De Detroit a Roma: un miembro de la comunidad canta en las principales Basílicas y se encuentra con el Papa Francisco

Santiago Fernández, músico católico de Detroit, vivió momentos inolvidables en Roma durante la Conferencia de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos, marcando un hito en su carrera al encontrarse cara a cara con el Santo Padre

DETROIT - Santiago Fernández, nacido en México y residente de Estados Unidos desde hace 35 años, ha dedicado su vida al Ministerio musical de la Iglesia. Actualmente, es director de música, culto y alabanza en la Sacred Heart Roman Catholic Church de la Arquidiócesis de Detroit.

Su conexión con la música comenzó a una edad temprana debido a la insistencia de su madre, quien reconoció el don que Dios le había otorgado. Santiago señala que su carrera musical ha sido una bendición para él, su esposa y sus cuatro hijos, y que una vez que entró en el coro de su parroquia siendo apenas un adolescente, ya nunca más miró hacia atrás.

“Mi mamá y yo somos súper cercanos. Yo adoro a mi madre; ella me ha enseñado todo en la fe. Soy lo que soy gracias a su guía y a su ejemplo. Es una persona de un carácter intachable, hermosa en su manera de vivir la fe, sobre todo”.

“Yo siempre digo que mi madre ha sido como Santa Mónica, con esa paciencia con la que rezó por la conversión de su hijo, San Agustín, que a fin de cuentas vino a ser uno de nuestros mejores santos y ejemplos a seguir. Mi mamá rezó con mucha perseverancia e insistencia, siempre confiando en que Dios iba a propiciar que yo entrara a la Iglesia”, explicó Santiago Fernández en entrevista con Detroit Catholic en español.

Con formación en música por la Wayne State University en Detroit, Santiago también obtuvo certificaciones en ministerio litúrgico y musical a nivel local y nacional. Actualmente, se encuentra realizando una maestría en Teología con concentración en Sagradas Escrituras por el Holy Apostles College & Seminary.

Además, es compositor de música litúrgica contemporánea, y comparte sus obras a través de editoriales como OCP y GIA, llegando así a las parroquias de todo Estados Unidos. Su compromiso con el ministerio litúrgico lo ha llevado a viajar extensamente, brindando capacitaciones y retiros para coros litúrgicos.

La experiencia en Roma: cantando en lugares sagrados y la inesperada audiencia con el Santo Padre

La oportunidad de participar en la Conferencia Anual de ANSH en Roma fue una experiencia transformadora para Santiago. No solo tuvo el honor de cantar en las Basílicas más importantes de la Ciudad Eterna, como San Pedro, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán, sino que también experimentó un momento inesperado y conmovedor: una audiencia privada con el Papa Francisco.

Como las celebraciones litúrgicas son parte de la Conferencia, el músico siempre colabora con el canto de la oración de la mañana y en momentos de animación o de alabanza que se requieran. Pero esta vez las Misas fueron especiales, ya que se celebraron en lugares históricos de los cuales uno oye hablar toda la vida.

“Si bien me dieron la opción de tocar órgano, yo quise hacerlo con mi guitarra, para dejar plasmada nuestra identidad hispana en esos lugares icónicos tan bellos. Se cantó lo que nosotros cantamos, en el estilo que nosotros usamos. Y además, tocar la guitarra me permite tener cierta cercanía con los sacerdotes, porque estoy ahí al frente junto a ellos”.

Durante la entrevista, Santiago además explicó que la audiencia privada fue algo inesperado. “Yo pensé que se trataba de una audiencia general, en donde íbamos a poder tomarle alguna foto a la distancia. Pero no”.

“Nos citaron a las 7 a.m. en la Plaza de San Pedro y de repente bajaron las cadenas y los guardias suizos nos permitieron el acceso. Nos llevaron al Palacio Apostólico, que es el corazón del Vaticano. Subimos unas escaleras imponentes hasta que finalmente llegamos a los departamentos oficiales del Santo Padre, donde está el Salón Clementino. Nos sentamos allí, y al cabo de unos minutos entró el Papa Francisco. Obviamente todos nos pusimos de pie y le dimos una ovación muy linda”.

La audiencia incluyó un mensaje fraternal del Sumo Pontífice, enfatizando la importancia de la adoración eucarística y exhortando a los sacerdotes a ser accesibles y uno con el pueblo.

“El Papa siempre lleva sus discursos ya preparados. Pero llegó un momento en el que, siendo esto en español para sacerdotes hispanos como él, bajó su discurso y comenzó a hablar desde el corazón, mirando a los sacerdotes a los ojos. Fue algo muy lindo. Su mensaje fue realmente muy emotivo, muy como de hermano a hermano, muy fraternal”, señaló Santiago.

Uno de los momentos más especiales fue cuando Santiago saludó al Papa expresándole su apoyo y amor desde Estados Unidos. La respuesta del Santo Padre fue una bendición y una sonrisa. Después, le pidieron a Santiago que cantara para el Papa y eligió la emotiva canción "Vive Jesús". Este instante, cargado de significado y emoción, dejó una impresión imborrable en él.

La música como puente para la fe y la tradición católica

Santiago comparte su perspectiva sobre el papel fundamental que desempeña la música en la preservación de la tradición católica y en la conexión con Dios. Como ministro de música, su misión es elevar las voces en oración cantada durante la Misa, facilitando la conexión del pueblo con la acción litúrgica.

Por otra parte, destaca la importancia de la música como herramienta para comprender la dimensión de la fe y expresar emociones durante momentos difíciles, como funerales.

El Papa Juan Pablo II, en un discurso que compartió en 2001 durante el Congreso Internacional de Música Sacra, explicó que la música desempeña una función insustituible, elevada, que permite entrar en el ámbito de lo que es santo, de lo que es divino, de lo que a veces se siente como inalcanzable.

“Mis composiciones litúrgicas son sencillas, para que puedan ser cantadas con cierta facilidad. Tienen que ver con algún momento que se presta en la Misa para cantarla. Esa es mi meta y realmente me satisface muchísimo como ministro, como músico, como compositor, ver cuando se logra ese proceso y la gente canta, y lo que están cantando los une con la acción litúrgica que se está llevando a cabo en ese momento. La música ayuda a que el pueblo comprenda un poquito mejor la dimensión de lo que se está viviendo”, concluyó Santiago.

Además, resalta el poder de la música para atraer a los jóvenes, especialmente a través de la inclusión de géneros de alabanza que resuenan con ellos.

En cuanto a su repertorio, Santiago crea composiciones en inglés, español y bilingües, sirviendo como un puente entre las comunidades hispanas e inglesas. Considera que su capacidad para funcionar en ambos idiomas le permite unificar a ambos grupos y fomentar la aceptación mutua.

La experiencia de Santiago en Roma durante la Conferencia de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos y su encuentro con el Papa Francisco no solo enriquecieron su carrera musical, sino que también fortalecieron su conexión con la fe y la tradición católica. Cantar en lugares tan sagrados y compartir la música con los sacerdotes en la Ciudad del Vaticano fue un privilegio que atesora y comparte con gratitud.

Santiago Fernández, un ministro de música comprometido y apasionado, continúa desempeñando un papel vital en la promoción de la música litúrgica y en la construcción de puentes entre las comunidades hispanas y anglosajonas en los Estados Unidos. Su viaje desde Detroit a Roma es un testimonio de cómo la música puede ser un vehículo para unificar, elevar y conectar a las personas con lo divino.