El programa Good Shepherd Options busca que más estudiantes y sus familias puedan beneficiarse de una educación católica integral
DEARBORN — Desde hace 12 años, Divine Child High School en Dearborn ofrece apoyo académico a estudiantes con necesidades especiales para que puedan enfrentar los desafíos de un plan de estudios de una escuela católica.
The Instructional Support Program brinda a estos estudiantes intervenciones personalizadas dentro del aula, adaptaciones individuales durante los exámenes, horas de estudio después de clase y mentores pares en el aula para ayudarlos en su desempeño académico.
Este año, Divine Child lanzó el Good Shepherd Options Program para incluir a estudiantes con capacidades especiales. Se trata de una propuesta inclusiva, que si bien no otorga a un diploma, permite a jóvenes con habilidades de aprendizaje diferentes compartir el aula con sus compañeros.
“El objetivo es que todos los estudiantes tengan acceso a una educación católica y puedan integrarse plenamente a la vida escolar”, explicó Jamesena Ingram, directora de los programas de apoyo académico en Divine Child.
“Sabíamos que en las escuelas católicas había una necesidad creciente de un programa como este”, dijo Ingram a Detroit Catholic. “El Good Shepherd Options Program está pensado para estudiantes con diferencias significativas en el aprendizaje, para que también ellos puedan recibir una formación católica y encontrarse con Cristo dentro de la comunidad de Divine Child High School”.
Gracias a este programa, los estudiantes con necesidades especiales pueden asistir a clases regulares con el apoyo de sus compañeros, y el contenido se adapta según sus capacidades y ritmo de aprendizaje.
Esta propuesta les brinda la oportunidad de vivir una experiencia escolar tradicional con sus compañeros y desarrollar habilidades sociales e intelectuales. Al egresar, los estudiantes del programa reciben un certificado (no un diploma) que les permite continuar con una formación vocacional.
“Estamos creando una cultura de pertenencia”, señaló Ingram. “Este año he visto un cambio enorme: los estudiantes son más abiertos, más solidarios y se ofrecen voluntariamente para ayudar”.
Este año, 45 alumnos completaron formularios para participar como mentores pares, tanto en el Instructional Support Program como en el nuevo Good Shepherd Options Program, que fue posible gracias a una beca de Santa Margarita de Castello.
La beca, de $50,000 anuales por dos años, permitió a Divine Child lanzar el programa y contratar a Amanda Parker como docente del Good Shepherd Options Program y coordinadora del equipo de alumnos mentores.

Parker trabaja todos los días de forma individual con los estudiantes del programa Good Shepherd, y también acompaña a pequeños grupos dentro del Instructional Support Program. Además, colabora con los docentes del currículo general para hacer un seguimiento del progreso de los estudiantes del programa Good Shepherd, adaptando los contenidos cuando es necesario.
Su principal responsabilidad es acompañar de cerca los vínculos que se generan entre los estudiantes y sus compañeros mentores, relaciones que —según ella— son la base tanto del Instructional Support Program como del Good Shepherd Options Program.
“El programa de compañeros mentores es el corazón de nuestro Options Program”, afirmó Parker. “Son fundamentales para que nuestros estudiantes se sientan realmente incluidos. Ellos construyen ese puente entre la inclusión y el verdadero sentido de pertenencia. Los docentes enseñan y crean vínculos, pero son los compañeros quienes logran que los estudiantes se sientan parte del ambiente escolar, porque hacen el esfuerzo de integrarlos”.
Griffin Teems, estudiante de tercer año en Divine Child, fue uno de los alumnos que el año pasado completó el formulario para ser compañero mentor, buscando “hacer algo distinto” dentro del ritmo habitual de clases.
“Un compañero mentor es como un amigo y un guía a la vez”, explicó Teems. “Es acompañar al estudiante a clase, revisar juntos su planificación y ayudarlo durante la jornada. Si necesita alguna preparación o ajuste, lo asistimos, lo guiamos en su día para que pueda aprovechar mejor el tiempo, hacer sus tareas y tener una experiencia escolar más positiva”.

