WASHINGTON (OSV News) -- Una vigilia de oración frente a la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados (ICE) en Washington el 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, rindió homenaje a la Virgen María como patrona de las Américas y mostró su apoyo a "nuestros hermanos y hermanas inmigrantes", según informaron los organizadores a OSV News.
La festividad conmemora cómo, en 1531, Nuestra Señora de Guadalupe se le apareció a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en la actual Ciudad de México, y más tarde se plasmó su imagen en su tilma de manera milagrosa.
Como patrona de las Américas, Nuestra Señora de Guadalupe "se ha identificado con aquellos que son reprimidos o sufren bajo un imperio", declaró Judy Coode, directora de comunicaciones de Pax Christi USA, a OSV News.
Megeen White, directora adjunta del Centro Nacional de Incidencia de las Hermanas del Buen Pastor, se hizo eco de ese sentimiento.
"Por eso, nuestro propósito es centrarnos en Nuestra Señora de Guadalupe, porque ella fue testigo de que Dios está presente para todos los pueblos, y creemos que todos tienen dignidad y derechos, y por lo tanto, deben poder vivir en paz", declaró White a OSV News.
"Nuestra fe nos impulsa a ser testigos", añadió Coode. "Somos testigos de las injusticias que se están cometiendo en este país, la injusticia que se inflige a los inmigrantes. Y estamos llamados a unirnos como personas de fe".
"Rezamos por unas leyes de inmigración justas y por los derechos y la dignidad de todos aquellos que, en nuestra opinión, han sido detenidos ilegalmente y están sufriendo bajo la custodia del ICE, así como por la incautación injusta de personas y la desaparición de otras", declaró White.
Pax Christi USA y el Centro Nacional de Defensa fueron algunos de los patrocinadores de la vigilia de oración. Los demás fueron Maryknoll, Franciscan Action Network, Quixote Center, Leadership Conference of Women Religious, las Hermanas de la Misericordia y Network, un grupo de presión católico por la justicia social.
En noviembre, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos votó por abrumadora mayoría a favor de emitir una inusual declaración conjunta en la que expresaba "nuestra preocupación aquí por los inmigrantes" en su asamblea plenaria anual de otoño celebrada en Baltimore.
La declaración, un mensaje pastoral especial sobre la inmigración, no mencionaba al presidente Donald Trump, pero se produjo cuando un número cada vez mayor de obispos ha reconocido que algunas de las políticas de inmigración de la administración Trump corren el riesgo de plantear a la Iglesia retos prácticos en la administración del apoyo pastoral y las iniciativas caritativas, así como retos en materia de libertad religiosa.
La declaración supuso el primer mensaje de este tipo del conjunto de obispos desde 2013, cuando emitieron su respuesta al mandato anticonceptivo del Gobierno federal en la Ley de Asistencia Asequible, también conocida como Obamacare, afirmando: "Los obispos estamos unidos en nuestra determinación de resistir esta pesada carga y proteger nuestra libertad religiosa".
Cuando se le preguntó sobre el mensaje pastoral especial sobre la inmigración, Coode respondió: "Es lo correcto. Es lo que hay que hacer, proteger a los inmigrantes".
"(Los obispos) tienen inmigrantes en sus propias familias", dijo. "Tienen vecinos inmigrantes y están viendo la brutalidad que se está produciendo, y es indignante".
La doctrina social católica sobre la inmigración equilibra tres principios interrelacionados: el derecho de las personas a migrar para sustentar sus vidas y las de sus familias, el derecho de un país a regular sus fronteras y controlar la inmigración, y el deber de una nación de regular sus fronteras con justicia y misericordia.
Kate Scanlon es reportera nacional de OSV News y cubre noticias desde Washington. Síguela en X @kgscanlon.
