La huella que las bebés LeBlanc dejaron al vivir poco más de una hora

María Teresa y Rachel Clare. (Foto cortesía de Nicole LeBlanc)

Las gemelas siamesas, María Teresa y Rachel Clare LeBlanc, han dejado una profunda huella a pesar de su breve estancia en este mundo

DETROIT – El 16 de mayo, María Teresa y Rachel Clare, las gemelas siamesas de Nicole y Austin LeBlanc, llegaron al mundo a través de una cesárea de alto riesgo que fue adelantada a la semana 32 del embarazo debido a complicaciones en el flujo sanguíneo de Nicole. A pesar de su breve estancia en este mundo, han sido fuente de inspiración para numerosos testimonios de conversión.

El matrimonio LeBlanc se preparó durante ocho meses para la llegada de sus bebés, siendo conscientes de que el pronóstico de vida era desesperanzador. Decidieron depositar plena confianza en los planes de Dios y recibieron el acompañamiento espiritual del Padre David Pellican, un joven sacerdote de la Arquidiócesis de Detroit, quien oficia en la parroquia del Divino Niño en Dearborn.

El Padre Pellican ha desempeñado un papel importante en la vida del matrimonio LeBlanc, incluso desde antes de su embarazo. Durante una entrevista con Detroit Catholic en español, compartió que lo que más le impresionó del matrimonio en los últimos meses fue su inquebrantable amor por sus hijas y su profunda fe en Dios.

“Estaban firmemente decididos a querer y cuidar de María Teresa y Rachel Clare mientras pudieran vivir. No escucharon las voces que sembraban la duda y les decían que no valía la pena o incluso que era peligroso continuar con el embarazo. Encontraron mucha oposición y se enfrentaron a grandes dificultades. Había muchas incógnitas y una enorme cantidad de cosas por las que preocuparse. No dejaron que el miedo dictara sus acciones, sino que reafirmaron su fe en Jesús y su compromiso de proteger y salvaguardar la vida de sus hijas”, comentó el P. Pellican.

El apoyo espiritual del Padre David fue crucial, y los frutos de la entrega del matrimonio a la voluntad de Dios fueron palpables en todo momento. Un día antes de la cesárea, Nicole y Austin se encargaron de los preparativos del funeral y, a pesar de lo difícil del momento, tomaron decisiones e incluso escogieron el ataúd para las bebés.

Tras los preparativos, se dirigieron a la iglesia del Divino Niño para recibir la confesión por última vez con el Padre David antes de la delicada cesárea. A lo largo de los ocho meses previos, Nicole recibió advertencias sobre los riesgos del embarazo y era consciente de la posibilidad de requerir una transfusión de sangre y enfrentar un alto riesgo para su vida. Por esa razón, deseaba prepararse espiritualmente y recibir los sacramentos de la confesión y la unción de los enfermos.

“Antes de dormir, rezamos un Rosario y, al despertar al día siguiente, sentí una fuerza interior inexplicable. Me preparé, maquillé y enlisté para ir al hospital. Austin y yo no hablamos mucho en el camino, solo rezamos juntos el Rosario, pues las emociones eran muy intensas”, comentó Nicole en entrevista con Detroit Catholic en español.

El Padre David Pellican haciendo oración con el matrimonio LeBlanc. (Foto cortesía de Yanira Duque)
El Padre David Pellican haciendo oración con el matrimonio LeBlanc. (Foto cortesía de Yanira Duque)

Un momento de fe y determinación: La fortaleza de Nicole en medio de la intervención quirúrgica

Al llegar al hospital, Nicole se sometió a varias pruebas preoperatorias, que incluían monitoreo y revisiones de sus niveles, mientras las bebés estaban todavía muy activas. La situación generaba nerviosismo en Nicole. El Padre David, quien estuvo presente en todo momento, había preparado todo para el bautismo y la confirmación de las gemelas. Yanira Duque, madre de Nicole, también estaba con ellos en ese momento.

