Los "Planes Estratégicos Misioneros Familiares" desafían a las parroquias a trabajar juntas para fortalecer la comunidad y optimizar las oportunidades
SHELBY TOWNSHIP — Dos años después de la pandemia del COVID-19, el padre Joe Mallia se dio cuenta de que los feligreses no volvían a la parroquia de San Kieran en la misma cantidad que antes.
Cuando el moderador de la Familia de Parroquias del Norte de Macomb 1 hizo una encuesta en las otras dos parroquias de su Familia -San Lorenzo en Utica y San Matías en Sterling Heights- se encontró con una realidad similar: las familias seguían faltando en los bancos.
"Nos dimos cuenta de que todos necesitábamos volver a conectar con las familias que habían formado parte de la parroquia, pero que no habían estado activas desde el COVID", dijo el P. Mallia a Detroit Catholic. "La gente no ha vuelto, así que ¿cómo podemos llegar a ellos? Ese ha sido realmente el enfoque para nosotros este año".
Así que el P. Mallia, junto con el clero y los directores de la Familia de Parroquias, se puso a trabajar en la elaboración de un plan. En primer lugar, un miembro del personal de la parroquia recopilaría una lista de familias de las que no se tenía noticia desde hacía tiempo. A continuación, cada familia de la lista recibiría una llamada telefónica personal en la que se les invitaría a volver a los actos parroquiales de otoño. Por último, las familias que seguían sin responder recibían una carta personal por correo, un amistoso recordatorio de que su familia católica aún les quiere y se preocupa por ellos.
"Si las familias no han regresado a la misa, esto sirve como una invitación personal para que empiecen a conectarse de nuevo con su comunidad parroquial, y que estamos anhelando eso", dijo el P. Mallia.
No fue por accidente que la Familia de Parroquias de North Macomb 1 decidiera plasmarlo en papel, sino que formaba parte de la iniciativa "Plan Estratégico Misionero Familiar" de la Arquidiócesis de Detroit, que pide a todas las Familias de Parroquias que desarrollen pasos concretos y factibles para convertirse en comunidades de fe más vibrantes y evangelizadoras.
La iniciativa en toda la arquidiócesis es una reactivación de un proceso que había comenzado justo antes de la pandemia del COVID-19, dijo el diácono Dave Casnovsky, un entrenador de planificación estratégica misionera en la Arquidiócesis de Detroit.
A finales de 2019, nueve parroquias individuales habían comenzado a crear planes estratégicos misioneros -llamados MSP, para abreviar- como respuesta a la carta pastoral del arzobispo Allen H. Vigneron, Unleash the Gospel. Esos planes, como muchas otras cosas en el mundo católico, quedaron en suspenso cuando la Iglesia se enfrentó a la nueva realidad de la pandemia.
"Inicialmente, iba a ser parroquia por parroquia", dijo el diácono Casnovsky, pero cuando el arzobispo anunció Familias de Parroquias en mayo de 2020 como un camino a seguir para la Arquidiócesis de Detroit a raíz de los desafíos provocados por la pandemia y la inminente escasez de sacerdotes, "ahora es Familia por Familia".
Cuando la primera oleada de Familias de Parroquias se lanzó en julio de 2021, la idea de los Planes Estratégicos Misioneros Familiares resurgió como una forma de animar a las nuevas familias a colaborar y crecer juntas en un espíritu de evangelización, dijo el diácono Casnovsky.
"Los MSP son bastante flexibles. Es decir, tenemos directrices generales, pero realmente mucho depende del Espíritu Santo", dijo el diácono Casnovsky. "Se trata de ayudar a estas familias a intentar ser más misioneras".
En cierto modo, la pandemia proporcionó una oportunidad para reevaluar el propio proceso de MSP, dijo el diácono Casnovsky. Por ejemplo, en lugar de un proceso de desarrollo más rígido, de nueve semanas, que se utilizaba antes de la pandemia, a las Familias de Parroquias se les da ahora la flexibilidad de trabajar a su propio ritmo para desarrollar un plan que sea adecuado para cada comunidad.
También ha desaparecido del proceso original un requisito de recaudación de fondos, dijo Wade Richards, otro entrenador de planificación estratégica misionera para la Arquidiócesis de Detroit.
"Los planes originales (en 2019) tenían un elemento obligatorio de recaudación de fondos, pero aprendimos de eso que la recaudación de fondos no siempre es necesaria", dijo Richards. "Si los objetivos de una familia requieren la recaudación de fondos, pueden trabajar en eso, pero muchas familias se están dando cuenta de que hay mucho que pueden hacer solo con sus propios recursos".
