El mes de noviembre: Un tiempo para reflexionar sobre la eternidad

Después de que la hermosa y talentosa Elizabeth Ann Seton enviudara en 1803 a la edad de 29 años, comenzó a encabezar sus cartas con la inscripción, + Eternidad +. Ya había perdido a su madre cuando sólo tenía tres años, y le aguardaban muchas pérdidas en el futuro: dos cuñadas, queridas amigas; su hija Annina de tan solo 17 años; y cuatro años después, otra hija, Rebecca, de 14 años.

Uno pudiera pensar que la fascinación de Seton por la eternidad simplemente era un escape de las duras realidades de la vida diaria. Sin embargo, en la actualidad, la “luz de la eternidad” ofrece la perspectiva más realista posible en la vida diaria. Las semanas que pasó con su esposo enfermo y Annina en un lazareto italiano, mientras William avanzaba lentamente hacia la muerte, le enseñaron a Elizabeth una verdad preciosa: el amor eterno nos hizo para la eternidad, y los éxitos y fracasos en esta vida son éxitos y fracasos sólo en la medida en que guíanos más cerca del Amor o más lejos de Él.

Esta verdad guió a la Madre Seton a través de su vida apasionada, una vida de profundas amistades, de extraordinario servicio a sus hermanas y estudiantes. Lejos de ser un escape de la realidad, el pensar en la eternidad le dio sentido a sus tareas diarias.

Este mes de noviembre, el mes de las Santas Almas, es una invitación a reflexionar sobre la eternidad, y así dejar que la realidad del amor brille al rojo vivo para nosotros, Su amor por nosotros y el amor que le debemos a Él y a los demás, incluidos los difuntos y las almas del Purgatorio.

La carmelita Santa Isabel de la Trinidad perdió una batalla atroz contra la enfermedad de Addison a la edad de 26 años. Poco antes de su muerte, le escribió a un querido amigo:

Se acerca la hora en que voy a pasar de este mundo a mi Padre, y antes de irme quiero enviarles una nota de mi corazón. ¡Nunca el Corazón del Maestro estuvo tan desbordado de amor como en el momento supremo en que iba a dejar los suyos! Me parece como si algo similar estuviera sucediendo en Su pequeña esposa en la noche de su vida, ¡y siento como si una ola se elevara desde mi corazón hacia el tuyo!

Querida Antoinette, a la luz de la eternidad el alma ve las cosas como realmente son. ¡Oh! ¡Cuán vacío es todo lo que no se ha hecho para Dios y con Dios! Te lo ruego, oh, ¡marca todo con el sello del amor! Solo aguanta. Qué stan en serio es la vida que cada minuto nos es dado para 'enraizarnos' más profundamente en Dios, como dice San Pablo.

Este noviembre, pidamos a Dios que nos enseñe a hacer todo por Él y con Él, para sellar cada acción con el sello del amor. Es el amante celoso de Oseas, que nos persigue con perseverancia. Regresemos este mes a Él en Misa o confesión, o, en caridad, ayudemos a un amigo a hacerlo. Recemos por las Santas Almas del purgatorio, que anhelan con tanto anhelo ver al Amor cara a cara.

La Hna. Maria Veritas Marks es miembro de las Hermanas Dominicas de María, Madre de la Eucaristía, con sede en Ann Arbor.



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