DETROIT ─ Cada vez que Mary Fuller visita la Catedral Most Blessed Sacrament, siente que regresara a sus raíces.
Hace 70 años, dos estudiantes de enfermería encontraron a Fuller cuando era apenas una bebé en la última banca de la catedral situada en Woodward Ave. Según un artículo de Detroit News del 27 de enero de 1953, Fuller fue abandonada allí por un hombre misterioso que preguntó por la rectoría y que nunca más volvió a ser visto.
Las dos enfermeras llevaron a la bebé al Detroit Receiving Hospital, y decidieron llamarla Mary Church en lugar de utilizar el nombre Jane Doe, que se emplea cuando el nombre real de una mujer es desconocido.
Fuller fue finalmente dada en adopción a través de Catholic Social Services, encontrando un hogar con Elizabeth y Leo Kraus. Creció en la parroquia Our Lady of All Saints en Fraser junto a sus tres hermanos, y llevó una vida próspera centrada en la familia y la fe católica.
"Ni siquiera recuerdo que mis padres se sentaran a decirme que era adoptada, simplemente siempre lo supimos", comentó Fuller a Detroit Catholic durante su visita más reciente a la catedral.
Actualmente, Fuller vive en Florida, pero siempre se asegura de pasar a la catedral cada vez que vuelve a Michigan a visitar a su familia.
"Mis hermanos y yo siempre supimos que era adoptada", explicó Fuller. "Ahora mis tres hermanos pequeños son idénticos. Al igual que mi mamá, son pelirrojos, tienen pecas y ojos verdes. Mi cabello es rubio, y yo simplemente no tenía sus mismos rasgos. Mi padre solía decir que me parecía a su familia".
Inicialmente, Fuller estudió música en la Wayne State University después de graduarse de Fraser High School, pero se cambió a educación especial y comenzó a trabajar en el Macomb Intermediate School District por 10 años. Obtuvo una Maestría en Psicología Educativa Conductual, se trasladó a Florida y comenzó a trabajar como especialista en comportamiento, obteniendo otra Maestría en Asesoramiento Clínico y completando sus estudios de doctorado en la University of South Florida.
Fuller regresaba con frecuencia a Michigan junto a su hermano menor Timothy, quien presenta una discapacidad leve, para visitar a su familia, en particular a su hermana Lisa. Fuller y Lisa eran muy cercanas, y Lisa era la cuidadora de respaldo de Tim.
Y en cada viaje de regreso, pasaba por el lugar donde todo había empezado, la Catedral Most Blessed Sacrament, lugar en el que dos estudiantes de enfermería encontraron a la recién nacida.
Las visitas cobraron un mayor significado en 2019, después de que Lisa falleciera repentinamente.
"Fue el 20 de diciembre de 2019 cuando mi hermana Lisa murió inesperadamente a causa de un aneurisma", dijo Fuller. "Mi sobrina y yo vinimos a la Misa de Navidad esa mañana y estábamos destrozadas. Rezamos después de Misa y luego el diácono y el padre J.J. (Mech, rector de la Catedral Most Blessed Sacrament) se acercaron y platicaron con nosotras".
Fuller le contó su historia al padre J.J., sobre cómo la encontraron de bebé en la catedral, y él quedó muy intrigado por ello. La muerte de Lisa hizo que Fuller pensara en rastrear sus raíces. Siendo la cuidadora principal de Tim, quería saber si había enfermedades genéticas o patrones de los que debiera estar al tanto.
No se trataba tanto de encontrar a su familia sino de comprender de dónde venía. Fuller se hizo la prueba de ADN "23 and Me" y esperó.
Al recibir el historial médico familiar, se llevó una grata sorpresa que no se esperaba.
"Fue durante el cumpleaños de mi nieto, el 6 de marzo, que recibí un correo electrónico informándome que tenía una hermana, y su nombre era Kelly Bell", contó Fuller. "Así que, 73 días después de perder a mi hermana Lisa, encontré a otra hermana, Kelly. Durante la pandemia, Kelly y yo empezamos a escribirnos, y meses después, acordamos conocernos".
