DETROIT - Desde el 2011, el Movimiento Juan XXIII ha estado trabajando en la Arquidiócesis de Detroit como parte de su misión de llevar el Evangelio a aquellos que se sienten alejados de la Iglesia. Norma Franco, coordinadora del apostolado, comparte cómo ha impactado positivamente en la comunidad y cómo se alinea con la visión del Papa Francisco de llegar a las periferias.
"Ir a las periferias, que suelen estar llenas de soledad, tristeza, heridas interiores y pérdida de ganas de vivir. Con tus palabras y acciones, derrama el aceite de la consolación y la curación en los corazones heridos", expresó el Papa Francisco en uno de sus discursos. Y eso es justamente lo que se propone lograr el Movimiento Juan XXIII.
En una entrevista a Detroit Catholic en Español, Norma explicó: “el Movimiento Juan XXIII, que ha expandido su presencia a 12 países y 28 diócesis en Estados Unidos, llega como respuesta a la necesidad de llevar el Evangelio a donde no estaba llegando, a los alejados de la Iglesia, a los que creen que por sus problemas o enfermedades como adicciones y traumas, no son dignos de la misericordia de Dios”.
Juan XXIII busca ser un punto de partida, una plataforma de lanzamiento, y sale en busca de los marginados y de los olvidados, no de los que ya forman parte de la Iglesia, sino de los que se encuentran alejados del Padre, aquellos que por su problemática o dolencia viven en el olvido pensando que el Evangelio no puede ser predicado para ellos y necesitan que alguien los evangelice y les anuncie a Jesucristo. Desde 2011, el apostolado ha estado activo en Detroit, brindando amor, oración, entrega y sacrificio a quienes más lo necesitan.
Según Norma, el apostolado Juan XXIII, a través de sus actividades, está perfectamente alineado con el mensaje del Papa Francisco de llegar a las periferias y el apostolado busca llevar esperanza y transformación espiritual a la vida de las personas. Estas actividades incluyen retiros de conversión de tres días, clases de formación para el crecimiento espiritual, reuniones semanales de comunidad y servicio al prójimo.
Un encuentro profundo con Jesucristo
El Movimiento Juan XXIII realiza estos retiros con el fin de que, en cada encuentro con el Señor, las personas renueven su fe, encuentren paz, consuelo, y un profundo amor. Teniendo en cuenta que es el mismo Cristo quien produce la conversión y el cambio, el retiro, y todas las actividades previstas, están orientadas a ayudar a que se produzca esa conversión, para que las personas se encuentren con Cristo.
Los retiros buscan despertar la conciencia de los participantes llevándolos a reflexionar sobre sus vidas. Se les invita a reconocer la necesidad de un cambio, presentándoles a un Cristo vivo y personal, Dios y Hombre a la vez, como el camino que conduce a ese cambio. Se les lleva también al conocimiento de lo que es la Gracia de Dios y se pone en evidencia Su presencia en la transformación de sus vidas.
Sin embargo, no han faltado obstáculos en el camino. A pesar de ello, gracias a la Providencia Divina, el movimiento ha logrado superarlos y continuar con su labor de llevar el mensaje del amor y la misericordia de Dios.
Norma destaca los beneficios y los impactos positivos que han experimentado en su camino. “Hemos sido testimonios vivos operantes y de difusión de la misericordia de Dios, hemos sido testigos del cambio de vida de nuestros hermanos en Cristo Jesús, muchas familias se han vuelto a unir y se han reintegrado a la Iglesia y ahora sirven en ella”. De este modo, cada alma que se reencuentra con su Creador se convierte en un testimonio vivo y activo de la misericordia divina.
Con Cristo todo, Sin Cristo nada
Para llevar a cabo su misión, en Juan XXIII tienen una mística propia, un don que el Señor le ha confiado, una espiritualidad de auténtico servicio, enmarcada en el Amor, la Entrega y el Sacrificio y expresada en una opción de vida: “Con Cristo todo, Sin Cristo nada”.
Para el Movimiento, cada vida transformada y cada alma que vuelve su mirada y sus pasos hacia Dios es un éxito en sí mismo. Su lema "¡CRISTO CUENTA CONTIGO! ¡Y YO CON SU GRACIA!" refleja la opción de vida centrada en Cristo y el llamado a seguir Su ejemplo.
Este apostolado continúa su labor en Detroit, esparciendo esperanza y la gracia divina a través de su entrega y servicio al prójimo. El Movimiento se ha convertido en un faro de luz y un testimonio vivo del amor y la misericordia de Dios para aquellos que más lo necesitan.
"Cada vida, cada alma que se reencuentra con su Creador y vuelve su mirada y sus pasos hacia Él, viene y ayuda a otros desde el amor. Es un éxito de vida a la luz del ejemplo de quien lo dio todo por nosotros, Jesucristo", concluyó Norma Franco.
