El Arzobispo Weisenburger se enteró de la elección del Papa León XIV en la pista del aeropuerto y no pudo ocultar su sorpresa y alegría
DETROIT — La mayoría de los católicos recordará perfectamente dónde estaba cuando se anunció que el Papa León XIV se había convertido en el primer pontífice estadounidense.
El Arzobispo de Detroit, Edward J. Weisenburger, recordará que iba volando por Delta. En clase turista, para ser exactos.
“Estábamos rodando por la pista, yo iba en clase turista, apretado junto a otra persona, y apenas apagué el modo avión, mi celular empezó a sonar: ‘bip, bip, bip’. Me conecté enseguida a una transmisión en vivo y escuché las palabras: ‘Habemus papam’”, contó el Arzobispo Weisenburger durante una conferencia de prensa el jueves por la tarde en la Cathedral of the Most Blessed Sacrament, poco después de que se conociera la elección del cardenal Robert F. Prevost, oriundo de Chicago, como el Papa número 267.
El Arzobispo Weisenburger, que regresaba de Omaha tras la instalación del Arzobispo Michael G. McGovern, confesó que no pudo levantarse y ponerse a bailar ahí mismo en el avión porque llevaba puesto el cinturón de seguridad.

El Papa León XIV, nacido Robert Prevost en Chicago, fue elegido como el 266º sucesor de San Pedro, convirtiéndose en el primer Papa estadounidense en la historia.
“Nunca imaginé en mi vida que tendríamos un papa estadounidense”, comentó el Arzobispo Weisenburger. “Durante mucho tiempo, la preocupación era la geopolítica, y que algunos países temieran que Estados Unidos hubiera tomado el control del papado de la Iglesia Católica.”
El Arzobispo Weisenburger destacó que el Papa León XIV, un obispo agustiniano que pasó la mayor parte de su sacerdocio en Perú, donde fue el primer obispo de Chiclayo, aportará su experiencia internacional al papado. Aseguró que no hay razón para preocuparse por su origen estadounidense.
En 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos del Vaticano, y ese mismo año fue creado cardenal.
“Da la impresión de que es un hombre con talentos increíbles y una gran variedad de dones y bendiciones”, señaló el Arzobispo Weisenburger. “Entre esos dones está su mensaje de justicia social y fraternidad universal. Creo que es un hombre que continuará el legado maravilloso que hemos tenido con los papas recientes de estar siempre con los pobres, con los oprimidos, con los que sufren, y de recordarnos que tenemos una fraternidad y hermandad universal.”
Antes de ser ordenado obispo, el recién elegido pontífice fue prior general de los agustinianos y mantenía una relación cercana con los obispos donde se asignaban sacerdotes de la orden, incluyendo en la Diócesis de Tucson, la anterior asignación episcopal del Arzobispo Weisenburger.

“El (sacerdote agustiniano) estuvo allí y mi predecesor, el obispo (Gerald F.) Kicanas, quien está temporalmente al frente de mi antigua diócesis en Tucson, se reunió con (el futuro Papa León XIV) en varias ocasiones”, comentó el Arzobispo Weisenburger.
El tiempo que el Papa León XIV pasó como misionero agustiniano en Perú, trabajando en un seminario y luego regresando como el primer obispo de Chiclayo, le da al nuevo pontífice una perspectiva única sobre lo que significa liderar una Iglesia en misión.
El Arzobispo Weisenburger describió al Papa León XIV como un “moderado teológico” que continuará el trabajo de sus predecesores inmediatos.
“Creo que lo que vamos a ver con el Papa León es que será muy fiel a la imagen de Cristo”, dijo el Arzobispo Weisenburger. “Teológicamente, parece ser un moderado, y debo admitir que me encantan los moderados. Creo que trabajar desde el corazón de la Iglesia y evitar esos dos extremos que a veces absorben toda la atención —los moderados, profundamente arraigados en la Iglesia teológicamente— es algo que aprecio. Los encuentro sensatos, reflexivos y siguen los pasos de la tradición.”
El Arzobispo Weisenburger también destacó que cuando el nuevo papa habló desde la logia sobre la Plaza de San Pedro, “habló sobre los pobres, los que sufren, sobre estar con los necesitados, inmigrantes, migrantes, todo eso”.
“Creo que socialmente encontraremos que es un hombre que, nuevamente, nos recuerda que no somos solo miembros de una nación, un estado o una región; nuestra fraternidad es universal y no hay nadie que pueda ser excluido.”
A medida que el mundo conozca más sobre el Papa León XIV, incluida su conexión con Michigan —donde estudió en la ahora cerrada Escuela Secundaria del Seminario San Agustín en Holland—, el Arzobispo Weisenburger destacó que su elección del nombre León tiene un fuerte simbolismo, evocando al Papa León XIII, quien fue pontífice de 1878 a 1903 y es conocido como el “Papa Social” y el “Papa de los Trabajadores”.

“Si nos retrocedemos al Papa León XIII, su famosa obra teológica, Rerum novarum, se centraba en la justicia social. Hablaba de la fraternidad, la unidad, y de los derechos y la dignidad de los trabajadores”, comentó el Arzobispo Weisenburger. “También fue un hombre que dejó profundas enseñanzas sobre el rosario. Durante su pontificado, introdujo dos nuevos scapularios marianos para los fieles. Así que este Papa, León XIII, realmente reflejó la comprensión de la Iglesia sobre lo que hoy llamaríamos justicia social: no solo la caridad, que es el rico dando a los pobres, sino ayudar a las personas a entender que tienen derechos. Tienen una dignidad humana que no puede ser menospreciada, y creo que toda esa comprensión profunda está detrás del hecho de que nuestro nuevo Papa haya escogido ese nombre.”
La muerte del Papa Francisco y la elección del Papa León XIV significa que el Arzobispo Weisenburger recibirá su palio —la tela blanca que simboliza su rango como arzobispo metropolitano— del nuevo pontífice, en lugar de hacerlo del Papa que lo nombró arzobispo de Detroit.
El Arzobispo Weisenburger comentó que espera con entusiasmo ese momento, que tradicionalmente tiene lugar el 29 de junio, en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, en Roma.
“Hubo una parte de mí que estaba algo decepcionado por la muerte del Papa Francisco, aunque me regocijé por la gloria que creo que ahora disfruta, pero aún así, había estado esperando recibir el palio de sus manos”, comentó el arzobispo. “Sin embargo, ahora veo que hay bendiciones en cada vuelta de la vida, y será una gran bendición haber sido enviado aquí por Francisco y recibir el palio de manos de León.”
Tras enterarse de la elección del Papa León en un vuelo de Delta, el Arzobispo Weisenburger dijo que varias personas en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit se acercaron para felicitarlo y preguntarle qué significaba para la Iglesia local la elección del nuevo pontífice. El arzobispo reconoció que no había tenido mucho tiempo para reflexionar sobre lo que significará tener un Papa estadounidense, y además del Medio Oeste.
“Hay un poco de orgullo que podemos sentir los estadounidenses por esto”, comentó al final de la rueda de prensa. “Creo que él estudió en un seminario aquí en Michigan, en Holland, que ya no existe. Así que, podríamos decir que es nuestro”, bromeó el arzobispo.
“Estoy contento por el mundo, y por la gente de la Arquidiócesis de Detroit”, añadió.
El Arzobispo Weisenburger celebrará una Misa de Acción de Gracias en la Cathedral of the Most Blessed Sacrament el sábado 10 de mayo a las 5 p.m.