, hemos experimentado un aumento en el número de familias que exploran la posibilidad de inscribirse en escuelas católicas por primera vez".
Knaus afirmó que el crecimiento proviene tanto de familias católicas como no católicas que aprovecharon el cambio en la situación educativa en medio de la pandemia para evaluar lo que buscaban en la educación de sus hijos, encontrando una solución en las escuelas católicas.
"Creo que las familias se han dado cuenta de que la excelente formación y educación que ofrecemos en nuestras escuelas católicas se ajusta más a lo que quieren para sus hijos", explicó Knaus. "Ven que aquí pueden acceder a oportunidades que las escuelas públicas no pueden ofrecer: se genera un ambiente y una cultura de fe a través de actividades y clases de religión, generando mayor interés en la gente".
Las escuelas católicas en el condado de Oakland registraron el mayor aumento de inscripciones en la arquidiócesis (11,9%). Sin embargo, Knaus afirmó que es mejor comprender los aumentos de matrícula de manera específica para cada escuela, especialmente entre aquellas con papás comprometidos, a quienes Knaus considera los mejores voceros de las escuelas católicas.
"No queremos que nuestras escuelas sean un secreto; queremos compartir lo que estamos haciendo en la parroquia y en la comunidad", dijo Knaus. "Deseamos que la gente comprenda el gran trabajo que están llevando a cabo las escuelas católicas, queremos compartir y celebrar esos éxitos. Además, seguimos abiertos a recibir a nuevas familias, construyendo relaciones sólidas entre ellas y las comunidades escolares, y animándolas a conocer las oportunidades disponibles".
Según Jared Kullman, director de operaciones escolares y subdirector de Our Lady of the Lakes School en Waterford, una escuela parroquial que abarca desde preescolar hasta secundaria, la institución ha experimentado el mayor aumento en la matrícula en los últimos tres años. El colegio cuenta actualmente con dos salones por grado, desde preescolar hasta cuarto, un quinto grado completamente lleno y 69 alumnos inscritos en preescolar.
Kullman dijo que al aumento de la matrícula hay que sumarle el hecho de que la escuela ha logrado mantener a más del 90% de las familias matriculadas de un año a otro. Esto significa que, una vez que las familias ingresan a Our Lady of the Lakes, la mayoría de ellas elige quedarse.
"En resumen, si ofreces un servicio de calidad, la gente lo va a elegir", explicó Kullman. "Hemos sido muy aplicados en el cumplimiento de nuestra misión. Nos enfocamos en la tradición católica, la disciplina personal y la excelencia académica. Contamos con una comunidad sólida centrada en lo académico, en la fe y en el crecimiento integral de los niños".
Kullman recuerda que, en el verano de 2020, la escuela recibió un gran número de llamadas telefónicas. Se trataba de familias interesadas que pedían información sobre los planes de Our Lady of the Lakes para el próximo año académico: ¿Habrá clases presenciales? ¿Queda lugar en la escuela? ¿Cómo pueden las familias hacer que la educación católica sea asequible?
Recuerdo claramente que en 2020 y 2021, muchas cosas estaban cambiando en el ámbito de la educación en Michigan; nos encontrábamos en una encrucijada; por un lado, nuestros teléfonos no dejaban de sonar, recibíamos muchísimos correos electrónicos", dijo Kullman. "Sabíamos que teníamos la oportunidad de crecer como escuela, pero queríamos hacerlo de manera responsable”.
"Si tienes 30 niños y un profesor en el salón y dos salones por cada grado, eso da un total de 60 niños en un grado, y la situación puede salirse de control rápidamente ", dijo Kullman. "Por eso queríamos asegurarnos de que estábamos creciendo de manera responsable; buscábamos construir relaciones sólidas con la comunidad para integrar a más familias, pero sin comprometer nuestras relaciones con los alumnos y los papás que ya formaban parte de nuestra institución".
Durante la pandemia, muchos papás comenzaron a explorar opciones educativas en escuelas católicas. Aunque la enseñanza presencial y las promesas de clases más reducidas son atractivas, algunas familias aún deben enfrentar dificultades económicas al elegir este tipo de instituciones educativas para sus hijos.
“La Arquidiócesis de Detroit cuenta con becas escolares para las familias católicas y no católicas que demuestren necesidad económica. La Catholic Foundation of Michigan, junto con otros fondos escolares y parroquiales, brinda apoyo financiero para hacer que la educación católica sea más accesible para nuestras familias”, dijo Knaus.
"Animo a las familias interesadas en brindar a sus hijos una educación católica, pero preocupadas por los costos, a que exploren las opciones de ayuda financiera disponibles en su escuela", dijo Knaus. "Contamos con un programa de apoyo escolar de la arquidiócesis que proporciona respaldo financiero para la colegiatura de nuestras familias según sus necesidades. Realizamos un análisis de los ingresos familiares a través de una entidad externa para determinar el tipo de asistencia financiera que podemos ofrecerles".
En su carta pastoral titulada Difundir el Evangelio, el Arzobispo de Detroit, Allen H. Vigneron, afirmó que cada parroquia y familia en la Arquidiócesis de Detroit tiene la responsabilidad de promover la educación católica, independientemente de si una parroquia cuenta con una escuela o si una familia tiene hijos que actualmente asisten a escuelas católicas.
