CARACAS (OSV News) -- Venezuela se prepara para un momento histórico con la canonización de sus primeros santos: el beato José Gregorio Hernández y la beata María Carmen Rendiles.
Se han previsto grandes celebraciones en Caracas y en Isnotú, lugar de nacimiento de Hernández, conocido cariñosamente como el “médico de los pobres”. Se están llevando a cabo trabajos de restauración en lugares religiosos clave, como iglesias y la antigua casa de Hernández, ahora convertida en museo.
El presidente Nicolás Maduro está colaborando estrechamente con la Iglesia Católica en materia de logística e infraestructura para este acontecimiento.
El esfuerzo conjunto de la Iglesia y el régimen de Maduro no sorprende, dada la talla del beato Hernández. Según Francisco González Cruz, profesor de geografía de la Universidad del Valle de Momboy, en Trujillo, autor de numerosos libros sobre el futuro santo, “es el venezolano más famoso de todos los tiempos”.
Sin embargo, algunos sacerdotes exiliados advierten que el régimen está politizando el evento para mejorar su imagen.
A pesar de la controversia, la canonización supone un momento de profundo orgullo nacional. El beato Hernández, católico devoto y médico pionero, dedicó su vida al cuidado de los pobres.
Su legado sigue inspirando esperanza en un país que se enfrenta a la agitación política y económica. Los líderes de la Iglesia dicen que este es un momento no solo para la celebración, sino también para la conversión y la unidad.
El futuro santo encarnaba las cualidades necesarias para lo que el Papa Francisco denominó desarrollo humano integral, dijo González a OSV News. “La canonización es solo el comienzo. Necesitamos conocerlo cada vez más profundamente e imitarlo”, afirmó.