La Arquidiócesis de Detroit pondrá en marcha un proceso de renovación de varios años para “adaptarse creativamente” a un futuro con menos recursos
DETROIT - En una nueva nota pastoral, el Arzobispo Allen H. Vigneron dijo que la Iglesia en la Arquidiócesis de Detroit emprenderá un proceso de renovación que durará varios años para crear “Familias de Parroquias listas para la misión”, preparadas para afrontar los retos de la evangelización en el siglo XXI.
La nota pastoral del Arzobispo Vigneron, “Sin segunda túnica: Un plan para las familias de parroquias listas para la misión en la Arquidiócesis de Detroit”, publicada el 6 de febrero, invita a la Iglesia del sureste de Michigan a avanzar en la fe al tiempo que reconoce los cambios en la Iglesia y en la sociedad que han dejado a la Iglesia con menos recursos humanos y financieros en los últimos años.
“A lo largo de la historia, la Iglesia ha respondido continuamente a los cambios sociales con audacia y fidelidad apostólicas, dejando atrás la ‘segunda túnica’ —cualquier cosa que no sirviera directamente a la misión— y al adaptar sus métodos sin comprometer su mensaje que está más allá del tiempo”, escribió el Arzobispo Vigneron. “Como Abraham, somos personas de fe, llamadas a avanzar, guiadas por la gracia de Dios, hacia la “nueva tierra” de la misión y evangelización”.
El título de la nota pastoral procede de Mateo 10:7-10, en el que Jesús instruye a sus discípulos a proclamar el reino de Dios por toda la tierra, avanzando sin nada más que su fe; sin “oro, ni plata, ni cobre en sus bolsillos; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón”.
La historia de la Iglesia puede dividirse en dos épocas significativas, señaló el arzobispo: la Era Apostólica, en la que los apóstoles y los primeros padres de la Iglesia contaban con estructuras formales mínimas y pocos recursos, pero florecieron e hicieron crecer la fe a través de su heroico testimonio de Cristo, y la Era de la Cristiandad, durante la cual la Iglesia se convirtió en una fuerza cultural dominante y creció en influencia, consolidando el orden social en la mayor parte de la sociedad occidental.
![En un futuro cercano, se prevé que la Arquidiócesis de Detroit tenga menos sacerdotes que parroquias, escribió el Aarzobispo Vigneron, lo que supondrá una carga adicional para los sacerdotes que permanezcan en el ministerio. Además, dijo, muchas parroquias se enfrentan a “un exceso de edificios de iglesias antiguas sin los recursos financieros para cuidarlos adecuadamente”.](https://images.detroitcatholic.com/DSC05685-1_2025-02-06-180855_foeu.jpg?w=1600&h=1600&fit=clip&crop=faces)
“Hoy en día, nos enfrentamos a un panorama cultural que, en muchas formas, se parece más a la época apostólica que a la cristiandad”, escribió el Arzobispo Vigneron, haciendo referencia al sueño del Papa Francisco de una ‘opción misionera’ en la Iglesia de hoy. “Aunque nuestro tiempo es marcadamente diferente al de los primeros cristianos, compartimos con ellos esta importante realidad: nosotros también nos enfrentamos a la necesidad de adaptarnos creativamente con menos recursos financieros y humanos”.
Al dirigirse tanto al clero como a los fieles laicos de la Arquidiócesis de Detroit, el Arzobispo Vigneron dijo que la Iglesia debe reconocer la fuerte disminución tanto de sacerdotes como de católicos practicantes, algo que no sucede únicamente en la Arquidiócesis de Detroit. Además, explicó que es necesario responder como lo haría Jesús: centrándose no en la infraestructura y la preservación, sino en la fidelidad.
Muy pronto, dijo el arzobispo, se prevé que la Arquidiócesis de Detroit tenga menos sacerdotes activos que parroquias, una tendencia que "supone una carga adicional para los sacerdotes que atienden a estas comunidades" y que probablemente se agravará en los próximos años.
Además, muchas parroquias están cuidando de edificios eclesiásticos envejecidos que requieren un mantenimiento extenso y continuo, causando una presión sobre los recursos financieros que de otro modo podrían ser utilizados para la misión de salvar almas, dijo el arzobispo.
“La vida parroquial en la Arquidiócesis de Detroit ha cambiado rápidamente en las últimas décadas, con menos gente en las bancas, un número cada vez menor de sacerdotes, y un exceso de edificios de iglesias antiguas sin los recursos financieros para cuidarlos adecuadamente”, dijo el Arzobispo Vigneron. “En respuesta a esta realidad, nuestras parroquias deben disminuir su huella física y, al mismo tiempo, ampliar su presencia espiritual. Estamos llamados a proclamar a Cristo crucificado, celebrar los sacramentos y servir como testigos del amor inagotable de Dios -tal como lo hicieron nuestros antepasados- con un enfoque y métodos renovados”.
