“Lo que realmente importa para ser feliz es lo que llevamos en el corazón”, afirma el Papa Francisco

Foto por Fa Barboza en Unplash.

En su catequesis preparada para este miércoles, el Papa Francisco recuerda a los fieles que “lo que realmente importa para ser feliz es lo que llevamos en el corazón”.

Debido a su delicado estado de salud, esta es la octava semana (contando con el parón de los Ejercicios Espirituales de la Curia romana) que no hay Audiencia General.

Sin embargo, al igual que en las ocasiones anteriores, el Vaticano ha difundido hoy el texto de la catequesis preparada por el Santo Padre desde la Casa Santa Marta, donde continúa con su recuperación desde que salió del Hospital Gemelli el pasado 23 de marzo.

Un hombre rico que “aún no ha encontrado el sentido de su vida”

Siguiendo el ciclo de catequesis sobre los encuentros que mantuvo Jesús durante su vida pública, el Papa Francisco reflexiona en esta ocasión sobre aquel que mantiene con un hombre rico que “aún no ha encontrado el sentido de su vida” y que “lo está buscando”.

“Más allá de las cosas que hacemos, de los sacrificios o de los éxitos, lo que realmente importa para ser feliz es lo que llevamos en el corazón”, subraya el Papa Francisco.

En este sentido, advierte que si un barco debe zarpar y dejar el puerto para navegar en mar abierto, “puede ser un barco maravilloso, con una tripulación excepcional, pero si no levanta los lastres y las anclas que lo mantienen firme, nunca podrá partir”.

A continuación, el Santo Padre recuerda cómo este hombre se arrodilló frente a Jesús y le preguntó: “¿Qué debo hacer para tener en herencia la vida eterna?”.

Respecto a este interrogante, el Santo Padre puntualiza que “la vida eterna es para él una herencia, algo que se obtiene por derecho, a través de una meticulosa observancia de los compromisos. Pero en una vida vivida así, aunque ciertamente a fin de bien, ¿qué espacio puede tener el amor?”, se pregunta.

Jesús ama a este hombre “tal como es”

Sin embargo, reitera que Jesús “va más allá de las apariencias” y que miró a este joven con amor”, puesto que Jesús “mira en el interior de cada uno de nosotros y nos ama tal como somos realmente”.

Por ello, el Papa Francisco subraya que Jesús “ama a este hombre antes de haberle dirigido la invitación a seguirlo” y que “lo ama tal como es”.

Como en ocasiones pasadas, el Papa Francisco insiste en que “el amor de Jesús es gratuito: exactamente lo contrario de la lógica del mérito que atormentaba a esta persona”.

“Somos realmente felices cuando nos damos cuenta de que somos amados así, gratuitamente, por gracia. Y esto también vale en las relaciones entre nosotros: mientras intentemos comprar el amor o mendigar afecto, esas relaciones nunca nos harán sentir felices”, enfatiza.

Como respuesta a su pregunta, Jesús propone al hombre cambiar su forma de vivir y relacionarse con Dios. “Jesús reconoce que, dentro de él, como en todos nosotros, hay algo que falta. Es el deseo que llevamos en el corazón de ser queridos. Hay una herida que nos pertenece como seres humanos, la herida a través de la cual puede pasar el amor”.

Imagen referencial del Papa Francisco durante una Audiencia General | Crédito: Vatican Media
Imagen referencial del Papa Francisco durante una Audiencia General | Crédito: Vatican Media

“Hay que vender todo lo que nos pesa para liberar nuestro corazón”

Tomando como referencia la respuesta de Jesús, “vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme”(Marcos 10:21), el Santo Padre subraya que para llenar este vacío “hay que ‘vender’ todo lo que nos pesa, para liberar nuestro corazón. No sirve de nada seguir quedándonos con las cosas, sino más bien dar a los pobres, poner a disposición, compartir”.

“Quizá hoy, precisamente porque vivimos en una cultura de autosuficiencia e individualismo, nos descubrimos más infelices, porque ya no oímos pronunciar nuestro nombre por alguien que nos quiere gratuitamente”, puntualiza el Pontífice.

A continuación, el Papa Francisco recuerda que este joven no acoge la invitación de Jesús y se queda solo, “porque los lastres de su vida lo retienen en el puerto”.

“La tristeza es la señal de que no ha logrado partir. A veces pensamos que son riquezas y, en cambio, son sólo pesos que nos están bloqueando. La esperanza es que esta persona, como cada uno de nosotros, tarde o temprano pueda cambiar y decidir ir mar adentro”.

Por último, el Papa Francisco encomienda al Corazón de Jesús, al que dedicó su cuarta encíclica Dilexit Nos, “a todas las personas tristes e indecisas, para que puedan sentir la mirada de amor del Señor, que se conmueve al mirar con ternura dentro de nosotros”.

- Esta nota fue publicada originalmente por ACIPRENSA.



Cuotas:
Print


Secciones
Inicio
Suscribir
Buscar