Criticar al Papa “como si la asistencia del Espíritu Santo fuera intermitente, es gravísimo” 

Foto de Gaby Arévalo cortesía de Cathopic

Se ha suscitado una controversia a raíz del documental “Francesco”, del cineasta ruso Evgeny Afineevsky, estrenado ayer 21 de octubre en el Festival de Cine de Roma. En él dice el Papa Francisco acerca de las parejas homosexuales: “Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”. 

Algunos advierten que la afirmación choca con un documento del magisterio de san Juan Pablo II, redactado en 2003 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que diceEs falso el argumento según el cual la legalización de las uniones homosexuales sería necesaria para evitar que los convivientes, por el simple hecho de su convivencia homosexual, pierdan el efectivo reconocimiento de los derechos comunes que tienen en cuanto personas y ciudadanos” (n. 9); “Si todos los fieles están obligados a oponerse al reconocimiento legal de las uniones homosexuales, los políticos católicos lo están en modo especial” (n.10), y “En caso de que el parlamentario católico se encuentre en presencia de una ley ya en vigor favorable a las uniones homosexuales, debe oponerse a ella por los medios que le sean posibles, dejando pública constancia de su desacuerdo; se trata de cumplir con el deber de dar testimonio de la verdad. Si no fuese posible abrogar completamente una ley de este tipo, el parlamentario católico, recordando las indicaciones dadas en la EncíclicaEvangelium Vitæ‘puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública’, con la condición de que sea ‘clara y notoria a todos’ su ‘personal absoluta oposición’ a leyes semejantes y se haya evitado el peligro de escándalo” (n. 10).

Se han publicado opiniones encontradas, aún entre personas de mucha formación católica. Por esta razón Detroit Catholic en español ha querido conocer la postura del seglar mexicano Rodrigo Guerra López, prestigiado doctor en filosofía, fundador del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV), miembro de la Academia Pontifica Pro Vita y autor de múltiples libros e investigaciones. La entrevista realizada la tarde del 21 de octubre del 2020 se presenta a continuación.

El contexto de las frases del Papa

“Rodrigo Guerra López, gracias por concedernos esta entrevista. Sobre el documental que se va a estrenar, pero del cual ya salieron al menos algunos fragmentos, quisiéramos que nos hablaras sobre lo que dijo el Papa. Ciertamente habla de muchos temas sociales: migración, separación de papás y de niños, etcétera; pero nadie está hablando de tales temas sino sólo de dos parrafitos muy cortitos sobre los homosexuales. Para empezar, ¿tú sabes, Rodrigo, en qué contexto se dijo esto? “

“Simplemente las notas de prensa han mostrado que es parte de un documental; es decir, que se fue grabando a través de un tiempo largo distintos momentos sobre la vida del Papa y su ministerio, con explicaciones de él mismo sobre distintos asuntos. Entonces es en el contexto de una entrevista que el papa da, y que la veremos completa seguramente a la hora de acercarnos al documental cuando se estrene.”

Dice Rome Reports que eso fue una respuesta a la pregunta de si un homosexual podía llevar a sus hijos a la iglesia. Ya veremos si eso es cierto o no; esas partes son las que no se saben en el momento que salen los encabezados, y entonces se pueden sacar de contexto varias cosas.” 

Los homosexuales y su derecho a ser parte de una familia

“Ha habido una conmoción en todos lados; se dice que esto es una ruptura con la doctrina de la Iglesia, con el Magisterio, con todo lo que la Iglesia había dicho sobre el “matrimonio” homosexual, al decir Francisco que los homosexuales tienen derecho a la familia. ¿Qué nos dices de esto, y de que a estas personas no debemos hacerlas a un lado aunque practiquen actos homosexuales?”

“El Papa Francisco, en esta breve entrevista que es parte de un documental, explica que no es correcto, conforme a la divina revelación, ni conforme a las exigencias de la ley natural, que se excluya a las personas homosexuales del cobijo de la familia. 

La familia es el lugar donde siempre se puede regresar; la familia es un espacio de convivencia que al menos de manera simbólica se constituye en torno al matrimonio heterosexual monogámico. ¿Por qué insisto que al menos simbólica? Porque también hay verdadera familia cuando hay una familia rota, hay verdadera familia cuando hay una familia fracturada.  

