Los peregrinos de Detroit descubren el misterio de Fátima y la alegría mundial de la JMJ en Portugal

Jóvenes de la Arquidiócesis de Detroit asisten a la Misa de apertura de la JMJ 2023 en Lisboa, en el Parque Edwardo VII, donde el Cardenal Manuel Clemente, Patriarca de Lisboa, presidió la homilía. Aproximadamente 100 peregrinos del sureste de Michigan viajaron a Lisboa para la JMJ. (Fotos de Katie Perrotta | Arquidiócesis de Detroit)

Aproximadamente 100 peregrinos del sureste de Michigan unen sus voces en oración en la celebración de la Iglesia Universal en Lisboa

LISBOA - La palabra "Católico" proviene del griego "katholikos", que significa universal, señal de que la Iglesia de Cristo en la Tierra es global.

Sin embargo, para la mayoría de los 1.3 mil millones de católicos en todo el mundo, la Iglesia adopta un enfoque más local. Los católicos suelen sentir una conexión "parroquial" con su parroquia, su escuela y su comunidad con la que reflexionan sobre la Biblia.

Todo eso está perfecto, pero es precisamente lo que hace que acontecimientos como la JMJ sean tan especiales, porque es justamente donde los peregrinos pueden ser testigos presenciales de la naturaleza global de la Iglesia y de la universalidad del mensaje del Evangelio.

"Estar aquí es simplemente increíble", comentó Ava Hanchon, de la Parroquia de Santa Colette de Livonia, sobre su participación en la JMJ 2023 en Portugal. "Siempre había leído sobre la JMJ, había oído hablar de este evento, pero estar aquí y conocer los diferentes lugares y contemplar a la Iglesia Universal reunida en un mismo sitio es una experiencia muy enriquecedora, y lo he disfrutado muchísimo".

La JMJ invita a miles de peregrinos de todas las edades a congregarse durante cinco días de oración, comunidad, camaradería, reflexión y peregrinación. Este año, unos 100 peregrinos de la Arquidiócesis de Detroit cruzaron el Atlántico para asistir al encuentro.

El Cardenal Manuel Clemente, Patriarca de Lisboa, les dio la bienvenida a los peregrinos en la Misa de apertura en el parque Eduardo VII en Lisboa.

“Durante estos días encontrarán una gran diversidad de personas, cada una con sus riquezas y particularidades, con otra lengua, otra cultura, y se darán cuenta de que valió la pena el esfuerzo que han hecho para recorrer el camino que los trajo hasta aquí", señaló el Card. Clemente en su homilía. "Nada puede sustituir este camino personal y grupal, para encontrar el camino que nos une a todos.

"Queridos jóvenes, saben bien que cuando el corazón está lleno, rápidamente se desborda”. Además, enfatizó que “cuando lo que habita en nuestra alma es verdaderamente fuerte y movilizador, es imposible sofocarlo”.

La peregrinación de este año en Portugal, del 1 al 6 de agosto, es aún más especial por encontrarse a tan solo una hora y media de Fátima, donde la Santísima Virgen María se apareció a la Venerable Lucía dos Santos, a San Francisco Marto y a Santa Jacinta Marto del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917.

Para los peregrinos de Detroit, la visita al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima ha sido una experiencia muy fuerte y movilizadora, ya que pudieron estar presentes en el lugar del que tanto habían oído hablar a lo largo de los años.

"Un momento inolvidable de Fátima fue poder ofrecer flores por las intenciones de todos mis amigos, familiares y donantes en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima", dijo Melanie Moore, feligresa del Santuario St. Joseph en Detroit. "Tuve que recaudar muchos fondos para poder llegar a Europa, empezando con un viaje misionero a Polonia y culminando con el viaje para llegar a la JMJ. Así que presentar personalmente estas intenciones que tenía, y que tenían mis donantes, dejándolas todas ante María, fue realmente muy fuerte. Fue genial".

Los peregrinos pudieron rezar ante las tumbas de los Santos Jacinta y Francisco Marto y de la Venerable Hna. Lucia de Jesús Rosa dos Santos, siendo testigos directos de las personas y del lugar donde María se apareció.

Alissa Tuttle (de azul) asistió a esta JMJ junto a su marido y dijo que haber visitado el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima fue una experiencia inolvidable.
Alissa Tuttle (de azul) asistió a esta JMJ junto a su marido y dijo que haber visitado el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima fue una experiencia inolvidable.

"Algo especial de esta JMJ en particular es haber podido visitar Fátima; fue una experiencia increíblemente conmovedora", explicó Alissa Tuttle. "Estar en un lugar de la Iglesia Universal del que hemos oído hablar tanto, un lugar en donde la Virgen María intercede por nosotros, es algo único. Estoy muy agradecida con Portugal por habernos brindado la posibilidad de poder arrodillarnos donde la Madre María se apareció, de poder rezar frente a las tumbas de Lucía, Francisco y Jacinta. Es un regalo increíble y hermoso”.

Tuttle dijo que esta JMJ fue muy especial, ya que peregrinó junto a su marido por primera vez, dando testimonio de su matrimonio en un encuentro multitudinario en el que personas de todo el mundo se mostraban orgullosas de sus culturas y sus nacionalidades, al tiempo que alababan al unísono el nombre del Señor.

Peregrinos de Detroit posan para una foto frente al Santuario de Fátima. Según ellos, visitar el lugar donde María se apareció a los Santos Francisco y Jacinta Marto y a la Venerable Lucia dos Santos fue una experiencia que quedará grabada en sus corazones para siempre.
Peregrinos de Detroit posan para una foto frente al Santuario de Fátima. Según ellos, visitar el lugar donde María se apareció a los Santos Francisco y Jacinta Marto y a la Venerable Lucia dos Santos fue una experiencia que quedará grabada en sus corazones para siempre.

"Uno puede percibir la alegría en la vida de tanta gente que vive para Jesús", explicó Tuttle. "Ir a eventos y ver a gente de Brasil cantando algo en su propio idioma — algunas personas de Irlanda están allí, y tienen su propio canto. Es muy hermoso poder apreciar las distintas individualidades y expresiones de belleza, todas ellas representando a una misma Iglesia Universal unida”.

Al parecer, la alegría es el sello distintivo de la JMJ, ya que muchos peregrinos destacaron el ambiente festivo que se respiraba en Portugal: todas esas personas, procedentes de todos los rincones del mundo, unidas en la alegría de la comunión con Cristo.

"Para mí, la JMJ significa que los jóvenes pueden venir de todas partes del mundo y compartir la misma fe y el mismo amor a Dios", concluyó Tuttle.

Katie Perotta, responsable de redes sociales del Departamento de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Detroit, colaboró en la elaboración de este reportaje desde Lisboa.



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