Conferencia del Episcopado Mexicano denuncia persecución política en el caso de obispo secuestrado

El Obispo Salvador Rangel Mendoza de Chilpancingo-Chilapa, México, celebra misa en Chilpancingo el 7 de junio de 2018. La Conferencia del Episcopado Mexicano ha cuestionado las acusaciones de comportamiento indebido por parte del obispo ahora jubilado, en medio de relatos contradictorios sobre su desaparición y posterior reaparición en una cama de hospital, con el secretario general de la conferencia diciendo que la situación había asumido connotaciones políticas. (Foto de OSV News/Gustavo Graf, Reuters)

(OSV News) – La Conferencia del Episcopado Mexicano ha cuestionado las acusaciones de conducta impropia del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, en medio de versiones contradictorias sobre su desaparición y posterior reaparición en una cama de hospital. El secretario general de la conferencia dijo que la situación se ha vuelto política.

"Esta situación ha tomado un giro de instrumentación política que está lejos de buscar la verdad y la justicia", dijo el obispo de Cuernavaca Ramón Castro Castro, el secretario general de la Conferencia Episcopal de México, en un video del 5 de mayo.

"En estos tiempos de noticias falsas y polarización, lamentamos profundamente que se hagan conjeturas a la ligera sobre la aparición de Monseñor Salvador Rangel, ya que lejos de aclarar (las cosas), confunden a la gente de buena voluntad y dañan a quien por este momento está impedido para compartir su experiencia", dijo el obispo Castro.

El obispo Rangel, conocido en México por su labor como mediador en treguas con los jefes de los cárteles de la droga, desapareció el 29 de abril y reapareció dos días después en un hospital público de la ciudad de Cuernavaca, a 80 kilómetros al sur de Ciudad de México.

Las circunstancias de su desaparición han causado controversia, ya que el fiscal del estado de Morelos y los políticos locales -- que según los analistas y la prensa están enfrentados entre sí -- han ofrecido versiones contradictorias.

El fiscal del estado de Morelos, Uriel Carmona, dijo que el obispo Rangel fue probablemente víctima de un secuestro exprés, en el que las víctimas son secuestradas, asaltadas y liberadas sin que se pida rescate. También reveló que los informes toxicológicos mostraban benzodiacepinas y cocaína en su organismo, lo que sugería que había sido drogado.

Pero el comisionado de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, rebatió esas afirmaciones y declaró a los periodistas el 2 de mayo: "El fiscal debe demostrar por qué sí fue un secuestro exprés. Los que están en la política están aprovechando esto para denostar la seguridad en el estado".

Y continuó: "Hasta donde sabemos, (el obispo) entró voluntariamente al motel, con una persona del mismo sexo, y esa persona después se retiró. Pero es todo lo que sabemos, porque fuimos a pedir información, pero ya había llegado la fiscalía y no nos permitieron".

Los medios de comunicación mexicanos citaron al gobernador y a fuentes de seguridad afirmando que la Cruz Roja Mexicana, que presta servicios de ambulancia, trasladó al obispo Rangel desde un motel que cobra a los clientes por hora hasta un hospital público.

Sin embargo, la delegación de la Cruz Roja en Cuernavaca emitió un comunicado el 3 de mayo en el que afirmaba que no tenía constancia de que sus ambulancias hubieran sido usadas para transportar al obispo Rangel, "contrastando así la versión de que el obispo había sido hallado en un hotel y trasladado al hospital general de Cuernavaca", informó la agencia Infobae.

También se filtró a los medios de comunicación un presunto informe de admisión del hospital firmado por un trabajador social. El informe alega que los paramédicos encontraron al obispo "inconsciente y desnudo" en una habitación de hotel. Entre las pertenencias del obispo que trajeron los paramédicos había ropa, zapatos, "un gel lubricante íntimo y un estuche pequeño color negro, con seis condones (uno abierto) y cinco pastillas azules", según la revista Proceso. "No se recoge ninguna identificación, ni dinero u objeto de valor alguno", añadió.

Los detalles del caso parecen confusos, junto con la disputa política entre el fiscal y el gobierno del estado de Morelos. El gobierno estatal -- con ayuda del gobierno federal -- ha intentado sin éxito destituir a Carmona, cuya fiscalía es autónoma.

El obispo Rangel salió de su casa en los suburbios de Cuernavaca -- donde reside desde que se jubiló como obispo de Chilpancingo-Chilapa en 2022 -- en la mañana del 27 de abril. Salió sin su teléfono móvil, según los medios de comunicación. Luis Gasca, abogado del obispo Rangel, dijo al periodista Ciro Gómez Leyva que el prelado se detuvo en una tienda de conveniencia para comprar una bebida y ahí fue donde perdió el conocimiento.