Siempre ayuda recordar que la gran obra donde san Juan Pablo II explica de manera, digamos, pedagógica la naturaleza de la familia es en “El Taller del Orfebre”; y “El Taller del Orfebre” es justamente el relato de cómo familias que no están funcionando bien por distintos motivos, en un caso porque la mujer pierde al esposo y entonces ella queda sola a cargo de la educación de su hijo, y en otro caso porque el matrimonio tiene grandes problemas y está en riesgo de separación, aun con todas estas disfunciones al menos se mantiene el referente, remoto si tú quieres, del matrimonio heterosexual. En el caso de la primera pareja, como ilusión, como deseo, siempre se añora la presencia del padre que muere. Y comento esto porque, por supuesto, la noción de familia abraza a las personas homosexuales, y es muy importante que ningún miembro de la familia expulse a otro por el mero hecho de ser homosexual. La familia cristiana, en particular, debe ser especialmente exquisita en este punto, porque el modo como la familia es verdadera iglesia doméstica es justamente siendo signo de reconciliación, de comunidad, de posibilidad de retorno, de abrazo paciente, y de no exigencia total de todo y como de golpe, sino de hacer camino para que las personas se encuentren cada día más con Cristo.”

¿El Papa está cambiando lo que la Iglesia siempre ha enseñado sobre el matrimonio entre homosexuales?

“Ahora bien, vamos a la parte donde Francisco cierra diciendo que está a favor de legislar las convivencias sociales, que creo que fue lo más polémico, y que es precisamente donde se dice que él está en contra de todo lo que ha dicho la Iglesia siempre. Platícanos un poquito sobre esto, y también sobre la doctrina del mayor bien posible.”

“El Papa lo que dice es que es legítimo que en contextos políticos complejos los laicos o hasta un pastor vean la manera de proteger el matrimonio entre varón y mujer creando figuras jurídicas que protejan el derecho de las parejas homosexuales y que no controviertan, que no incluyan en su definición tomas de posición respecto de la moralidad o inmoralidad de sus conductas privadas ante este tipo de realidades que se ofrecen hoy en el Estado moderno para proteger los derechos de dos personas que desean vivir juntas, sin prejuzgar su conducta sexual. En México las conocemos como sociedades de convivencia, en otros países como uniones civiles o con otros nombres.  

Lo importante es entender que este tipo de figuras jurídicas no prejuzgan la conducta moral, mucho menos sexual, de las personas; simplemente pactan, acuerdan cierta protección para derechos patrimoniales, para seguridad social, etc., que es legítimo que eventualmente las personas puedan tener. Esto, por ejemplo, en Europa se utilizó justamente cuando se empezaba a advertir la posibilidad de que algunos colectivos homosexuales quisieran optar por el matrimonio. En muchos países se legisló a favor de las uniones civiles, las sociedades de convivencia, y eso evitó que cuando algunos colectivos homosexuales demandaron el derecho al llamado matrimonio igualitario, los tribunales dijeran que no era necesario porque ya había una figura que podía proteger la estabilidad de sus relaciones, y que se llama sociedad de convivencia. 

Esto quiere decir que es legítimo tratar de aminorar el daño ante un mal inminente; y que su principio, muy conocido en teología moral, muy aplicado por ejemplo en bioética, aquí nuevamente el Papa toma en cuenta. A veces en contextos políticos complejos no es posible realizar el ideal, sino al contrario; por ejemplo, cuando los católicos somos minoría en un parlamento lo único que es posible es contener en algún grado alguna cosa injusta; entonces es legítimo que los laicos organizados o eventualmente los parlamentarios optemos, luchemos, propongamos figuras que, aunque no sean perfectas, de alguna manera moderen un eventual mal mayor. 

No es esta doctrina de mal menor, no es que se opta por un mal menor si se opta por un bien posible que a veces es muy modesto, pero que es obligatorio buscar porque el cristiano y cualquier ser humano que siga su recta conciencia está muy obligado a buscar hacer el mayor bien posible en la medida de sus posibilidades, que en algunos contextos suele ser muy pequeñito.” 

