Tras la elección del Papa León, un sacerdote de St. Clair Shores que sirvió en Perú afirmó: 'El Espíritu Santo nos llama a evangelizar'
ST. CLAIR SHORES - El P. Joe Barron, PES, creció en el Medio Oeste de Estados Unidos, estuvo en Perú como misionero y actualmente sirve en St. Isaac Jogues Parish en St. Clair Shores.
Por eso, cuando el sacerdote de Pro Ecclesia Sancta se enteró de que el Cardenal Robert F. Prevost —misionero agustino nacido en Chicago y anteriormente obispo de Chiclayo, Perú—había sido elegido como el Papa León XIV, se sintió muy identificado con el pontífice al verlo aparecer por primera vez en el balcón que da a la Plaza de San Pedro.
“Sentí como si me estuviera hablando directamente a mí, porque yo también soy del Medio Oeste y pasé mucho tiempo en Perú”, dijo el P. Barron a Detroit Catholic. “Es un hermoso regalo de Dios tenerlo como nuestro guía espiritual”.
El P. Barron creció en Minneapolis, se unió a Pro Ecclesia Sancta en 2012 y fue enviado como misionero a Lima, Perú, en 2013.
Pro Ecclesia Sancta, que significa “Para la Santa Iglesia” en latín, fue fundada en Lima en 1981 por el P. Pablo Meno, SJ. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una orden que comprende hombres y mujeres consagrados, así como una comunidad laica, con presencia en Perú, Ecuador, Uruguay, España y Estados Unidos.
El P. Barrón sirvió en Lima, la capital peruana, mientras el Papa León XIV era obispo en Chiclayo, una ciudad ubicada al norte del país, a unas 12 horas por carretera desde Lima. "Chiclayo es considerada una diócesis periférica y no suele tener un cardenal como obispo", explicó el P. Barron.

“Estábamos sirviendo en Lima, la capital, pero también viajamos un par de veces a Chiclayo para misiones”, explicó el P. Barron. "(El Papa León XIV) era considerado un hombre con corazón de misionero. Para la gente era un obispo que realmente escuchaba al clero, a los religiosos y a los laicos, y que siempre buscaba soluciones. Por lo que me han contado quienes han trabajado cerca de él, tiene ese espíritu misionero que se ve plasmado en todo lo que hace”.
El P. Barron dijo que Chiclayo es conocida como la “Ciudad del Viento” en Perú, un apodo que, según él, enlaza bien con los orígenes del Papa en Chicago.
“Que en sus primeras palabras haya saludado a Chiclayo… es como si el Papa saludara a Petoskey o a algún pueblo pequeño y alejado”, explicó. "Creo que va a construir puentes. Tiene una conexión profunda con la Iglesia en Sudamérica, pero también es norteamericano y ha trabajado en el Vaticano. Es un Papa que entiende y camina con la Iglesia del mundo entero”.
El P. Barron no es el único vínculo con Perú en la Arquidiócesis de Detroit.
Desde hace 15 años, un grupo de aproximadamente 12 estudiantes de Brother Rice High School en Bloomfield Hills viaja a Lima para visitar a sus compañeros de Christian Brothers School Colegio Fe y Alegría y participar en trabajos misioneros en distintas zonas de la ciudad.
“Cuando vamos, hacemos cosas como construir una casa”, dijo Thane Hall, director pastoral en Brother Rice. "Es una vivienda sencilla, diseñada por nuestro contratista. Nosotros armamos paredes y ensamblamos partes de la casa. Por lo general, eso implica subir materiales por la ladera de un cerro, colocar un techo de metal y hormigonar el suelo. Es una oportunidad para que la gente necesitada salga de la niebla y el frío, y puede durar diez años o má

