La Catedral del Santísimo Sacramento se viste de fiesta para honrar a la patrona de México y las Américas

Este evento tan esperado por la comunidad hispana promete ser un día lleno de fe, devoción y cultura

DETROIT - El próximo 9 de diciembre, la Cathedral of the Most Blessed Sacrament será el escenario de una emotiva celebración en honor a la Virgen de Guadalupe.

La festividad, que reúne a fieles de diversas parroquias de la Arquidiócesis de Detroit, comenzará a las 5:00 p.m. con el rezo del Santo Rosario, seguido de una procesión de estandartes, danzas, serenatas y música tradicional mexicana. La jornada culminará con la Santa Misa presidida por el Obispo Arturo Cepeda a las 7:00 p.m.

Una Misa marcada por las tradiciones

La celebración, organizada por la Federación de Asociaciones de Nuestra Señora de Guadalupe (FANSG), combinará varios elementos de la rica tradición mexicana: los coloridos estandartes, las danzas con trajes inspirados en la cultura azteca y las serenatas como expresión de amor y veneración a la Virgen. Este evento anual representa una oportunidad única para que, aquellos que se encuentran lejos de su tierra natal, celebren sus raíces y compartan su fe con la comunidad local.

“La Misa de la Catedral es hermosísima porque te lleva a México”, explicó Conchis Kargetta, actual presidenta de la FANSG, en una entrevista con Detroit Catholic en español.

Si bien la celebración se realiza principalmente en español, cada año se incorporan elementos bilingües para que todos los feligreses puedan participar más activamente. Conchis señaló que “este año tenemos varias consagraciones de personas americanas, algunos de ascendencia hispana pero que prefieren el inglés. Por eso, intentamos hacer la celebración lo más bilingüe posible, para que todos se sientan bienvenidos y cómodos”.

Consagraciones a la Virgen de Guadalupe

Uno de los momentos más importantes de esta Misa es la consagración de los fieles a la Virgen de Guadalupe, un acto de entrega espiritual que implica un compromiso profundo y una preparación previa utilizando la guía de “33 días hacia un Glorioso Amanecer”. Este año, cerca de 100 fieles realizarán este significativo acto.

La FANSG destacó que uno de los mayores aspectos de esta consagración es que los fieles encuentran en María una dulzura materna que convierte las dificultades en aprendizajes llenos de amor y consuelo. Acudir a ella y darle permiso para realizar su obra es realmente "el medio más seguro, más fácil, más corto y el más perfecto camino" a la santidad.

Las personas consagradas reciben una medalla especial, que será impuesta por el Obispo Cepeda durante la ceremonia, y son registradas oficialmente como miembros de la Archicofradía Universal de Santa María de Guadalupe, con sede en la Basílica de México.

Un testimonio transformador

Melanie Marion, una feligresa americana, vivió un cambio significativo en su vida tras consagrarse a Nuestra Señora de Guadalupe el año pasado. Invitada por Conchis, lo que parecía ser un acto de devoción se convirtió en una experiencia que cambió su vida para siempre.

"Desde niña amé a la Virgen porque sabía que era la madre de Jesús", compartió Melanie a Detroit Catholic en español. Sin embargo, enfrentó un desafío inesperado antes de iniciar su preparación: una caída que le provocó una conmoción cerebral afectó su capacidad de concentración debido a constantes mareos.

"Pensé que no lograría completar las lecturas diarias, pero, sorprendentemente, cada vez que leía, los mareos desaparecían".

El día de la consagración fue inolvidable para Melanie. “Durante la misa, mientras todo era alegría y ruido, sentí un silencio profundo entre la Virgen y yo. Le pedí que me mostrara que esto era real, que yo realmente le importaba. En ese momento experimenté una paz inmensa”. Al día siguiente, descubrió que sus mareos habían desaparecido por completo.

Este milagro no solo transformó su vida, sino que también reforzó su misión de compartir su historia. Ha inspirado a otros a acercarse más a la Virgen, recordándoles que su labor como Madre no terminó con la muerte de Jesús, sino que continúa hasta hoy, y que María realmente puede tocar la vida de aquellos que se abren a su amor.

Una federación que une corazones

La Federación de Asociaciones de Nuestra Señora de Guadalupe, fundada en 2013 bajo la supervisión del P. Eduardo Montemayor, tiene como misión unificar las asociaciones guadalupanas de las parroquias locales, fomentar la devoción a la Virgen, promover la consagración de los fieles y acrecentar la integración a la Arquidiócesis de Detroit. Actualmente, cuenta con once parroquias asociadas y dos más en proceso de integración.

Conchis Kargetta, quien coordina la Misa por primera vez, destacó que la organización de este evento requiere meses de preparación: “Empezamos en agosto y lleva mucho trabajo porque no solo es organizar la Misa, sino también coordinar las consagraciones. Toda la información de quienes se consagran debe enviarse a la Basílica de Guadalupe, y las medallas deben pedirse con anticipación. Cada detalle importa para que este día sea perfecto”.

La organización requiere la colaboración de toda la comunidad guadalupana. Cada grupo parroquial que forma parte de la Federación tiene un papel fundamental para que este evento sea un éxito.

Un llamado a la comunidad

La Misa en honor a la Virgen de Guadalupe no es solo un evento religioso, sino una manifestación viva de fe, devoción y unidad cultural en la arquidiócesis. Conchis invitó a todos a participar para que puedan descubrir la riqueza que esta celebración ofrece.

Marcela Lugo, miembro del grupo guadalupano de la Basilica of Sainte Anne destacó el apoyo incondicional de la arquidiócesis. “El Obispo Cepeda se comprometió a estar siempre presente en este evento, sin importar qué día caiga. Cada año se celebra el 9 de diciembre, en honor al día en que la Virgen se le apareció a San Juan Diego en el Cerro del Tepeyac en 1531”.

Conchis también resaltó la colaboración del P. Mario Amore, Director de Evangelización y Discipulado Misionero, y de Brenda Hascall, coordinadora del Ministerio Hispano, quienes trabajan estrechamente con la arquidiócesis para garantizar el éxito de esta celebración.

Marcela animó a la comunidad de Detroit a asistir a la Misa en honor a María: “La Virgen de Guadalupe siempre está presente en nuestras vidas como nuestra Madre e intercesora en los momentos más difíciles. Participar de las celebraciones en su honor nos permite recordar que, a través de su amor y cuidado, Dios obra en nuestras vidas. Es una oportunidad hermosa para confiar en ella y experimentar la fe que transforma nuestras dificultades en bendiciones”.