Las uniones civiles no se pueden comparar con el matrimonio

“Algunos están sacando el documento firmado en el 2003 por Ratzinger como encargado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y dicen que lo de ahora es poner estas uniones civiles como análogas al matrimonio, mientras que la Iglesia siempre había dicho que cualquier cosa análoga al matrimonio no debería ser. ¿Cuál es tu respuesta?”

“Por ejemplo, la Arquidiócesis de Nueva York ha sacado un comunicado hace unas cuantas horas, diciendo algo parecido a lo que tú me preguntas: que el Papa ha cometido un grave error doctrinal que consiste en apoyar las uniones civiles, y que las uniones civiles no se deben apoyar porque son análogas al matrimonio. Esto lo único que refleja es que la persona que escribe esta editorial…”

“Perdón, ¿fue editorial? ¿No la firmó el Cardenal? “

“No, no la firma el cardenal; la firma por lo visto es de una persona calificada, porque sale como la toma de posición de la Arquidiócesis de Nueva York. Esto lo único que refleja es que a la persona que lo escribe le falta estudiar tanto derecho natural como el magisterio pontificio, ¡familiarizarse más con la nueva síntesis de la doctrina de la Iglesia del Papa Francisco!, y también con el pensamiento de Joseph Ratzinger. 

En efecto, en el documento que aquí tenemos, del cardenal Ratzinger del año 2003, que se intitula “Consideraciones Acerca de los Proyectos de Reconocimiento Legal de las Uniones entre Personas Homosexuales”, el documento versa principalmente sobre los proyectos jurídicos que tratan de legalizar el matrimonio homosexual. No aborda otras figuras jurídicas. Y este documento dice correctamente, en el número 4, que no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre este tipo de figuras jurídicas, que pretenden ser matrimonio homosexual, y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia.”

La doctrina del bien posible

“Eso es muy correcto. Pero en el mismo documento, el cardenal Joseph Ratzinger, con plena aprobación del pontífice de la Iglesia católica de aquella época, que era san Juan Pablo II, nos dice justo en el párrafo número 10 que si no fuese posible abrogar una ley de este tipo, el parlamentario católico, recordando las indicaciones dadas en la encíclica Evangelium Vitae”, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad, con la condición de que sea clara y notoria a todos su personal absoluta oposición a leyes semejantes  se haya evitado el peligro de escándalo.  

Este texto, que evidentemente en aquel entonces, hace muchísimos años, Ratzinger se lo dirigía en particular al parlamentario, por analogía se puede extender a cualquier persona, incluidos los pastores, como al arzobispo de Buenos Aires o al propio Papa.  ¿Qué quiere decir este texto? Que en algunas circunstancias, como la que el propio Jorge Mario Bergoglio enfrentó como arzobispo de Buenos Aires, es legítimo que un pastor o unos laicos propongan una figura que no comprometa la moralidad de los actos íntimos que realizan las personas, sino que simplemente salvaguarda ciertos derechos patrimoniales y de acceso a la salud para tratar de evitar en lo posible en que se opte más bien por la ambiciosa figura del matrimonio homosexual. Aquí lo que está en el fondo explicando el Papa Francisco es que en situaciones políticas complejas los cristianos estamos llamados con creatividad y con conciencia de la circunstancia a buscar el bien posible. ¿Qué significa el bien posible? Que estamos llamados a buscar siempre cosas buenas, fines buenos con medios buenos aunque esto sea modesto; a veces no para lograr la situación ideal, a veces son simplemente acciones para contener el mal. 

Esto que Jorge Mario Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires en so momento propuso en los primeros años del milenio, está en perfecta coherencia con el documento del cardenal Ratzinger y, por lo tanto, el posicionamiento que ha hecho la Arquidiócesis de Nueva York a este respecto está profundamente equivocado.” 

El Papa aplicó el documento del 2003 cuando fue arzobispo de Buenos Aires

“¿Por qué dices que esto que está dirigido a parlamentarios debe ser análogo para el jefe máximo, el pontífice, cuando en el documento se está hablando a los políticos, que están en una situación particular en la cual tienen que tomar decisiones, mientras que en este caso es algo que Francisco dijo dentro de una plática casual durante las grabaciones del documental, que se dieron aparentemente entre el 2018 y 2019? ¿Por qué sí aplica para el jefe de nuestra Iglesia? Y lo digo por lo siguiente: el tema del escándalo que leíste ahorita. Precisamente para muchos esto es lo que está pasando: que el Papa está causando escándalo y división.”