El verano pasado, estudiantes de Divine Child asistieron a un seminario de un día en la Universidad de Notre Dame para formarse como compañeros mentores y aprender sobre los distintos estilos de aprendizaje y formas de procesar la información que tienen algunos estudiantes con necesidades educativas particulares.
“Cuando fuimos a Notre Dame, tuvimos instructores que nos enseñaron y guiaron para entender cómo aprenden las personas con estilos de aprendizaje diferentes y qué podemos hacer para acompañarlas en clase”, contó Natalie Alexander, alumna de tercer año en Divine Child. “Aprendimos muchas técnicas, como asegurarnos de invitar de manera intencional a los estudiantes con necesidades distintas a participar en la conversación, para que no se sientan excluidos. O, cuando alguien no entiende una tarea, reformularla de una manera que le resulte más clara.”
Alexander tiene dislexia y en el pasado ha contado con tutores para apoyarla en sus estudios, lo que la motivó a inscribirse como compañera mentora para poder ayudar a otros estudiantes a sacar el mayor provecho posible de su tiempo en Divine Child.
Contar con el programa Good Shepherd Options como complemento del Instructional Support Program hace que Divine Child sea una escuela aún mejor, señaló Alexander.
“Creo que Divine Child es un gran ejemplo de una escuela que hace todo lo necesario para apoyar a sus estudiantes”, afirmó. “Con el ISR y el programa de compañeros mentores, realmente me ayudaron a mí y a otros estudiantes como yo a comprender mejor nuestras tareas y saber que, si necesitábamos algo, podíamos contar con ayuda. Además, al abrirse a trabajar con personas con distintas capacidades, aprendiendo con ellas, compartiendo y conociéndolas mejor, logran que todos se sientan bienvenidos en la escuela.”

Actualmente hay un estudiante en el primer año del programa Good Shepherd Options, pero Ingram comentó que varias familias ya han manifestado su interés. La familia del estudiante se interesó en el programa porque su otro hijo ya había asistido a Divine Child, y querían que su segundo hijo tuviera la misma experiencia. La familia, que pidió mantener el anonimato, consideró que era importante que ambos pudieran compartir ese entorno educativo.
“El estudiante tenía un hermano aquí, y para la familia era fundamental que su otro hijo también pudiera asistir a Divine Child”, explicó Ingram. “Para ellos, este programa fue una gran bendición. El comienzo del año escolar fue un poco difícil para el estudiante, pero ahora que ya se ha adaptado, la familia nos ha dicho que se sienten muy bendecidos. Les encanta el programa y han notado un gran crecimiento en su hijo, tanto en sus habilidades como en su confianza”.
A medida que avanzó el año escolar, Parker señaló que se observó una mejora notable en las habilidades sociales de los estudiantes y también en los compañeros mentores.
“Vemos cómo crecen (los compañeros mentores) cuando trabajan con los estudiantes que necesitan apoyo en el aula”, comentó Parker. “Una madre nos contó que su hijo, que está en el último año y es compañero mentor, estaba tan entusiasmado con esta experiencia que ahora está considerando dedicarse a trabajar con personas con necesidades educativas distintas.”

El programa Good Shepherd Options de Divine Child sigue el ejemplo de otras escuelas católicas que han implementado programas de inclusión, como St. Mary Catholic Central en Monroe y Regina High School en Warren.
“Sabemos cuál es nuestro llamado, y se supone que debemos recibir a todos, pero había un grupo particular de estudiantes que, como escuelas católicas, no estábamos aceptando”, explicó Ingram. “Estábamos separando a las familias en contextos educativos, diciéndoles a unas ‘sí’ y a otras ‘no’. Creo que, como docentes, necesitamos adaptarnos y aprender más sobre estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje y qué podemos hacer para apoyarlos. Ahora hay más formación sobre cómo brindar estos servicios y suplir lo que nuestras escuelas no estaban ofreciendo”.
“Más allá de aceptar y enseñar a más estudiantes, el programa Good Shepherd Options también permite que los estudiantes con otras necesidades de aprendizaje aporten sus dones a la comunidad escolar, enriqueciendo la vida en Divine Child y haciendo que la escuela refleje mejor al Pueblo de Dios en su totalidad”, afirmó Parker.
“Creo que estamos poniendo en práctica lo que predicamos como católicos”, dijo Parker. “Hablamos de que todos fuimos creados a imagen de Dios y que todos merecemos dignidad, respeto y amor, pero no siempre demostramos esa inclusión como deberíamos. Sabemos que no es fácil iniciar una iniciativa como esta; da miedo, hay que comprometerse. Pero una vez que lo haces, los beneficios superan con creces lo que uno podría imaginar, porque no se trata solo de resultados visibles: se trata de aprender a vivir como Cristo durante todo el día, con toda la creación de Dios. Es algo hermoso”.