Fuller se enteró de que no sólo tenía una hermana, sino que además tenía dos hermanos, David y Jack. Al momento de dar a luz a Fuller, su madre biológica, Barbara Braidwood, era una joven que vivía en Woodward Ave., a unas seis o siete cuadras de la catedral.
"Cuando vengo a esta iglesia, sólo pienso en mi mamá y por todo lo que tuvo que pasar", dijo Fuller.
La madre biológica de Fuller se casó y dio a luz a Kelly, y la familia se trasladó a Ft. Lauderdale, Florida. Los dos hermanastros de Fuller son músicos, lo que explica su interés inicial en especializarse en música en la Wayne State University. Curiosamente, cuando Fuller se mudó a Florida en 1985, estaba a tan sólo una hora de distancia de sus hermanos.
"Kelly y mis hermanos nunca supieron que yo existía. Para ellos, fue algo totalmente inesperado", dijo Fuller. "Mis hermanos al principio pensaron que no era verdad. Hasta que vieron mi foto junto a mi madre biológica y dijeron: 'Dios mío, te pareces más a ella que cualquiera de nosotros'".
Fuller descubrió que Braidwood era un artista que alguna vez había cantado con la Orquesta de Tommy Dorsey y que, durante el día, era una reportera de la corte. Sin embargo, la identidad del padre de Fuller continúa siendo un misterio.
"Kelly siente que cuando tenía 18 años, hubo un momento en que su madre intentó decirle algo, pero no supo cómo hacerlo", señaló Fuller. "Me dijo que recuerda que una noche mamá estaba allí sentada, llorando angustiadamente, como si cargara con una culpa muy grande. Mis tres hermanos me cuentan lo maravillosa, amable y cariñosa que era".
Braidwood falleció poco después de esta conversación con Kelly.
Fuller considera que todos los niños adoptados anhelan una conexión con sus padres biológicos, pero ella no cambiaría la vida, la familia y la fe en la que creció y se formó.
"Averiguar sobre mi familia biológica era un pensamiento que se cruzaba por mi mente", afirmó Fuller. "Sé que cada hijo adoptivo tiene una experiencia diferente al respecto. En el fondo de mi ser, yo sé que en cada cumpleaños hablaba con ella, diciendo cosas en mi mente como: 'Espero que estés orgullosa de mí'".
La madre biológica de Fuller no era católica, así que no comprende por qué la dejaron en la catedral. Sin embargo, esto ha creado una conexión de por vida entre ella y la iglesia.
"Cuando vengo a la catedral siento una profunda sensación de energía; siento la presencia de mi madre, la presencia de mi madre biológica ", contó Fuller. "Siempre he dicho que aquí me siento como en casa. Estas son mis raíces. Porque no tengo ningún otro comienzo, mi punto de partida fue aquí, en esta iglesia. Es por eso que cada vez que entro aquí, camino y siento esa energía que proviene de mi lugar de origen. Está aquí mismo. Mi conexión con la Iglesia Católica es muy profunda, muy fuerte, porque fue aquí donde me dejaron. No puedo imaginar por lo que estaba atravesando mi madre, pero en lo profundo de mi corazón, sé que mi destino era estar aquí".
Las visitas de Fuller a la catedral siempre han sido emotivas, sabiendo que es allí donde comenzó su viaje, pero han cobrado un significado más profundo desde que pudo conocer a su familia biológica. Ahora está conectada con ambas familias, la vida que estaba destinada a tener todo este tiempo.
"Ayer pude sentarme en aquella banca junto a Kelly, y hablamos sobre nuestra madre. Ella me dijo: 'Sabes, Mary, creo que mamá nos está mirando ahora'", contó Fuller. "Ve a sus dos hijas reunidas y creo que está muy feliz. Nos sentamos juntas y compartimos un hermoso momento, y realmente espero que mi madre biológica y mi madre adoptiva estén juntas en el cielo".
"Mi madre adoptiva fue una madre maravillosa. Vivió hasta los 95 años y dijo que su mayor temor era que yo encontrara a mi madre biológica y me olvidara de ella; eso nunca iba a suceder", añadió Fuller. "Quiero que las dos estén unidas y sepan que tuvieron un papel importante en mi vida. Espero que mi madre sepa que, como católica devota, mi vida ha estado ligada al servicio".