“Respecto de la entrevista que el Papa da, está narrando cosas de su vida pasada; y justamente la última expresión, la última frase de la declaración que había circulado por todos lados sobre este tema, Francisco dice: “Yo apoyé eso”. ¿Esto qué quiere decir? Que en un contexto particular, cuando él era arzobispo de Buenos Aires, lo apoyó; y, por cierto, no tuvo éxito, pero lo apoyó. ¿Y por qué lo apoya? Porque en todos los países del mundo, y México no es la excepción, y los Estados Unidos tampoco, los fieles laicos que tienen preocupación por este tipo de temas, suelen trabajar en sinodalidad, en comunión con sus pastores. Entonces, ¡claro!, los pastores no hacen la tarea legislativa; pero sí muchas veces los pastores pueden opinar con legítimo derecho sobre la conveniencia o inconveniencia de iniciativas de orden jurídico en la medida en que estén a favor o en contra de la doctrina social de la Iglesia y del Evangelio; en otras palabras, es perfectamente legítimo que un pastor externe su opinión y muestre a través de su opinión un modo concreto de aplicar la doctrina de la Iglesia. Eso es lo que hizo Jorge Mario Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires en la entrevista que ahora se publica. No se está refiriendo a que esté innovando una enseñanza para la iglesia universal como pontífice de la Iglesia católica, sino está recordando el modo como el Papa Francisco, cuando era arzobispo, aplicó la enseñanza del cardenal Joseph Ratzinger autorizada por el Papa Juan Pablo II.”

La importancia de determinar la raíz del escándalo

“¿Y sobre la cuestión del escándalo? “

“Hoy hay muchas cosas que resultan escandalosas; lo importante es ver cuál es la raíz del escándalo. Por ejemplo, muchas veces nos escandalizamos por conductas de Jesús, que desconocemos que las tuvo. Uno de los pasajes más escandalosos que hay de la vida de Jesús es, por ejemplo, su defensa de la mujer adúltera; sin entrar en pormenores, simplemente recordemos que Jesús se interpone entre quienes va a ejecutar a una mujer verdaderamente adúltera, y ella está llena de vergüenza, de congoja y de miedo porque está a punto de ser ejecutada. Y se interpone no para legitimar su conducta, no para justificar su pecado, sino para salvaguardar su dignidad. Nadie merece ser ejecutado por un acto cometido contra natura, ¡de ningún tipo! Nadie merece ser ejecutado. Por eso es que la Iglesia, profundizando en el depósito de la fe y en los contenidos de una recta comprensión de la ley natural, se opone tajantemente a la pena de muerte en cualquier circunstancia. 

El caso de la mujer adúltera además termina muy bonito porque, en el momento final, ya cuando se han ido aquellos que pensaban apedrearla, Jesús se vuelve a ella y le dice: Yo no te condeno. Vete y no peques más. Ésta es la posición de la Iglesia, ésta es la actitud evangélica y esto es lo que el Papa una y otra vez nos refrenda; el Papa no está legitimando, ni de manera explícita  y mucho menos implícita o encubierta la conducta homosexual. Lo que sí está haciendo es poner límite a las agresiones y a las humillaciones que muchos homosexuales viven justamente por haber experimentado esta inclinación en sus vidas; el Papa en el fondo está diciendo que los homosexuales merecen contar con recursos jurídicos, que por cierto también podrían usarlos los heterosexuales, porque una pareja heterosexual también puede ampararse con la figura de la sociedad de convivencia o la unión civil. No tiene pretensiones conyugales esta figura, simplemente salvaguarda ciertas cosas; entonces este tipo de figura jurídica no presenta analogía alguna con el matrimonio. Nuevamente: quien afirme que sí lo presenta, tiene que estudiar metafísica tomista.  

