Derivado de una investigación que abarcó más de 10 años, los restos que fueron cremados, ahora han sido enterrados dignamente durante la ceremonia del Día de los Fieles Difuntos
BROWNSTOWN TOWNSHIP — El 2 de noviembre, Catholic Funeral and Cemetery Services trabajó con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) para enterrar los restos cremados de 579 personas que no fueron reclamadas, y que la oficina tenía en su poder.
El FBI se puso en contacto con el ministro para enterrar los restos que se originaron a raíz de una investigación que abarcó un período de 10 años, expresó a Detroit Catholic, Deanna Cortese, directora de divulgación de Catholic Funeral and Cemetery Services .
La oficina intentó comunicarse con la familia y los familiares más cercanos de los fallecidos, dijo Cortese, y recurrió a Catholic Funeral and Cemetery Services para enterrar los restos de aquellos para quienes no se pudo establecer contacto familiar.
El obispo auxiliar Gerard W. Battersby bendijo los restos en el cementerio Our Lady of Hope en el municipio de Brownstown el 2 de noviembre, en relación con la celebración del Día de los Fieles Difuntos en el cementerio.
“Esto se produjo después de una investigación que estaba haciendo el FBI en la que intentaban devolver a sus familias a todas las personas involucradas en el caso”, dijo Cortese. “Lamentablemente, aproximadamente 579 personas fallecidas no pudieron ser devueltas a ningún miembro de su familia o pariente más cercano, por lo que quedaron con estos restos en su poder”.
Las cenizas fueron enterradas junto con 420 restos traídos por varias familias al cementerio Our Lady of Hope, al cementerio Holy Sepulcher en Southfield y al cementerio St. Joseph en Monroe, como parte del Programa de Conmemoración de los Fieles Difuntos de Catholic Funeral and Cemetery Services .
“(El FBI) quería darles un entierro digno y adecuado, por lo que uno de sus agentes se acercó a nosotros a través de nuestro Programa de Conmemoración de los Fieles Difuntos y preguntó si estaríamos dispuestos o no a aceptar a estas personas y ponerlas a descansar en el cementerio, que es justamente lo que hicimos hoy”, dijo Cortese.
Esta no es la primera vez que Catholic Funeral and Cemetery Services trabaja con las autoridades gubernamentales para enterrar restos no reclamados, agregó Cortese.
“A principios de la década de 2000, trabajamos con la morgue del condado de Wayne, donde enterraron alrededor de 170 cuerpos completos que no fueron reclamados”, dijo Cortese. "Tenemos un área especial donde el condado de Wayne sepultó a estas personas en Our Lady of Hope, por lo que crearemos un espacio adyacente al área de entierro del condado de Wayne para este grupo".
El cementerio erigirá un cenotafio en el lugar del entierro de las cenizas, que contará con los nombres de los difuntos. Para aquellos que no están identificados por el FBI, una línea en el cenotafio dirá "Desconocido" para cada persona no identificada.
“El FBI ha agotado todos sus recursos para tratar de encontrar familiares para estas personas”, dijo Cortese. “Otras personas que formaron parte de este caso fueron devueltas a sus seres queridos; así que estos son los restos de aquellos cuyas familias no pudieron ser encontradas.”
Cortese dijo que una parte integral de la misión de Catholic Funeral and Cemetery Services es orar por los difuntos y recordarlos, independientemente de sus circunstancias, y agregó que todos los hijos de Dios merecen ser enterrados en suelo consagrado.
“Nuestro personal y las familias que visitan el cementerio oran por las personas enterradas en nuestros cementerios todos los días”, dijo Cortese. “Y para muchos, esta podría ser la primera vez que están en una iglesia, pero se está orando por ellos sin importar cuál era su posición antes de la muerte”.
La mañana antes del Día de los Fieles Difuntos, recordó Cortese, que el personal del cementerio estaba trasladando los restos cremados a una mesa para que el obispo auxiliar los bendijera antes de que fueran enterrados en su lugar de descanso final.
“Cuando terminamos, me senté y simplemente miré, y la única forma en que podía describirlo era que la mano de Dios estaba en ese lugar en ese momento”, dijo Cortese. “No importa cuáles fueran sus circunstancias, si nacieron pobres, ricos o no tenían familia, no importaba; ellos eran un hijo de Dios. Me senté allí y miré por toda la capilla y la sala, viendo a todas esas personas, y era evidente que Dios estaba presente y Dios fue quien hizo que esto sucediera”.