Todo estaba preparado. Momentos antes de la cesárea, el Padre David dirigió una oración pidiendo protección para los cirujanos que participarían en la operación, así como por Nicole y las bebés. Después de eso, Nicole fue llevada al quirófano en un momento lleno de emociones para toda la familia.

Nicole tenía preparada una lista de música que le brindaría tranquilidad y crearía un ambiente de oración durante el procedimiento. Esta lista incluía himnos gregorianos. El hecho de escuchar esta música y saber que contaba con el apoyo de su esposo y de su madre llenó su corazón de paz. A medida que comenzó la cesárea, la intensidad aumentó y aunque no sentía dolor, sí experimentaba una fuerte presión.

La cesárea se llevó a cabo mediante una incisión que se extendió desde el ombligo hasta la cintura, tanto por encima como por debajo de la piel. Debido a esta intervención, en futuros embarazos, Nicole deberá someterse nuevamente a una cesárea antes de las semanas 35-37, con el fin de prevenir complicaciones en el útero.

La cirugía fue un proceso doloroso para Nicole. En el quirófano, los médicos la colocaron con los brazos extendidos para facilitar el monitoreo, evocando la posición de Jesucristo en la cruz. Aunque experimentó dolor, su fe y determinación la guiaron a través de este momento difícil.

La esperada llegada de María Teresa y Rachel Clare

A las 2:02 p.m. del 16 de mayo de 2023, finalmente llegó el tan anhelado momento: el nacimiento de María Teresa y Rachel Clare LeBlanc. En ese preciso instante, resonaba la hermosa canción de las Litaniae Sanctorum de Adoration of Christ, unas letanías en latín dedicadas a la adoración de Cristo y a invocar la intercesión de los santos. Este momento musical fue muy significativo para la familia, envolviéndolos en una atmósfera de fe y esperanza.

Durante el embarazo, las bebés se encontraban ubicadas directamente sobre la vejiga de Nicole, lo que les dejaba poco espacio para moverse. El matrimonio LeBlanc era consciente de que "baby A" se encontraba a la derecha de Nicole, mientras que "baby B" estaba a la izquierda. Cada mañana, Nicole podía sentir quién pateaba más entre las dos.

Resultó que "baby B" era la más activa, y así decidieron que ella sería Rachel Clare, mientras que la más tranquila sería María Teresa. Además, una característica distintiva entre las gemelas era la forma de su nariz, lo que permitió a Nicole identificarlas de inmediato al momento de su nacimiento.

Nicole LeBlanc, madre valiente y llena de fe, sostiene amorosamente a sus preciosas hijas, María Teresa y Rachel Clare.
Nicole LeBlanc, madre valiente y llena de fe, sostiene amorosamente a sus preciosas hijas, María Teresa y Rachel Clare.

Los milagros de Dios

“Sentí mucha presión con sus cabecitas, ya que estaban debajo de mis costillas. Fue una sensación intensa, casi grité, y mi hija María Teresa también emitió algunos sonidos. Aunque sus pulmoncitos no estaban completamente desarrollados, fue una bendición poder escuchar su voz. Fue un verdadero regalo de Dios”, compartió Nicole.

En cuanto nacieron, fueron colocadas rápidamente en el pecho de Nicole y el Padre David ya estaba listo para bautizarlas. A las 2:07 p.m., María Teresa y Rachel Clare recibieron el sacramento del bautismo, y al minuto siguiente, a las 2:08 p.m., fueron confirmadas.

“Estoy agradecido con Dios por permitirme ser un instrumento de su Gracia en ese momento. Ser testigo de la corta vida de las gemelas profundizó mi deseo de difundir el respeto por toda vida humana, especialmente la de los no nacidos. Llevarles los sacramentos me hizo agradecer que Dios me llamara al sacerdocio, y reforzó mi compromiso con la promesa que hice en la ordenación, de celebrar los sacramentos ‘para gloria de Dios y santificación del pueblo cristiano’”, compartió con Detroit Cathollic en español el P. David.

