Papa León XIV: Antes de ser creyentes, estamos llamados a ser humanos

El Papa León XIV en la Audiencia General de este 28 de mayo | Crédito: Daniel Ibáñez/ EWTN NewsP

El Papa León XIV presidió este miércoles 28 de mayo la segunda Audiencia General de su pontificado, en la que reflexionó sobre la parábola del buen samaritano.

El Santo Padre recordó al inicio de su catequesis, dirigida a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, que las parábolas del Evangelio ofrecen una oportunidad “de cambiar de perspectiva y abrirnos a la esperanza”.

La falta de esperanza, precisó el Pontífice, a veces se debe “a que nos quedamos atrapados en una cierta forma rígida y cerrada de ver las cosas”, y las parábolas “nos ayudan a mirarlas desde otro punto de vista”.

A continuación, recordó que Jesús propone esta parábola a un doctor de la ley que le pregunta “Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?”(cf. Lc 10,25-37), y entonces Jesús le invita a amar al prójimo.

“La práctica del culto no lleva automáticamente a ser compasivos”

La parábola del buen samaritano tiene como escenario un camino “difícil y áspero, como la vida”, indicó el Papa. De hecho, el hombre que lo atraviesa “es asaltado, golpeado, despojado y abandonado medio muerto”.

“Es la experiencia que se vive cuando las situaciones, las personas, a veces incluso aquellos en quienes hemos confiado, nos quitan todo y nos dejan tirados”, destacó el Pontífice.

A continuación, León XIV precisó que “la vida está hecha de encuentros, y en estos encuentros nos revelamos tal y como somos. Nos encontramos frente al otro, frente a su fragilidad y su debilidad, y podemos decidir qué hacer: cuidar de él o hacer como si nada”.

Recordó que el sacerdote y el levita bajaron por ese mismo camino y no se detuvieron a ayudarlo. “La práctica del culto no lleva automáticamente a ser compasivos. De hecho, antes que una cuestión religiosa, ¡la compasión es una cuestión de humanidad! Antes de ser creyentes, estamos llamados a ser humanos”, remarcó.

La prisa nos impide sentir compasión

El Papa subrayó también que “la prisa, tan presente en nuestra vida, muchas veces nos impide sentir compasión. Quien piensa que su viaje debe tener la prioridad, no está dispuesto a detenerse por otro”.

Sin embargo, el samaritano, que pertenecía a un pueblo despreciado, decidió detenerse a ayudar al hombre. De este modo, León XIV subrayó que “la religiosidad aquí no tiene nada que ver. Este samaritano se detiene simplemente porque es un hombre ante otro hombre que necesita ayuda”.

Afirmó también que la compasión “se expresa a través de gestos concretos”, recordando que el samaritano “se acerca, porque si quieres ayudar a alguien, no puedes pensar en mantenerte a distancia, tienes que implicarte, ensuciarte, quizás contaminarte”.

“Sólo se ayuda de verdad si se está dispuesto a sentir el peso del dolor del otro”, señaló el Papa León XIV.

“¿Cuándo seremos capaces nosotros también de interrumpir nuestro viaje y tener compasión? Cuando hayamos comprendido que ese hombre herido en el camino nos representa a cada uno de nosotros. Y entonces, el recuerdo de todas las veces que Jesús se detuvo para cuidar de nosotros nos hará más capaces de compasión”, agregó.

Por último, invitó a los fieles a orar para “crecer en humanidad, de modo que nuestras relaciones sean más verdaderas y más ricas en compasión”.

“Pidamos al Corazón de Cristo la gracia de tener cada vez más sus mismos sentimientos”, concluyó.

Tras saludar a los peregrinos de diferentes países, el Santo Padre entonó el Padre Nuestro en latín e impartió su bendición a los fieles presentes, que lo escucharon con atención a pesar de las altas temperaturas y el intenso sol de la primavera romana.

- Esta nota fue publicada originalmente en ACIPRENSA.



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