Con el fin de garantizar que tanto las parroquias como los sacerdotes estén sanos y listos para la misión, Familias de Parroquias trabajará para alinear sus recursos en los próximos años y así priorizar “nuestra misión de proclamar el Evangelio y construir el Reino de Dios”, dijo el arzobispo.
Este no es el comienzo de un nuevo proceso, dijo, sino una continuación de la misión confiada a la Iglesia local por el Espíritu Santo durante el Sínodo 16 y el siguiente paso en la transición de la arquidiócesis a Familias de Parroquias.
![El título de la nota pastoral del arzobispo, “Sin segunda túnica: Un plan para las familias de las parroquias de la Arquidiócesis de Detroit listas para la misión”, está inspirado en Mateo 10:7-10, en el que Jesús encomienda a sus discípulos a proclamar el reino de Dios con valentía por el mundo, sin llevar consigo nada que pudiera obstaculizar su viaje. “A lo largo de la historia, la Iglesia ha respondido continuamente a los cambios sociales con audacia y fidelidad apostólicas, dejando atrás la ‘segunda túnica’ —cualquier cosa que no sirviera directamente a la misión— y al adaptar sus métodos sin comprometer su mensaje que está más allá del tiempo”, escribió el Arzobispo Vigneron.](https://images.detroitcatholic.com/DSC07150-1201x766-1056b8b-1_2025-02-06-183440_affq.jpg?w=1600&h=1600&fit=clip&crop=faces)
“Este enfoque en la conversión misionera—y nuestra adopción de Familias de Parroquias—es una realidad viva, no una casilla en blanco para marcar y desechar”, escribió. “Al dar gracias a Dios por el progreso que hemos logrado, también nos mantenemos enfocados en lo que sigue en nuestro esfuerzo por renovar nuestras estructuras para que estén guiadas por el Espíritu y orientadas radicalmente hacia la misión para las generaciones venideras”.
Familias de parroquias listas para la misión
Según las estadísticas incluidas en un apéndice de la nota pastoral, se espera que la arquidiócesis cuente con 134 sacerdotes activos en 2034, en comparación con los 224 actuales. En la actualidad, casi el 70% de los sacerdotes activos de la arquidiócesis tienen 50 años o más, y se prevé que la media de edad aumente constantemente a medida que los sacerdotes actuales envejezcan y menos sacerdotes nuevos los reemplacen.
Si no se hace nada, la presión a la que se verán sometidos estos sacerdotes para atender las 213 parroquias y 81 escuelas de la arquidiócesis se hará rápidamente insostenible, escribió el arzobispo.
“Nuestra atención para la renovación tiene dos aspectos: la salud de nuestros sacerdotes y de nuestras comunidades parroquiales, ambas son esenciales para garantizar que nuestros esfuerzos no solo estén en mantenimiento, sino que se centren plenamente en avanzar nuestra misión de proclamar el Evangelio y construir el Reino de Dios”, dijo el Arzobispo Vigneron.
Al mismo tiempo, las Familias de Parroquias que se enfrentan a una disminución de la participación sacramental y a crecientes necesidades de mantenimiento pueden tener dificultades para dedicar suficientes recursos a las necesidades urgentes de la evangelización en sus comunidades, dijo.
Con el fin de apoyar el florecimiento de las parroquias y los sacerdotes, la Iglesia debe discernir en oración y con honestidad lo que debe hacerse para hacer frente a estos desafíos, dijo.
“Al alinear nuestros recursos para la misión y cuidar de dar apoyo a nuestros sacerdotes en su ministerio, también continuaremos construyendo comunidades parroquiales que están totalmente vivas y creciendo, con un sentido claro de su misión de formar nuevos discípulos “llenos de gozo” de Jesucristo”, dijo el Arzobispo Vigneron. “Estas comunidades parroquiales dan prioridad a una cultura y vitalidad que atraiga a las personas que no están afiliadas, a los jóvenes y a los adultos jóvenes y que al mismo tiempo continúan equipando a los feligreses estables con el gozo del Evangelio”.
Las escuelas católicas son una parte clave de esta misión, añadió el arzobispo, y “la forma en que cada Familia de Parroquias sirve a sus comunidades escolares es un componente esencial de la planificación”.
