Jóvenes de la Arquidiócesis de Detroit desafían el frío intenso y se unen a la Marcha por la Vida en Washington DC

El entusiasmo inquebrantable de los jóvenes, demostrado con determinación en medio de condiciones climáticas desafiantes, destaca la firmeza y vitalidad de la nueva generación provida

DETROIT — Las temperaturas gélidas y la nieve que cubría el National Mall en Washington D.C. no impidieron que miles de personas se hicieran presentes en la Marcha por la Vida el pasado viernes, expresando así su compromiso con la defensa de la vida.

El evento, el segundo desde que la Corte Suprema puso fin a la protección federal al derecho al aborto en junio de 2022, atrajo a manifestantes de todo el país. Entre pancartas que proclamaban "La vida es valiosa" y "Soy la generación provida", la multitud marchó desde el National Mall frente al Capitolio de Estados Unidos y la Corte Suprema.

En medio de la emoción generada por el fallo del caso Dobbs, que revocó el caso Roe contra Wade, los oradores instaron a la multitud a mantener la presión sobre los legisladores para impulsar mayores restricciones al aborto.

"Roe se acabó, pero seguimos viviendo en una cultura que no sabe cuidar la vida", afirmó Benjamin Watson, exjugador de la NFL y activista antiaborto.

A pesar de las condiciones climáticas adversas que complicaron varios planes de viaje, la marcha se vivió con entusiasmo. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, alentó a los participantes a seguir luchando hasta que el aborto sea "impensable".

Jóvenes comprometidos: un futuro provida

La marcha, que reunió a personas de diversas edades y credos, tuvo un impacto significativo en los jóvenes que participaron. En una entrevista con Detroit Catholic en español, Carolina Aguilar-Garibay, quien acompañó a feligreses y estudiantes de la St. John Fisher Chapel y la Chesterton Academy of Our Lady of Guadalupe, compartió que su experiencia en Washington DC fue muy emocionante.

"Fue sumamente inspirador estar marchando junto a familias con niños pequeños, jóvenes y adultos mayores de distintas organizaciones, movimientos y congregaciones provenientes de diferentes estados, países y culturas".

"La Marcha por la Vida te inspira y motiva a seguir en esta batalla por la protección de la vida de los más inocentes y vulnerables, quienes no tienen voz".

Durante la entrevista, Carolina explicó que si bien el objetivo de participar en la marcha es dar testimonio del valor único e irrepetible que tiene la vida de cada ser humano desde la concepción hasta la muerte natural, su misión no termina ahí.

Por el contrario, es solo un recordatorio a través de una manifestación pública y pacífica del trabajo diario y la responsabilidad de hacer cada uno su parte. Es una oportunidad única para fortalecer los corazones provida y enviar un mensaje claro a través de los medios de comunicación.

“Yo seguiré trabajando en la Arquidiócesis de Detroit en el área del Evangelio por la Vida y coordinando el programa Walking with moms in need (Caminando con las Mamás en necesidad). También seguiré colaborando y trabajando en conjunto con otras organizaciones provida como la de Right to Life - LIFESPAN, quien maravillosamente coordinó toda la logística del viaje de Michigan hacia Washington DC y organizó el itinerario en el cual participó nuestro grupo. Gracias a Lynn Gura, coordinadora de este viaje, puedo afirmar que nuestra participación en la Marcha por la Vida fue un éxito”.

La respuesta de los jóvenes que Carolina acompañó fue extraordinaria. A pesar de las adversidades climáticas y de las pocas horas de sueño, mostraron un entusiasmo inquebrantable. Además, subrayó la importancia de formar a los estudiantes en apologética provida, resaltando la necesidad de que más jóvenes despierten y se den cuenta de que tienen que defender la vida levantando su voz por los que no la tienen.

Maria, Ashley y Marianne explicaron que asistir a la marcha junto con otras jóvenes que comparten sus mismos valores y fe, y que creen fervientemente en la causa provida, fortaleció la amistad entre ellas. Este evento también las motivó a dar testimonio sobre la importancia de que las mujeres reconozcan su valor y dignidad, independientemente de su edad o situación.

"Ante la injusticia que se comete en una sociedad, la gente debe dar un paso al frente y ser valiente para moldear la cultura de manera ética. Me sentí motivada a participar en la Marcha por la Vida porque estoy convencida de que debemos luchar por lo que es correcto", reflexionó Marianne.

Vanessa Sanchez, quien acompañó a jóvenes de la St. Gabriel Catholic Church y la Cabrini High School por segunda vez, compartió cómo las marchas impactaron en los estudiantes: "Es una experiencia muy gratificante, lo que vivimos allí realmente llega al corazón de la gente. A una joven se le llenaron los ojos de lágrimas al ver fotos de bebes abortados. Otra quiso ir a la marcha simplemente para faltar al colegio. Pero cuando volvimos del evento, esa muchachita empezó a colaborar con el movimiento provida y hoy es una de las jóvenes más apasionadas. Ella regresó muy motivada”.

Si bien muchas personas provida piensan que no vale la pena asistir a eventos como este, Vanessa fue contundente: "Como dice una canción en inglés, ‘If not you, then who?' (¿Si no lo haces tú, entonces quién?) Mucha gente espera que los demás lo hagan, pero entonces pienso, ¿quiénes son los demás? Los demás somos nosotros".

El mensaje de la marcha es claro: la defensa por la vida continúa, y cada individuo tiene un papel fundamental en esta causa. A medida que la sociedad se enfrenta a elecciones presidenciales que pueden verse influidas por políticas relacionadas con el aborto, la Marcha por la Vida sirve como un llamado a la acción y un recordatorio de que la defensa de la vida es un compromiso constante y colectivo.

Carolina concluyó la entrevista con mensaje claro y motivante para la comunidad hispana: “Cambiar la cultura de la muerte hacia una cultura de la vida es un trabajo apostólico y requiere de un compromiso constante”.

“Los hispanos conformamos una comunidad con una cultura profundamente provida y juntos podemos hacer mucho por extender la misión que nos encomendó y enseñó Nuestra Virgen de Guadalupe a través de sus apariciones e imagen. Dios no quiere sacrificios humanos, quiere que se respete la vida. El corazón compasivo de María nos recuerda que debemos acudir a ella, pues está aquí porque es Nuestra Madre y quiere acompañar y atender las necesidades de sus hijos, guiándolos hacia el divino, sagrado y misericordioso corazón de su Hijo Jesucristo, siempre dispuesto a perdonarnos y ayudarnos”.