Más allá de los compromisos financieros, también existen necesidades específicas al educar a niños con necesidades especiales y al proporcionar a las escuelas católicas los recursos necesarios para ser accesibles para todos los alumnos en términos de aprendizaje y desarrollo. Esto se logra especialmente a través de un proceso de ayuda financiera con la Catholic Foundation of Michigan.
"Hemos estado trabajando para garantizar que nuestras escuelas sean académicamente accesibles", dijo Knaus. "Tenemos varios alumnos con diferentes necesidades académicas, y es por eso que nos esforzamos por asegurarnos de que todas sus necesidades puedan ser atendidas en nuestras escuelas católicas. Todavía tenemos mucho por mejorar, pero es un área en la que estamos enfocados".
La Immaculate Conception School en Ira Township ha visto un aumento de 17 estudiantes este año académico y una tasa de retención promedio de un año a otro por encima del 80% desde 2020-21.
El director Lawrence Ricard atribuye el crecimiento al hecho de que la escuela abrió sus puertas para la enseñanza presencial durante el otoño de 2020, y al trabajo conjunto con las parroquias en todo el Vicariato de Blue Water en el condado de St. Clair.
"Contábamos con un plan serio, y debido a las dificultades que enfrentaban otras escuelas locales, las familias buscaban esa seguridad y contacto personal en la educación presencial", dijo Ricard. "Eso atrajo un buen flujo de personas. Mirando hacia el año 2021-22 y en adelante, experimentamos un crecimiento constante, ya que más y más padres nos recomendaban de boca en boca".
Ricard dijo que el tamaño reducido de las clases en la Immaculate Conception, con un promedio de 18-19 alumnos por salón, ha resultado especialmente atractivo para las familias acostumbradas a clases más numerosas en el sistema escolar público. Además, la oferta de una educación auténticamente católica ha atraído a familias que antes optaban por la educación en el hogar.
Ricard considera que estos factores son elementos clave para el éxito y el crecimiento de las escuelas católicas en toda la arquidiócesis.
"La mayoría de las familias, si no todas, buscan una educación sólida, grupos más reducidos y mayor disciplina", afirmó Ricard. "Quieren alejarse de lo que no están necesariamente de acuerdo con respecto al plan de estudios que siguen otras escuelas".
Immaculate Conception pone énfasis en establecer conexiones significativas con las familias que son nuevas en la institución, invitándolas a participar activamente en oportunidades de voluntariado y eventos de divulgación. Immaculate Conception se presenta como una comunidad construida en torno a relaciones que perduran toda la vida.
"Nuestro comité de padres de familia y profesores cuenta con papás delegados que se encargan de conectar con los delegados del salón. Las familias nuevas pueden ponerse en contacto con ellos para estar al tanto de las novedades", explicó Ricard. "Nos comunicamos a través de mensajes de texto mediante nuestro sistema de alerta para padres, asegurándonos de que estén siempre actualizados con lo que está pasando y para invitarlos a eventos específicos. La comunicación es una prioridad, especialmente con las familias nuevas de la comunidad".
Además de cultivar relaciones sólidas, Knaus añadió que los colegios que mantienen contacto con los exalumnos y las familias antiguas suelen lograr mejores resultados en cuanto a la promoción y retención de alumnos de un año a otro.
Knaus rechaza la idea de que las escuelas católicas sean un "secreto bien guardado", y destaca que el éxito de estos colegios depende de la participación activa y el respaldo de toda la comunidad parroquial, a través de contribuciones financieras, voluntariado y actuando como embajadores en la esfera pública.
"Creo que a todos los que formamos parte de la Iglesia, saber que tenemos un aumento de inscripciones en las escuelas católicas debería darnos esperanza", dijo Knaus. "Nuestras escuelas católicas son centros de formación, donde tenemos la oportunidad única de compartir la fe católica y la enseñanza de Jesús. Cada vez que crece el número de estudiantes que escuchan el Evangelio, es algo realmente positivo tanto para los niños como para sus familias, y también para la Iglesia".
“Para mantener el crecimiento actual”, dijo Knaus, “será necesario un cambio de mentalidad para que los católicos de la región no vean a las escuelas católicas solo como proveedoras de tradiciones del pasado. Es importante que no piensen que es solo responsabilidad de las parroquias o de los papás que pagan por educar a sus hijos, sino que es responsabilidad de cada feligrés, parroquia, exalumno y donante evangelizar hoy, enseñando a los santos del mañana”.
"Debido a que nuestra visión católica del mundo y nuestra cultura católica difieren en muchos aspectos del mundo secular, enfrentamos diferentes retos para asegurar que las escuelas católicas sean dinámicas y eficientes en términos operativos", explicó Knaus. "Es importante comprender el papel que desempeñan los jóvenes en la Iglesia actual, y esta es una oportunidad para todos, ya sea que tengan hijos o no, o incluso si nunca han tenido relación con una escuela católica. Como pueblo de Dios, necesitamos comprender la importancia que este ministerio aporta a la Iglesia y cómo beneficia a toda la comunidad eclesiástica".