Para apoyar esta necesidad de renovación y realineación, el Arzobispo Vigneron anunció la creación del Departamento de Renovación Parroquial, que servirá como un “un recurso dedicado a apoyar a nuestras parroquias y Familias de Parroquias para que mantengan sus estructuras alineadas con la misión”.
![Para promover la salud tanto de los sacerdotes como de las parroquias, el nuevo Departamento de Renovación Parroquial de la Arquidiócesis de Detroit apoyará a las Familias de Parroquias a través del proceso de alineación de la misión, dijo el arzobispo. Para eso, se centrará en cuatro objetivos clave: comunicación, facilitación, acompañamiento e implementación de la visión con el fin de construir comunidades de fe sostenibles y fuertes.](https://images.detroitcatholic.com/SOM_MadiMyersCook-505-1_2025-02-06-185724_pegh.jpg?w=1600&h=1600&fit=clip&crop=faces)
Este nuevo departamento se centrará en cuatro áreas clave, dijo el arzobispo: comunicar, facilitar, acompañar e implementar la visión para que se mantenga alineada con la misión.
“Para que las Familias de Parroquias estén preparadas para la misión, deben definir eficazmente sus desafíos y discernir devotamente cómo afrontarlos de manera colaborativa”, dijo el arzobispo. “El Departamento de Renovación Parroquial será una oficina de escucha, que garantizará la transparencia ayudando a dirigir todas las comunicaciones entre el personal de la arquidiócesis y las Familias de Parroquias relacionadas con este esfuerzo de renovación”.
“Estas comunicaciones abordarán la necesidad del proceso de alineación de la misión, proporcionarán métricas claras y un cronograma, haciendo uso de materiales impresos, recursos digitales y consultas en el lugar”, agregó.
Los líderes de la Curia trabajarán en estrecha colaboración con el clero, el personal parroquial, los Consejos Pastorales Familiares y los Equipos de Finanzas Familiares para facilitar “un discernimiento honesto y guiado por el espíritu sobre un futuro con menos sacerdotes y, a menudo, menos personas”, explicó.
Si, durante este proceso, se discierne la necesidad de fusionar o cerrar iglesias, el Departamento de Renovación Parroquial acompañará al clero y a los fieles en estas decisiones, añadió el arzobispo.
“El equipo permanecerá atento al impacto emocional y espiritual de estas transiciones, incluyendo cualquier fusión de comunidades parroquiales o cierre de edificios de iglesias, ofreciendo orientación y apoyo para ayudar a las comunidades parroquiales a llevar su aflicción, comenzar a sanar y aprovechar esta oportunidad para hacer que la presencia de Dios sea más visible y activa entre ellos”, dijo el Arzobispo Vigneron.
Durante el proceso de transición, este equipo se asegurará de que los cambios “se lleven a cabo con gran cuidado, asegurando que todos los pasos se hayan comunicado y facilitado detalladamente”, dijo. “El objetivo es crear un entorno en el que estos cambios puedan arraigarse efectivamente, fomentando el crecimiento en la fe y la misión”.
Según una serie de preguntas frecuentes publicadas junto con la nota pastoral del Arzobispo Vigneron, el discernimiento y las decisiones relativas a la alineación de las parroquias “se basarán en un estudio exhaustivo de los datos específicos de cada parroquia, incluyendo, entre otros: la demografía de la parroquia, la edad/disponibilidad del clero, el estado en el que se encuentran/la antigüedad de los edificios” y otros factores, pero el proceso no se basará “únicamente en los datos”, sino que tendrá en cuenta “otras medidas cualitativas de la vida parroquial” a medida que cada Familia de Parroquias discierna cómo utilizar, cambiar o adaptar mejor sus recursos.
Calendario para la alineación de las misiones
El proceso de renovación parroquial y alineación de la misión en la Arquidiócesis de Detroit se llevará a cabo durante un período de varios años y se facilitará región por región, dijo el Arzobispo Vigneron.
Este calendario, parecido al de otras diócesis que han llevado a cabo transformaciones similares, permitirá un “proceso reflexivo y de colaboración” basado en la oración y el discernimiento, agregó.
El trabajo comienza con la Región Central, que ya ha iniciado un proceso de discernimiento, e incluye las ciudades de Detroit, Hamtramck y Highland Park. Esta fase se extenderá de marzo a junio de 2025. A continuación se abordará la Región Sur, de julio a diciembre de 2025; luego la Región Noroeste, de enero a junio de 2026; y, finalmente, la Región Noreste, de abril a septiembre de 2026.
