Mensaje de monseñor Arturo Cepeda, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Detroit
El primero de septiembre de este año, nuestro Santo Padre Francisco nos recordó con solicitud a todos los católicos y al mundo entero el participar con entusiasmo y esperanza en la celebración mundial por el cuidado de la creación.
Este es un tiempo para que cada uno de nosotros tomemos conciencia de nuestra responsabilidad hacia nuestra casa común, y como insiste, tengamos en cuenta que “el clamor de la Tierra y el clamor de los pobres son cada vez más graves y alarmantes”.
Como católicos y miembros de una sociedad todos somos responsables por la creación divina que ha sido puesta a nuestro cuidado, y sin duda alguna el cuidado hacia nuestros hermanos y hermanas que sufren por la pobreza.
Cada uno de nosotros podemos y debemos ayudar. Es un desafío moral y espiritual. El cuidar de la creación de Dios es reconocer el gran don de Dios que confió a todos nosotros. Y recordemos también que todos estamos conectados – conectados como familia humana – debemos tomar responsabilidad por ayudar al más necesitado. Debemos ser solidarios y buscar siempre formas creativas de justicia y equidad.
Todo comienza por el hogar. Con esta invitación del Santo Padre, busquemos formas sencillas de motivar a nuestras nuevas generaciones a cuidar de nuestra casa común, cuidar de nuestra creación y cuidar de los más necesitados.
Yo agradezco a mi madre que desde pequeño me enseñó a cuidar de la naturaleza. Nosotros teníamos dos perros grandes llamados osa y oso, y una pequeña ratita llamada Gertrudis. Mi madre nos recordaba siempre que deberíamos cuidar de ellos, con amor, alimentos y tiempo. Ellos eran un regalo de Dios. Así como también nos decía que compartir alimentos con los más necesitados era una forma de reconocer su presencia como familia y la forma más humana de ayudarles. No sin falta, recordarnos que jamás deberíamos desperdiciar comida.
Estos pequeños consejos me han ayudado mucho ahora como adulto. Y tengo la confianza que las nuevas generaciones podrán disfrutar de la creación de Dios si todos ponemos nuestra parte por cuidarla. Aunque sea tomando pequeños pasos.