No estoy aquí apelando a alguna teoría extraña, sino a la más tradicional doctrina filosófico-teológica de la Iglesia católica, porque no cualquier comparación es una verdadera analogía de atribución intrínseca o de proporcionalidad propia, que son los términos técnicos que hay que utilizar. Por ejemplo, la persona que en la Arquidiócesis de Nueva York acusa al Papa de haber cometido un grave error doctrinal, no domina la doctrina de la analogía, y, por lo tanto, hace una falsa acusación difamatoria y calumniosa en contra del Santo Padre.” 

La adopción por medio de parejas homosexuales

“Estas uniones civiles están abriendo las puertas de la adopción por parte de los homosexuales. ¿Qué nos dices de esto?”

“En las sociedades de convivencia o uniones civiles no hay posibilidad de adopción.”

El discernimiento y el escándalo

“Esta no es una crítica nueva en torno a Francisco: que hay ocasiones en que ha habido algún escándalo pero no hay ninguna aclaración. Y aquí es donde se dice que él tiene la obligación de aclarar porque de otro modo se causa más escándalo; que él tiene el deber de guiarnos con claridad y certeza. En este caso quedarán dudas para muchos. ¿Por qué el Papa tiene o no tiene el deber de salir a aclarar su postura?”

“Hay escándalos porque hacemos una conducta objetivamente culpable, una situación objetiva de pecado; por ejemplo, una prostituta pública vive en situación objetiva de pecado, y no nos estamos metiendo ahorita en cuestiones de su conciencia sino simplemente su conducta observable no es conforme al Evangelio, y por eso no se le debe de dar la Eucaristía, por el escándalo que provocaría. Es la razón que da el Código de Derecho Canónico. 

El escándalo que se ha producido en este caso en la entrevista que el papa ha concedido para hacer este documental, o en “Amoris Laetitia, donde afirma que en algunos casos los divorciados vueltos a casar pueden acercarse a la Eucaristía, no es escándalo porque él comta un error o una conducta malsana, sino es escándalo por nuestra ignorancia; porque el Papa lo único que está haciendo es poner en práctica la doctrina del concilio de Trento. Cuando cuatro cardenales le lanzan una serie de preguntas exigiendo una respuesta al Papa, el Papa no responde y a mí me pareció correcto ese silencio; en su momento eso fue publicado por mí la explicación sobre su silencio en distintos medios. Y un servidor también respondió a las dudas de los cardenales, a las famosas Dubia”; y la respuesta no implico de mi parte ningún tipo de innovación doctrinal, sino mostrar con la más escolástica teología moral de la Iglesia católica que las Dubia son improcedentes, porque siempre, si hay verdadera duda, primero que nada hay que voltear a ver la doctrina segura, y el concilio de Trento resuelve esto de manera muy sencilla: para que haya verdadero pecado mortal, y por tanto impedimento total para acercarte a la Eucaristía, no basta que exista materia grave: es necesario que haya materia grave y, simultáneamente, pleno conocimiento y deliberado consentimiento.  

Por eso en algunas circunstancias los divorciados vueltos a casar, que viven en una situación objetiva de pecado grave, es decir, donde hay materia grave, a veces tienen atenuantes; y entonces están pecando, pero pecado venial, que se te quita con agua bendita o con un golpe de pecho. Y, habiendo hecho esto, pueden acercarse a la Eucaristía. 

Estas atenuantes tienen que ser discernidas por el propio penitente y con ayuda de un director espiritual competente, porque no toda aquella conducta que implica materia grave siempre y por definición constituye pecado mortal. 

Esto también es importante para el tema que nos ocupa, porque hay personas homosexuales que de manera consciente y libre tienen conductas gravemente pecaminosas; pero no es anómalo también pensar que puedan existir en algunos casos atenuantes, que no convierten el pecado en virtud, pero que sí evitan que el pecado sea mortal aunque si haya pecado grave.”

La doctrina es clara, el Papa no necesita dar aclaraciones

¿Entonces no necesita el Papa salir a aclarar nada porque ya está muy claro? ¿Eso es lo que estás diciendo?”