Actualmente, alrededor de una cuarta parte de las Familias de Parroquias de la arquidiócesis han desarrollado planes, dijo Richards, con más por venir en las próximas semanas y meses. El objetivo es que todas las 51 Familias de Parroquias desarrollen planes.
Los Planes Estratégicos Misioneros Familiares no sólo se refieren a los miembros alejados, sino que tocan todos los aspectos de la vida parroquial, como la hospitalidad, la pastoral juvenil, la preparación para el matrimonio, la catequesis y el culto dominical, dijo el P. Rich Treml, párroco de la Familia de Parroquias del Norte del Condado de Lapeer, que incluye a SS. Peter and Paul y St. Mary Burnside en North Branch, Sacred Heart Mission en Brown City y St. Patrick Chapel en Clifford.
"Siempre podemos mejorar. Cuando dices que eres estático, empiezas a morir", dijo el P. Treml, de 78 años, que ha sido párroco de las cuatro comunidades desde principios de la década de 2000. "Así que intentamos tener diferentes actividades y hacer que la gente se involucre, y (la MSP) ha seguido rejuveneciendo y dando vida a nuestras parroquias".
El P. Treml atribuye a John Moll, un voluntario de la parroquia, y al diácono Peter Lynch el mérito de haber impulsado el desarrollo del plan, que, según él, está aportando un renovado sentido de esperanza a la comunidad.
Un área en la que la Familia de Parroquias del Norte de Lapeer está poniendo un énfasis particular es la participación de los jóvenes y las familias, dijo el P. Treml. Parte del plan implica la contratación de un ministro de la juventud a tiempo parcial para implementar actividades regulares, tales como viajes misioneros basados en la fe, Escuelas Bíblicas de Vacaciones y oportunidades de servicio para mantener a los jóvenes y sus padres comprometidos e involucrados en la vida de la parroquia.
"Parece que cuando los padres tienen hijos pequeños, están muy interesados, pero una vez que los niños crecen, se gradúan y se van, ya nadie quiere ser ministro de la juventud", dijo el P. Treml. "Nuestro reto es encontrar a alguien que ocupe ese papel".
Las parroquias también planean ser más activas a la hora de llegar a las familias que traen a sus hijos a bautizar, con la esperanza de animarles a permanecer activos en la vida parroquial, añadió el P. Treml.
"Después de que se bauticen, queremos mantener el contacto con ellos de forma regular", dijo el padre Treml. "También es una buena oportunidad para la evangelización. Algunas parejas que están alejadas de la Iglesia siguen trayendo a sus bebés para bautizarlos, y queremos que sea una buena experiencia para ellos. Queremos que vuelvan todos los domingos, no sólo en Navidad y Semana Santa".
En San Kieran, San Matías y San Lorenzo, el padre Mallia dijo que los líderes parroquiales también han identificado la mejora de la hospitalidad como un componente clave del Plan Estratégico Misionero Familiar.
"Vamos a hacer un taller sobre lo que es realmente la hospitalidad y cómo llevarla a cabo", dijo el P. Mallia. "No se trata sólo de café y rosquillas, sino en todas las áreas; ya sea que seas ujier o recibidor, ministro de la Eucaristía, cualquiera que sea el caso, ¿cómo estamos siendo verdaderamente hospitalarios con la gente?"
Las distintas parroquias aportan diferentes puntos fuertes a la comunidad, añadió el padre Mallia. Por ejemplo, San Matías tiene un fuerte y creciente ministerio hispano. Para complementarlo, la Familia de Parroquias decidió lanzar programas de educación religiosa para reforzar la formación de las familias, especialmente en español. Las parroquias también pretenden reforzar la preparación para el matrimonio mediante el reclutamiento de "parejas mentoras" que puedan acompañar a quienes se están preparando para el sacramento.
"Creo que realmente, en general, el proceso ha sido bastante suave. Y me anima lo que he visto en todo ello. Creo que el personal ha estado más que abierto a ello", dijo el P. Mallia.
Las familias de las parroquias son un concepto relativamente nuevo, incluso para los sacerdotes y el personal de las parroquias, añadió el P. Mallia, y va a llevar tiempo que las nuevas comunidades se integren.
"Realmente estamos empezando el proceso de planificación. Estamos a 10.000 pies de altura", dijo el P. Mallia. "Tenemos que permitir que las parroquias se adapten a este concepto. Queremos ayudar a construir esas relaciones antes de seguir adelante con otros programas. Cosas que sean cómodas, pero fundamentales - eso es realmente lo que estamos buscando".
