El Papa Francisco presidirá la Misa y procesión del Miércoles de Ceniza en Roma

Papa Francisco en procesión del Miércoles de Ceniza. (Imagen de archivo). Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa

El Papa Francisco celebrará el 22 de febrero la Santa Misa y la procesión del Miércoles de Ceniza en la colina del Aventino de Roma.

La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas informó que antes de la Eucaristía, el Santo Padre presidirá la primera estación cuaresmal en la iglesia de San Anselmo, en el Aventino, a las 4:30 p.m. (hora local).

Luego, el Papa participará en la tradicional procesión penitencial hacia la Basílica de Santa Sabina, donde celebrará la Misa a las 5:00 p.m. y bendecirá la ceniza que será impuesta a los fieles.

Las estaciones cuaresmales son una de las tradiciones más arraigadas del inicio de la Cuaresma en Roma. Se trata de un antiguo rito que invita a los fieles a detenerse para meditar sobre la Pasión del Señor antes de continuar con sus quehaceres cotidianos.

Así, tradicionalmente los romanos se detenían, cada día de la Cuaresma, delante de una de las iglesias del centro de la ciudad en memoria de los mártires. Posteriormente, se realiza la procesión, durante la cual se cantan las letanías a los santos, y finalmente se celebra la Misa.

Debido a la pandemia del COVID-19, en 2021 el Papa no pudo celebrar la Misa en la Basílica de Santa Sabina ni se realizó la tradicional procesión penitencial desde la iglesia San Anselmo en la colina del Aventino de Roma. Sin embargo, ese año el Santo Padre presidió la Eucaristía del Miércoles de Ceniza en la Basílica de San Pedro con pocos fieles para evitar aglomeraciones.

Retiro espiritual de Cuaresma

Días después, el Papa Francisco realizará en forma personal su retiro espiritual anual, desde la tarde del domingo 26 de febrero hasta la tarde del viernes 3 de marzo, primera semana de Cuaresma.

Por ello, el Vaticano suspenderá todos los compromisos del Santo Padre, incluida la Audiencia General del miércoles 1 de marzo.

En esta línea, el Papa invitó a los Cardenales residentes en Roma, a los jefes de Dicasterio y a los superiores de la Curia Romana a vivir también “un período de Ejercicios Espirituales de modo personal”.



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