“Así es, porque basta con volver a la doctrina auténtica de la Iglesia, no a la ideología. Y por eso, claro, también es válido, por ejemplo su servidor, que no es de la jerarquía de la Iglesia, le responda a los cardenales; si los cardenales aman la verdad, no importará de dónde venga la respuesta. La respuesta de tu servidor fue publicada, son 21 cuartillas a renglón seguido, en L’Osservatore Romano; entonces, L’Osservatore Romano, con las autoridades debidas, publicó eso como respuesta a los cuatro cardenales. Lamentablemente los cuatro cardenales no acogieron la respuesta, es muy doloroso; algunos de ellos ya murieron, uno de ellos mi querido maestro y amigo Carlo Caffarra, que fue además mi jefe. Desgraciadamente no acogieron la respuesta verdadera independientemente de dónde viniera, y eso nos muestra que tal vez que las Dubias no se hicieron para buscar la verdad sino como un mecanismo de presión. Aquí yo estoy haciendo un comentario arriesgado, pero lo hago bajo mi propia responsabilidad.”

La verdad, la conciencia y la ignorancia involuntaria

“Es muy importante para un cristiano aceptar la verdad de donde venga, mientras sea verdadera. Santo Tomás de Aquino enseña en la Summa Theologica que la verdad, dígala quien la diga, procede del Espíritu Santo.”

“Esta frase de Santo Tomás la utilizan mucho los reaccionarios, que están muy fuertes y que viven del Youtube. Ellos dicen que tenemos el deber, aunque seamos laicos, de corregir al Papa cada vez que se equivoca. Y que van a ser juzgados de forma más dura quienes, pudiendo decir la verdad y defenderla, no la defienden. ¿Qué nos dices de esto?”

“En efecto, la consciencia tiene que seguir en conciencia la verdad. La verdad a veces no la entendemos a cabalidad; pues lo poco que entendamos lo debemos seguir en consciencia, eso es muy importante. 

Sin embargo, algunos de los principales críticos del Papa es muy difícil, muy difícil que se puedan resguardar en la denominada ignorancia involuntaria, ¿por qué?, porque la fidelidad al Papa es una dimensión constitutiva de nuestra fe, y la promesa de Jesucristo de sostener el ministerio de Pedro no es intermitente, sino que nuestro Señor, a través de María, sostiene el ministerio de Pedro, y así el misterio de toda la Iglesia. Torpedear a Pedro como si de repente la asistencia del Espíritu Santo fuera intermitente, o torpedearlo bajo el pseudo argumento de que no está hablando ex cathedra, que es simplemente magisterio ordinario, me parece gravísimo, porque el concilio Vaticano II nos enseña a todos los católicos que el magisterio ordinario se le debe por parte de todos los fieles de la Iglesia católica un religioso asentimiento. En otras palabras, es verdadera enseñanza de la Iglesia.”

La verdad y afirmaciones del Papa que no son ex cathedra

Todo este tema de las definiciones ex cathedra está muy inflado, porque no significa que sea sólo lo verdaderamente verdadero aquello que el Papa enseña ex cathedra, hay muchas cosas que la Iglesia no enseña ex cathedra y son verdaderísimas: el principio de no contradicción, el primer principio moral de haz el bien y evita el mal, y muchas otras cosas fundamentales como las leyes fundamentales de las matemáticas son verdaderísimas y no son afirmaciones ex cathedra. Asimismo, hay verdades que son parte de la cosmovisión católica que no son dogma, y sin embargo son verdades. No toda verdad de la fe es dogma, sino que dogma nada más son algunas afirmaciones fundamentales. Pero también existe lo que se denomina las verdades católicas, que son verdaderas pero no son objeto de definición ex cathedra. Por ejemplo, muchas cuestiones en el orden moral; por ejemplo, las tomas de posición que tuvo Pablo VI en “Humanae Vitae” no son dogma y son verdaderísimas. Y son verdaderísimas porque están fundamentadas en la ley natural.”

La comunión con el sucesor de Pedro es la comunión con la verdadera Iglesia

“En fin, habría muchas cosas más que decir, pero simplemente vale la pena decir que el Espíritu Santo acompaña a la Iglesia a través del ministerio de Pedro. Pedro es el signo sensible de la comunión eclesial, y en el momento en que con razonadas sinrazones cuestiona la autoridad de Pedro, o algún laico o algún website, en el fondo está ingresando en la deriva protestante. Está lleno de verdad, pero está fuera de la comunión con la verdadera Iglesia.”

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