La dispensa se extendió desde el vencimiento original del 6 de septiembre, pero los católicos que se involucren en otros riesgos "deberían comenzar a regresar a la misa dominical”

DETROIT - Los católicos de la Arquidiócesis de Detroit están exentos de su obligación de asistir a la misa dominical hasta al menos el lunes 23 de noviembre, según una nueva directiva emitida por el Arzobispo Allen H. Vigneron.

La dispensa se extendió desde su vencimiento original el domingo 6 de septiembre, a la luz de la continua propagación del COVID-19 en Michigan y la “imposibilidad de que las parroquias acomoden de manera segura a todos los católicos para la misa dominical”, dice la directiva.

Si bien se seguirán ofreciendo misas públicas, la dispensa alivia la carga de conciencia de aquellos que tienen temores legítimos y graves de que ya sea ellos contraigan COVID-19 o las personas vulnerables a las que cuidan y con las que conviven, afirma la directiva.

Sin embargo, “los católicos que participan en otras actividades que podrían presentar un riesgo similar o mayor de contaminación (salir a comer a restaurantes, viajar, hacer compras no esenciales, ampliar el círculo de contactos, etc.) deben comenzar a regresar a la misa dominical cuando les sea posible”, dijo el padre Stephen Pullis, quien escribió el mensaje a nombre del arzobispo.

"Si bien uno no comete un pecado mortal al ausentarse durante estos días debido a la dispensación, uno se vería privado de las inconmensurables gracias espirituales que Cristo desea para sus fieles cuando participan activamente en la misa", dijo el padre Pullis.

Si bien los católicos no están obligados a asistir a misa en persona, todavía tienen una "grave necesidad" de santificar el día del Señor, recuerda la directiva a los fieles.

“Cuando no es posible participar en persona en el santo sacrificio de la misa, es de vital importancia que cada miembro de la Iglesia Católica alimente su alma durante estos días”, dijo el padre Pullis. "Esto significa cultivar una vida de oración en sus hogares, leer la Sagrada Escritura, especialmente las lecturas prescritas para la misa dominical, y hacer de Cristo el centro del hogar y hacer del ser discípulo la identidad central de su vida".

Esto es especialmente importante los domingos, con o sin obligación de asistir a misa.

“Como el día de la resurrección de nuestro Señor, los cristianos desde los primeros días apartaron el domingo como un día diferente a los demás”, continuó. “Esto significa que las actividades del domingo deben ser diferentes de las actividades del resto de la semana. La oración y el tiempo para Dios, el tiempo para la familia y las obras de caridad deben ser fundamentales para el domingo católico.”

La obligación de asistir a Misa, cuando no se dispensa, “es un llamado grave para nosotros, que hemos sido incorporados a Cristo por nuestro bautismo, a participar en el sacrificio de Cristo al Padre”, escribió el padre Pullis.

“Mientras la dispensa permanece en efecto, es imperativo que recordemos lo maravilloso que es participar en la Misa, particularmente al recibir a Cristo en la Sagrada Eucaristía. Perder la centralidad de la misa en nuestras vidas sería una tragedia espiritual.”

La Arquidiócesis de Detroit continúa brindando una lista de las misas transmitidas en vivo para los fieles, y muchas parroquias han reforzado sus ofertas en línea.

Hace un año, el arzobispo Vigneron escribió una nota pastoral, "El día del Señor", sobre la obligación de las familias católicas de observar el domingo como un día de descanso reservado para Dios.

Para obtener una lista de ideas para que las familias pasen los domingos juntas en oración, realizando actividades y en reflexión la siguiente página está a disposición unleashthegospel.org/spiritualcloseness