Hall ha tenido la oportunidad de viajar cada año con los estudiantes de Brother Rice, excepto en 2020 debido al COVID-19. Ese año, en lugar del viaje, los alumnos participaron en una experiencia de inmersión virtual junto a sus colegas de Edmund Rice Christian Brother en Perú.
Según él, el pueblo peruano es muy acogedor con los extranjeros, y que eso contribuyó a que el Papa León XIV se hiciera tan popular y fuera tan respetado en Chiclayo.
“El pueblo peruano es una verdadera alegría y una bendición; en cada persona puedes ver el rostro de Dios”, dijo Hall. “No importa de dónde vengan, cuánto dinero tengan, a qué se dediquen, si son ricos o pobres. En sus rostros se refleja la alegría de Cristo, y siempre te reciben con mucha calidez”.
“Cuando nuestros chicos van allá, los reciben con los brazos abiertos y los invitan a comer a sus casas”, agregó Hall. “La Iglesia en Perú es cercana, cálida y sencilla; va al encuentro de las personas allí donde están, y en medio de su pobreza, hay una alegría inmensa”.

La Iglesia todavía está conociendo al Papa León XIV después de su Misa de inauguración, tratando de comprender sus preferencias y prioridades para su pontificado. Hall aseguró que sus años en Chiclayo marcarán su estilo.
“El pueblo peruano tiene una profunda devoción a María, y creo que veremos esa misma devoción en el Papa León XIV”, dijo Hall. “En Perú, la mayoría de la gente tiene en sus hogares una estatua o imagen de la Virgen, quien ocupa un lugar central en los altares familiares, junto con Cristo”.
“Además, los peruanos valoran mucho la piedad popular, con fiestas religiosas en las plazas y procesiones llenas de belleza y alegría que expresan su fe. Creo que este papa va a fomentar esas manifestaciones”, añadió Hall.
El P. Barron dijo que el pasado misionero del Papa anima a sacerdotes como él a salir al encuentro del mundo.
“Espero que nos anime, tanto a los misioneros como a los sacerdotes jóvenes, y en realidad a todos los que tenemos alguna responsabilidad en la Iglesia, a vivir con mayor fidelidad nuestra vocación y a salir a anunciar la voluntad del Señor al mundo”, dijo el P. Barron. “Creo que será un gran promotor de unidad, y, considerando su lema, ‘In Illo uno unam’ —‘En el Uno, somos uno’—, el nombre que eligió y su historia, será alguien que podrá hablarle a todos”.
Hall también señaló que la elección del nombre ‘León’ es una señal de lo que los fieles pueden esperar, especialmente en lo que respecta al cuidado de los más necesitadas y a la revitalización de la fe en aquellos lugares donde se ha debilitado o perdido fuerza.

“Creo que va a despertar un nuevo entusiasmo en personas de todo el mundo, especialmente aquí en América del Norte, donde muchos, creo yo, viven su fe con indiferencia”, comentó Hall. “Ojalá que, con el fervor misionero de este papa, los corazones se abran para ver a Cristo en los pobres y aumentar el compromiso con los demás. Ya sea en otras partes del mundo o aquí mismo en la Arquidiócesis de Detroit, podremos ver a las personas superar las divisiones políticas, sociales o raciales que existen en nuestra, tendiéndose la mano y llevando a Cristo a los demás”.
El P. Barron dijo que el hecho de tener un Papa estadounidense podría dar lugar a un movimiento similar al de San Juan Pablo II en la Iglesia, que inspire a los jóvenes a responder a su vocación y a redescubrir su identidad como hijos de Dios.
En su homilía de la semana pasada, el P. Barron señaló que hay un renovado interés por la Iglesia católica tras el nombramiento del nuevo pontífice, y que es responsabilidad de todos los católicos aprovechar este momento para anunciar la Buena Nueva.
“Hay personas que están empezando a hacerse preguntas”, dijo el P. Barron. “Tenemos que actuar ahora, mientras el momento es propicio. En nuestra cultura, todos están hablando del Papa, y eso representa una gran oportunidad para evangelizar. Este momento nos ayuda a tomar conciencia de la presencia de Dios en nuestras vidas, tanto aquí en Estados Unidos como en el Perú. Es un momento en el que el Espíritu Santo nos está llamando a evangelizar”.