El Cardenal Reina cerró hoy la Puerta Santa de San Juan de Letrán

El Cardenal Baldassare Reina preside el rito de clausura en San Juan de Letrán. | Crédito: Vatican Media.

Este 27 de diciembre, el Cardenal Baldassare Reina presidió el rito de clausura de la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, manifestando que el “abrazo de misericordia y de paz” de Dios Padre “permanece abierto a todos los pueblos”.

El cierre de la Puerta Santa en Letrán, en el día en que la Iglesia celebra a San Juan Evangelista, marca la clausura del Año Jubilar en la segunda de las basílicas papales. El día de Navidad fue cerrada la Puerta Santa de Santa María la Mayor. Mientras que mañana 28 de diciembre, el Cardenal James Michael Harvey cerrará la Puerta Santa en San Pablo Extramuros.

La clausura en la Basílica de San Pedro tendrá lugar el próximo 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor, y será presidida por el Papa León XIV, cerrando así oficialmente el Año Jubilar.

“Hoy, al cerrar la Puerta Santa, elevamos un himno de acción de gracias al Padre por todos los signos de su amor por nosotros, mientras albergamos en nuestros corazones la certeza y la esperanza de que su abrazo de misericordia y paz permanece abierto a todos los pueblos”, expresó el Cardenal Reina, Arcipreste de la Basílica.

Según los medios vaticanos, tras el rito de clausura muchos fieles se acercaron al umbral de la Puerta Santa y colocaron sus manos “en un gesto de oración y recogimiento”. Posteriormente, el Cardenal Reina celebró la Misa.

A ejemplo de San Juan, dijo el arcipreste, todos los creyentes de Roma —especialmente aquellos que ocupan cargos públicos— están llamados a ser “ministros de la misericordia de Dios”, permitiendo que el Señor “encuentre su plenitud en una ciudad donde muchos han perdido la esperanza”.

El verdadero cristiano, continuó, se preocupa “por las cargas que deben soportar, el dolor que padecen, las injusticias que padecen” los más vulnerables y que les lleva a ser víctimas de la ausencia.

Esta ausencia es una falta de “solidaridad en la brecha entre la periferia y el centro; de atención a las dificultades económicas y existenciales; de fraternidad en la que nos resignamos, incluso en el presbiterio, a estar solos o a que nos dejen solos”.

“La ausencia en la que las familias se dispersan, los vínculos se debilitan, las generaciones se oponen, las dependencias se convierten en cadenas”, aseguró el Cardenal Reina.

La esperanza que ha movido a miles de peregrinos

Al clausurar el Año Jubilar en San Juan de Letrán, el arcipreste instó a los fieles a encontrar al Señor en todos los ámbitos “sociales y existenciales” para transformar “nuestra ciudad”.

Esta “es la esperanza que ha movido a los innumerables peregrinos que han dejado la huella de sus pasos en nuestras calles, agobiados por las cargas que oprimían sus corazones”.

Para el Cardenal Reina, aunque la Puerta Santa ahora esté cerrada, “el Resucitado la atraviesa y no se cansa de llamar, para ofrecer y encontrar misericordia”. Al final de los tiempos, continuó, “seremos juzgados en el Amor”, si supimos reconocer a todos como hermanos, incluso a “aquellos que consideramos enemigos”.

Antes de concluir la Misa, pidió que la esperanza se mantenga encendida en el corazón de cada creyente y agradeció la cercanía del Papa León XIV y el trabajo de todos quienes han hecho posible la realización del Año Jubilar.

- Esta nota fue publicada originalmente en ACIPRENSA.



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