El Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí, pidió a las autoridades de Bolivia luz sobre la realidad que vive la sociedad, con una serie de desafíos y problemas en la economía, la educación y la salud.
En su homilía de la Misa que presidió el domingo 19 de marzo, el Prelado observó una situación de incertidumbre, en especial vinculada a la economía: “¿Cómo estamos? No lo sabemos. Nos dicen que estamos bien en economía, pero por las calles vemos otra realidad”.
En las últimas horas, el ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, afirmó que la economía del país "está bien" y que hay una "estabilidad de precios”. Sin embargo, según reportes de agencias internacionales, la situación en Bolivia evidencia un agotamiento de las reservas, cambiando su calificación de estable a negativa.
En cuanto a la educación, el Arzobispo señaló que los profesores “están en las calles exigiendo también algo que les corresponde”. Y en referencia a la malla curricular determinada por el Gobierno, planteó: “¿Por qué quieren imponer algo que no es necesario hoy día?”.
Con este cuestionamiento hizo alusión a la nueva malla curricular impuesta por el Ministerio de Educación, que añade modificaciones en los contenidos para los tres niveles escolares, especialmente en lo vinculado a la educación sexual.
El nuevo diseño curricular despertó críticas y protestas en los docentes y también en la Iglesia, que denunció “imposición ideológica” contraria a los principios y valores que deberían primar en la educación.
Dirigiéndose a los padres de familia, el Arzobispo llamó a la responsabilidad de ver qué educación quieren para sus hijos, a no quedarse callados “frente a algo que quieren imponer” y a no dejarse llevar por lo que dice la autoridad.
Mons. Leigue también mencionó los problemas en la salud, que, sumados a los temas anteriores, contribuyen a un “ambiente tenso”, con un brote de dengue que arroja cifras críticas, en especial en niños, y un sistema sanitario precario cuya capacidad se encuentra colapsada.
El Prelado observó muchas cosas “que hay que solucionar y hay que ver la necesidad de la gente, de los hospitales”.
Desde hace tiempo, señaló, “los papás claman para que sean atendidos sus hijos, claman por remedios que necesitan y no hay”
“En estos días ha habido reuniones de políticos, donde analizan un poco la realidad, cómo está. Donde aquellos que se ve que están divididos, aparentan estar unidos, y donde otros grupos también de políticos que aparentan estar unidos, y a la hora de la verdad se los ve divididos”, subrayó.
“En vez de buscar el futuro, de ver la realidad para buscar una solución, se concentran solamente en mirarse ellos mismos”, criticó.
“Hay que ver más allá de las apariencias, hay que mirar lo que realmente se necesita, lo que la persona está viviendo y eso parece que es lo que falta”, exhortó.
“En medio de todo esto, el Señor se presenta como la luz del mundo”, destacó. “Dios no mira las apariencias, mira el corazón”.
Dirigiéndose a las autoridades, Mons. Leigue pidió “que nos digan la verdad, que no nos mientan”.
En el tiempo de Cuaresma, el Arzobispo animó: “No perdamos el rumbo, no nos alejemos de Dios. Tengámoslo a Él como esa luz que nos ilumina” mostrándonos por “dónde tenemos que caminar, qué tenemos que hacer. Dejémonos guiar por Él, dejémonos guiar por este Dios que nos quiere, que nos ama y que no hace diferencia entre nosotros”.
Finalmente, anheló que se pueda encontrar luz en estos temas “para que podamos vivir más tranquilos y no con esa incertidumbre, esa tensión que hay entre nosotros”.
“Que nuestras autoridades de verdad sepan ver a las personas como tales, que puedan trabajar y trabajen por todos”, pidió.