Su abuelita lo jalaba de las orejas para llevarlo a misa, hoy es seminarista en Detroit

El seminarista Arturo Medina orando en la capilla del seminario de Detroit. (Melissa Moon | Detroit Catholic en español)

El seminario arquidiócesano de Detroit, Sacred Heart Major Seminary, tiene una pequeña pero vibrante comunidad de seminaristas latinos. Por motivo del lanzamiento de Detroit Catholic en español se presentarán las historias del caminar en el mundo y en la fe de cinco hispanos que actualmente disciernen su vocación en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón.

Detroit-México-Detroit

Nació en Detroit pero a los seis años Arturo Medina se tuvo que regresar con sus papás a Guanajuato, México. A los 14 años la situación económica no era nada buena por lo cual dejó a su familia, y “a mi novia” dice entre risas, para regresar a Detroit a aprender inglés y así poder luego entrar a la universidad. Pero, ¿Cómo es que un adolescente tan joven puede tomar la decisión de irse a otro país sin sus papás y hermanos? La respuesta se resume en que lo hizo por el futuro de su familia. 

Viajó a Detroit con el plan de sacar adelante a sus papás en México y de buscar la prosperidad económica para su propia vida, cosa que en su país se veía como una misión imposible. Esta fue la razón de Arturo, lo que él no sabía es que Dios tenía un motivo muy diferente para llevarlo a Detroit.

Al vivir ya en Detroit primero iba a la ya cerrada Experience Preparatory Academy y luego al Voyageur Academy, concentrándose en aprender inglés mientras vivía con su abuelita. Siendo ella una mujer bastante religiosa “me llevaba de la oreja a misa”, dice Arturo, pero él no oponía resistencia por la gratitud que sentía por haberlo recibido en su casa.

Un año después de su llegada a Detroit decidió ir a un retiro en St Francis y St Eduvigis, de allí no había retorno porque se fue convenciendo que “Dios nos creo para ser santos”. Pero él quería casarse y tener hijos, por eso cuando el padre Bernardo Cruz lo invitó a una cena sobre el discernimiento vocacional con el señor Arzobispo en el seminario, aún y cuando la experiencia lo movió en su interior se resistió y le pidió una señal a Dios.

“No manches, no le hubiera dicho a Dios que quería señales”, le platicó a Detroit Catholic en español riéndose Arturo, “me mandó una tras otra desde el momento en el que se las pedí”. Después de varios días con diversas confirmaciones divinas que fue recibiendo en su diario vivir, tomó la decisión de dejar sus sueños de prosperidad económica para responder al llamado del Señor.

Dándole la noticia a su familia

La decisión estaba tomada; su papá le dijo que lo apoyaba, pero no fue fácil para el resto de su familia, “¿Cómo vas a encontrar el amor y la felicidad si no te casas?”, le decía su hermana mientras su mamá por meses le repetía: “Tu estás loco, nunca vas a ser sacerdote”.

Unos meses después de haber decidido aceptar el llamado, Arturo fue a visitar a sus papás a México. Su mamá no lograba superarlo, el tema le calaba hondo. Una mañana, molesta por el camino que su hijo estaba escogiendo, le dice que van a agarrar el camión para ir a visitar a familiares. Todo cambió a partir de ese viaje.

Los seminaristas Daniel Magareno y Arturo Mediana en la biblioteca. (Melissa Moon | Detroit Catholic en español)

Arturo, sentado en el autobús sintió con mucha claridad que Dios le llamaba a pararse en medio de todos para en voz alta rezar el rosario. Luchó varios minutos contra esta idea, diciéndole a Dios, “Cualquier cosa por favor… pero no esto”, pero la certeza de que Dios quería que lo hiciera solo aumentó por lo cual se armó de valor para sí hacerlo.

Desde las 6pm del jueves 19 de marzo hasta el domingo 22 de marzo a las 12pm se llevará a cabo el fin de semana de discernimiento en el Seminario.

No pudo voltear a ver a su mamá en todo el trayecto y al final ya que se bajaron solo la notó extremadamente sería. ¿Se habrá enojado aún más? Así duro hasta que ya en casa de sus familiares una tía le dijo que no entendía por qué Arturo estaba tomando esta decisión, “Es la mejor decisión, esto viene de Dios y yo lo apoyo” le respondió rápidamente su madre. En ese momento le quedó muy claro que el pararse a rezar el rosario no fue solo para que otros en el camión se unieran en su oración, si no que era lo que Dios quería usar para con su mamá.

La fe del latino, presente en el seminario

En el 2017 es cuando ingresa ya a Sacred Heart y hoy que tiene 20 años de vida da gracias a Dios por tener otros cuatro compañeros hispanos porque, “La manera en la que los latinos vivimos nuestra fe es muy diferente y muchas de las expresiones y palabras son muy nuestras. Esto aparte de que nos hace mucho bien hablar en español de nuestra fe” y añade, “nos entendemos no solo por nuestro idioma sino porque el convivir nos recuerda a nuestra familia, nuestra cultura y tradiciones.”

De un adolescente que iba a misa jalado de la oreja por su abuela a todo un hombre de fe, con una grande sonrisa Arturo le manda este mensaje a otros muchachos, “Cuando uno le dice que sí a Dios nos pasa igual que a María, nos vienen cosas que nunca nos esperamos”. Y remata diciendo “la vida de un seminarista pudiera parecer aburrida, pero no lo es ya que viene mucha alegría por hacer el bien por los demás”.

Síguenos en Facebook o Instagram como Detroit Catholic en español, suscríbete para recibir los boletines semanales vía correo electrónico o colabora con nosotros.

Secciones
Inicio
Suscribir
Buscar