Otro inesperado regalo de Dios ocurrió después del bautizo, cuando María Teresa abrió los ojos y miró al cielo, atenta a todo lo que la rodeaba, mientras su hermana permanecía dormida. Para Nicole y Austin, presenciar estos momentos tan especiales con sus hijas, a pesar de las dificultades, fue sin duda un regalo del Señor.

Las pequeñas permanecieron diez minutos junto a su madre, mientras una enfermera supervisaba atentamente sus latidos. Posteriormente, Nicole experimentó náuseas, y las bebés LeBlanc fueron entregadas en brazos de Yanira, su abuelita, quien las sostuvo con amor durante unos minutos.

Yanira Duque, mamá de Nicole, compartió con Detroit Catholic en español lo que fue para ella vivir este momento: "Fue una experiencia realmente increíble. El Padre David realizó el bautismo y la confirmación de inmediato, y en ese preciso instante sentí una profunda paz interior. Estaba llena de gratitud. Tuve la oportunidad de sostener a las niñas, abrazarlas. Estuvieron conmigo durante 10 preciosos minutos".

Posteriormente, Austin LeBlanc recibió a sus hijas en sus brazos. Todo esto ocurrió mientras la cirugía aún estaba en curso. Así fue como, a las 3:15 p.m. en punto, las pequeñas LeBlanc tomaron su última respiración al mismo tiempo, entregando su último suspiro en los brazos de su papá.

“Como papá, pude asegurarme de que mis niñas fueran bautizadas y confirmadas de inmediato. Esto por sí solo me ha dado mucho consuelo sabiendo que mis bebés son santas y recibieron los sacramentos. No ha habido un día desde que murieron, en el que no haya roto en llanto, pero está bien llorar. Este es el momento apropiado para llorar", comparte Austin con Detroit Catholic en español.

El padre de las bebes continua compartiendo: "Sé que mis pequeñas santas están rezando todo el tiempo por su mamá y su papá. La paternidad es una parte extremadamente importante para guiar a la familia hacia Dios. No hay sentimiento más grande que saber que el tiempo con mis hijas fue muy breve, pero pude llevarlas al Reino de los Cielos”.

María Teresa y Rachel Clare LeBlanc, un testimonio del amor de Dios.
María Teresa y Rachel Clare LeBlanc, un testimonio del amor de Dios.

Los cirujanos estaban en la etapa final de la intervención y, durante el proceso de cierre, Nicole consultó a la enfermera sobre el estado de las bebés. En ese momento, se le informó sobre su fallecimiento, y las bebés fueron colocadas nuevamente en sus brazos. A pesar del dolor y la tristeza, Nicole encontró consuelo al saber que sus hijas ya estaban en la presencia del Padre.

"Mis hermanas, mi prima y su novio se arrodillaron en la sala de recuperación, conscientes de que mis bebés ya eran santas. En ese momento, el cielo y la tierra se unieron, y fue un rito sagrado porque mis niñas estaban perfectas, en la presencia de Dios", compartió Nicole.

Da click aquí para conocer más acerca de la misión que apenas comienza, el impacto de la comunidad católica local pero también de las muestras de cariño y oraciones por tanta gente a lo largo del mundo.

Para hacer un donativo a Nicole y Austin, por favor haz click aquí. Cualquier ayuda será sinceramente apreciada.

Para acompañarlos en los servicios funerarios de María Teresa y Rachel Clare:

  • 30 de mayo | Casa funeraria John N Santeiu & Son (1139 Inkster Rd. Garden City, MI, 48135)
    • Velorio de 2-7 p.m.
    • Santo Rosario en inglés y español a las 7 p.m.
  • 31 de mayo | Iglesia del Divino Niño (1055 Silvery Ln, Dearborn, MI, 48128)
    • Visitación a las 9:30 a.m.
    • Misa de réquiem a las 10 a.m. (Haz click aquí para ver en vivo desde YouTube)


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