El gobernador interino Samuel Sotelo Salgado dijo a la prensa que el obispo Rangel fue visto en una pizzería en una comunidad al sur de Cuernavaca la noche del 27 de abril, donde se reunió con un empleado. También dijo que ese día se hicieron dos retiros de cajeros bancarios, "pero no hay testigo o cámara (de videovigilancia) que haya visto que lo hayan" secuestrado.

El obispo ha sido dado de alta del hospital y está siendo atendido por sus familiares, según una persona familiarizada con la situación. Sufre de hipertensión arterial y síntomas post-COVID, según los medios de comunicación.

El Obispo jubilado Salvador Rangel Mendoza de Chilpancingo-Chilapa, México, posa fuera de su residencia en Jiutepec el 1 de abril de 2024. La Conferencia del Episcopado Mexicano ha cuestionado las acusaciones de comportamiento indebido por parte del Obispo Rangel en medio de relatos contradictorios sobre su desaparición y posterior reaparición en una cama de hospital, con el secretario general de la conferencia diciendo que la situación había asumido connotaciones políticas. (Foto de OSV News/David Agren)
El Obispo jubilado Salvador Rangel Mendoza de Chilpancingo-Chilapa, México, posa fuera de su residencia en Jiutepec el 1 de abril de 2024. La Conferencia del Episcopado Mexicano ha cuestionado las acusaciones de comportamiento indebido por parte del Obispo Rangel en medio de relatos contradictorios sobre su desaparición y posterior reaparición en una cama de hospital, con el secretario general de la conferencia diciendo que la situación había asumido connotaciones políticas. (Foto de OSV News/David Agren)

"Una vez que Monseñor Salvador Rangel tenga la capacidad de declarar, lo haremos de forma institucional y tengan la seguridad que eventualmente según nuestra normativa canónica, se habrá de actuar en consecuencia", dijo el obispo Castro en su video del 5 de mayo.

"Exhortamos a las autoridades competentes a realizar una investigación exhaustiva, objetiva, imparcial, ecuánime y esclarecedora que contribuya a la justicia", agregó el prelado.

La desaparición del obispo Rangel suscitó una preocupación generalizada, junto con temores de que le hubieran quitado la vida, ya que es conocido por sus diálogos con los líderes de los cárteles de la droga en el estado de Guerrero, que se extiende al sur de Ciudad de México y Morelos y abarca el brillo de Acapulco, comunidades indígenas empobrecidas y el centro productor de heroína del país.

Los cuatro obispos del estado de Guerrero ayudaron a llegar a un acuerdo con los jefes de los cárteles de la droga en febrero.

El obispo Rangel, sin embargo, ha denunciado la ineficacia de la política de seguridad del gobierno y ha afirmado que los políticos de Guerrero -- y de otros lugares -- a menudo están en connivencia con los cárteles de la droga.

"Al menos ahorita en Guerrero ya casi están arregladas todas las elecciones en mi zona", el obispo dijo a OSV News el 1 de abril, refiriéndose a que los cárteles de la droga han elegido a sus candidatos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dio la bienvenida a las iniciativas de los obispos de Guerrero para pacificar el estado. Sin embargo, algunos de los partidarios del presidente en Guerrero se opusieron.

Félix Salgado Macedonio, senador de Guerrero por el partido gobernante Morena y padre de la gobernadora del estado, Evelyn Salgado, atacó a los obispos por intervenir, diciendo que la seguridad pública era un asunto del estado.

Y añadió cáusticamente: "Hay obispos que representan a Dios y al diablo, ya no sabemos a quién representan".

La controversia en torno al obispo Rangel se produce cuando México se prepara para las elecciones del 2 de junio, en las que el partido gobernante, Morena, ha hecho campaña con la propuesta de que México se ha vuelto menos violento bajo su administración y ha reprendido las voces que se oponen a esa narrativa.

La candidata de Morena, Claudia Sheibaum, que encabeza todas las encuestas, calificó de "pesimista" el diagnóstico de seguridad en una propuesta de paz de la conferencia episcopal, pero después se reunió con la conferencia en sus reuniones bianuales.

El obispo Castro dijo en una conferencia de prensa en marzo que las relaciones entre la conferencia episcopal y el presidente eran cordiales, pero no estrechas.

En una homilía del 5 de mayo dijo: "Miles de bots, de personas interesadas en dañar la autoridad moral de la Iglesia, que por gracia de Dios ha retomado fuerza, han visto la oportunidad. ¡Miles! ¡Miles! Es una fábrica de bots de 'ya saben quién' (que) está atacando a la Iglesia".

Los medios mexicanos interpretaron "ya saben quién" como el presidente López Obrador, que ha utilizado el término en publicidad política. Un portavoz del obispo Castro dijo que se refería más al partido Morena y al "aparato gubernamental".



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