DETROIT - El sábado 29 de marzo, el Sacred Heart Major Seminary en Detroit será el punto de encuentro para cientos de hombres en la 16ª Conferencia de Hombres Hispanos, un evento cuyo objetivo principal es ayudar a los participantes a fortalecer su fe y a descubrir su verdadera identidad y misión como hijos de Dios.
La jornada, que tiene un costo de $30 por persona e incluye desayuno y almuerzo, contará con la participación de reconocidos conferencistas, entre ellos el Padre Pedro Nuñez, de EWTN Alabama, quien abordará el desafío de amar a Dios a pesar de relaciones paternales difíciles. También estarán el Padre John Robinson, SOLT, de Holy Redeemer, y el Padre John Herman, de la Basilica of Ste. Anna.
Además, habrá música de alabanza a cargo del grupo Hombres de Fe del Ministerio de Música de Emaús Pontiac, testimonios y una representación escénica diseñada para transmitir el mensaje del evento de manera visual y dinámica. El día culminará con una Misa presidida por el Obispo Arturo Cepeda, precedida por una Hora Santa y la posibilidad de recibir el sacramento de la Reconciliación.
En entrevista con Detroit Catholic en español, Antonio Camino, quien lleva siete años colaborando y es el actual tesorero, explicó que cada año el comité organizador busca abordar temas relevantes para la comunidad hispana. Bajo el lema Hijo Amado del Padre, en esta ocasión la Conferencia estará enfocada en la identidad del hombre católico en Detroit, que se ha ido perdiendo y desvirtuando.
“Es fundamental reconocer nuestra identidad como hijos de Dios y las responsabilidades que esto conlleva, así como el amor inconmensurable de Dios, que alcanza a llegar a nuestras familias”.
Por otra parte, destacó la importancia de este evento como un punto de partida para la conversión de muchos hombres. Explicó que uno de los principales objetivos es encender el deseo y lograr que los participantes tengan un encuentro personal con Jesús y con Dios.
“Sabemos que la Conferencia ocurre solo una vez al año y dura un día, pero buscamos que algún ministerio los acoja y los acompañe el resto del tiempo. Para nosotros, si uno o dos de todos los asistentes tienen esa conversión, ya habrá valido la pena".
Jesús Armando Acosta, secretario de la mesa directiva de Emaús, colaborará por primera vez en este evento anual y estará a cargo de recibir a los asistentes. Sin embargo, ya participó de dos conferencias anteriores.
Fue por primera vez porque su esposa lo animó a asistir con su hijo adolescente. Allí se dio cuenta de la importancia de fortalecer la relación entre padre e hijo, ya que hoy en día, la tecnología separa cada vez más a las generaciones y la comunicación se va perdiendo.
“Es importante inculcarles a los jóvenes más que nada el camino de Dios, porque está muy difícil ahorita allá afuera. Las cosas del mundo son muy dominantes, así que, si el padre no empuja a sus hijos a seguir el camino de Dios, está muy difícil que ellos lo hagan y se conviertan”, reflexionó Jesús durante una entrevista con Detroit Catholic en español.
Como explicó el Papa Benedicto XVI durante el jubileo de los catequistas el 10 de diciembre de 2000 en Roma, “convertirse significa dejar de vivir como viven todos, dejar de obrar como obran todos, dejar de sentirse justificados en actos dudosos, ambiguos, malos, por el hecho de que los demás hacen lo mismo; comenzar a ver la propia vida con los ojos de Dios; por tanto, tratar de hacer el bien, aunque sea incómodo; no estar pendientes del juicio de la mayoría, de los demás, sino del juicio de Dios. En otras palabras, buscar un nuevo estilo de vida, una vida nueva”.
Para Jesús, la Conferencia también fue un espacio de sanación tras una tragedia familiar. En 2020, sufrió la pérdida de sus padres en México, lo que lo llevó a buscar consuelo en la fe.
“Cuando uno pasa por algo tan duro, es fácil caer en vicios como el alcohol. Pero después de un tiempo te das cuenta de que solo el amor de Dios reconforta”.
En la Conferencia, muchas personas encuentran esa paz; algunos lloran durante las charlas porque las palabras tocan su corazón. Lo importante, explicó Jesús, es que hay diversos ministerios para atender todas las realidades y que brindan ayuda dependiendo de la situación de cada uno.
“En la Arquidiócesis de Detroit hay mucha variedad, existen muchos grupos. Es muy grande la comunidad aquí y creo que puede crecer más porque hay más gente que necesita información. Solo es cuestión de que nosotros vayamos a buscar personas para acercarlas a la Iglesia”.
“Yo encontré apoyo en el Ministerio de Emaús, donde pude encontrarme a mí mismo y empezar a sanar, porque fue un momento muy difícil. Allí me enseñaron a servir al Señor y a los demás, algo que me ayudó mucho a seguir creciendo”.
Por su parte Héctor Salazar, responsable del sonido en la Conferencia, destacó que “como comunidad hispana estamos muy bendecidos. Hay muchas actividades, es cuestión de que uno quiera participar. Y unos de los objetivos de la Conferencia es precisamente brindarle toda esa información a la gente”.
Héctor recuerda que asistió por primera vez al evento hace tres años, gracias a la invitación de un amigo. Como el sonido no era el mejor y por momentos le costaba escuchar el mensaje de los conferencistas, se ofreció a ayudar, ya que cuenta con equipo profesional. Desde entonces, colabora con la ecualización del audio para que todos escuchen claramente las alabanzas, las charlas y la Misa.
Para él, la Conferencia es un espacio donde los problemas de la vida diaria se ponen en manos de Dios. “Llegas aquí con penas y cosas que te pasan en el día a día, pero cargas pilas y sales renovado. Tus problemas ya no te parecen tan grandes".
Héctor viajaba musicalizando en grupos de cumbia y merengue, y le pagaban muy bien. Pero después de la Conferencia decidió servir al Señor. Tanto es así que poco a poco se fue retirando, y ahora solo musicaliza en eventos de la Iglesia.
“Porque estando con Dios, Él te da todo lo que realmente necesitas. Como dice la Palabra: ‘Encárgate de mis cosas, que yo me encargaré de las tuyas’. Eso me quedó muy claro”, reflexionó.
Un espacio para el encuentro entre padres e hijos
Durante el evento, una de las charlas permitirá que padres e hijos expresen por separado lo que les gusta y lo que quisieran mejorar en su relación, con el fin de fortalecer el diálogo y la conexión entre ellos.
"Es muy bonito ver cómo los jóvenes llegan serios y, con el pasar del día, se sueltan, sonríen y hasta bailan. Eso es lo que necesitan: abrirse y experimentar juntos el amor de Dios".
Para Antonio, este evento también es una oportunidad única para los hombres hispanos de fortalecer su fe y compartir con otros que viven situaciones similares.
"Es un día que nos permite salirnos de nuestra rutina, de estar rodeados de otros hombres que están pasando por situaciones similares o incluso más difíciles. Es un espacio para abrirnos, para escuchar temas que en otro ambiente no se dan y para alimentar nuestra fe”.
Para aquellos que dudan en asistir, Jesús compartió un mensaje claro: "A veces los papás también necesitamos nutrirnos espiritualmente para poder guiar a nuestros hijos. Como dice el Evangelio, 'un ciego no puede guiar a otro ciego'. La conferencia es una oportunidad única para fortalecerse y reencontrar el camino en Dios".