El modelo de Familias de Parroquias seguirá sirviendo como estructura para esta alineación y servirá de marco para las discusiones y el discernimiento, dijo el Arzobispo Vigneron. A lo largo del proceso, es posible que cambien algunos grupos de Familias y asignaciones de clérigos, añadió.
![Un grupo de monaguillos lleva un crucifijo por Washington Boulevard, en el centro de Detroit, durante una procesión eucarística el Día del Padre en 2021. El proceso de alineación de la misión comenzará en marzo en la Región Central y se llevará a cabo en cada una de las cuatro regiones pastorales de la Arquidiócesis de Detroit en los próximos meses y años, dijo el Arzobispo Vigneron.](https://images.detroitcatholic.com/Procession-1_2025-02-06-211649_stup.jpg?w=1600&h=1600&fit=clip&crop=faces)
“Según nuestros datos y proyecciones actuales, es necesaria una reducción de la huella de las parroquias, al tiempo que cada Familia de Parroquias, con la ayuda del Departamento de Renovación Parroquial, discierne la mejor manera de aprovechar sus recursos para la misión en el futuro”, dijo el arzobispo.
Una cosa que no cambiará, sin embargo, es el compromiso de la Iglesia local de atender las necesidades espirituales y corporales del pueblo de Dios y de las comunidades del sureste de Michigan, dijo.
A medida que avanzamos en este proceso, sacamos fuerza de la certeza de que Dios está con nosotros. Esta labor no es meramente organizativa, también profundamente espiritual: una oportunidad para renovar nuestra confianza en el Espíritu Santo, tal como los apóstoles lo experimentaron en Pentecostés, cuando los Doce se llenaron del fuego y valor del Espíritu Santo para salir de la habitación superior y compartir la Buena Nueva.
“Aunque algunas de las apariencias externas de la vida parroquial evolucionarán—como lo han hecho a lo largo de la historia de la Iglesia—los elementos esenciales de la vida parroquial permanecerán siendo los mismos. Continuaremos ofreciendo el Santo Sacrificio de la Misa, celebrando los Sacramentos de Sanación e Iniciación, alimentando nuestro llamado compartido a la santidad—especialmente apoyando las vocaciones al sacerdocio, la vida consagrada y el matrimonio—ayudando a nuestros hijos en las escuelas católicas y en la educación religiosa a prosperar y conocer a Jesús, involucrándonos con los más necesitados y fomentando una comunidad amorosa arraigada en la fe que alguna vez sostuvo a nuestros antepasados y ahora nos sostiene a nosotros”, explicó el Arzobispo Vigneron.
El arzobispo ofreció palabras de aliento a los sacerdotes de la arquidiócesis, quienes, al igual que los apóstoles, “han sido llamados a proclamar el Evangelio con valentía, no confiando en los recursos terrenales, sino en el poder del Espíritu Santo”.
“Necesitamos renovar nuestro apoyo mutuo y sacar fuerza de la fraternidad que compartimos en el sacerdocio. Tengan la seguridad de que el Señor camina con ustedes y les proporcionará todo lo que necesiten para cumplir su misión. Esta labor que hoy comparto con ustedes traerá sus propios desafíos, pero confío en que la gracia que cada uno de nosotros recibió en nuestra ordenación, nuestra participación en ese mismo Espíritu que descendió sobre los apóstoles en Pentecostés, nos sostendrá en los próximos meses”.
Asimismo, el Arzobispo Vigneron pidió a los fieles de la Arquidiócesis de Detroit que permanezcan unidos al amor del Espíritu Santo y confíen en la providencia de Dios, que nunca falla a la Iglesia.
“Somos un pueblo de esperanza, guiados por el Espíritu que renueva todas las cosas. El Espíritu Santo nos ha sido enviado por el Padre y el Hijo para guiarnos y sostenernos. Confiamos en que nos guiará, como lo ha hecho a lo largo de la historia de la salvación, hacia el futuro fructífero que Dios ha preparado para Su Iglesia”, dijo.
“Avancemos juntos, con valentía y fe, hacia esta nueva era apostólica. Cristo ha resucitado. Él está con nosotros. No tenemos nada que temer”.
Lea “Sin segunda túnica”
Lea la nota pastoral del Arzobispo Vigneron, “Sin segunda túnica: Un plan para Familias de parroquias listas para la misión en la Arquidiócesis de Detroit”, sobre el proceso de alineación misionera que tendrá lugar en los próximos años en la Iglesia local, junto con un apéndice que detalla estadísticas y métricas relevantes.
Preguntas frecuentes
Junto con la carta del arzobispo, la Arquidiócesis de Detroit publicó un documento de “Preguntas frecuentes” para abordar las preocupaciones y preguntas más comunes.