Nueve parroquias, 80 jóvenes participan en el programa anual de servicio de verano, trabajando en Flint, Detroit y Royal Oak
DETROIT — Ochenta estudiantes de secundaria y preparatoria de la esquina noroeste de la Arquidiócesis de Detroit pausaron sus vacaciones de verano para ser voluntarios en las comunidades urbanas locales.
El Motor City Mission Trip es un programa anual de verano para las parroquias en el norte del condado de Oakland en el cual, durante tres días, jóvenes con playeras de colores brillantes pintan bancos, trabajan en jardines, organizan despensas de alimentos y son voluntarios en comedores comunitarios en Detroit, Flint y Royal Oak.
El viaje misionero de este año fue el séptimo desde que los estudiantes comenzaron a participar como parte de sus vacaciones de verano.
"En 2018, éramos un grupo pequeño de unas 28 personas, incluidos adultos y niños, que decidieron crear algo llamado el Motor City Mission Trip, y desde entonces ha despegado", dijo Julie Cavanaugh, coordinadora del ministerio familiar en St. Patrick Parish, a Detroit Catholic. "Tenemos estudiantes de secundaria y preparatoria, mostrándoles las obras corporales y espirituales de misericordia. Pensamos que no teníamos que ir al extranjero para hacer eso, porque hay mucha necesidad aquí mismo en Detroit y Flint".
Jóvenes de la St. Patrick Parish, St. William en Walled Lake, St. Mary Our Lady of the Snows en Milford, the Church of the Holy Spirit en Highland, St. Daniel en Clarkston, St. Anne en Ortonville, Our Lady of the Lakes en Waterford, Our Lady of Refuge en Orchard Lake y Holy Family en Novi participaron, comenzando el lunes en Detroit, sirviendo en el Capuchin Service Center, Catholic Charities of Southeast Michigan’s Center for the Works of Mercy, Vocies4Earth Hope House and Garden, Core City Neighborhood y Detroit Catholic Pastoral Alliance.
El martes, el grupo se dirigió a Flint para servir en Center for Hope, the North End Soup Kitchen, Carriage Town Ministries y el Mid-Michigan Resource Warehouse.
Al día siguiente, el grupo realizó una peregrinación al National Shrine of the Little Flower Basilica en Royal Oak, donde empacaron kits para el Society of St. Vincent de Paul’s Camp Ozanam en Port Sanilac.
"Lo que creo que es tan formativo es que pueden renunciar a una semana de su verano para levantarse temprano y trabajar un poco, y puede ser muy divertido", dijo Cavanaugh. "Hicieron nuevas amistades con personas de muchas iglesias y escuelas diferentes, simplemente uniéndose al servir en comedores comunitarios y en el viaje en coche hacia Detroit. Solo veo las amistades nacidas de esto".
Vivian Barton de St. Mary Our Lady of the Snows ha completado tres Motor City Mission Trips, diciendo que es bueno viajar fuera de su círculo social habitual y ayudar a una comunidad necesitada.
"Siempre es una buena oportunidad para ver lo que está sucediendo en el mundo", dijo Barton. "No tengo redes sociales, así que días como hoy son una forma de ver más del mundo, ver cómo viven otras personas. Esto me permite ayudar en una comunidad que amo y quiero ayudar siempre. Es simplemente súper gratificante, una de mis partes favoritas del verano."
Barton formaba parte de un grupo que organizaba el backroom del Capuchin Services Center en Medbury Street en Detroit, clasificando ropa y alimentos, llenando estantes y percheros para que los habitantes de Detroit necesitados pudieran comprar.
Con su experiencia previa en el Motor City Mission Trip, Barton mostró sus habilidades de liderazgo explicando a los nuevos participantes qué esperar.
"Días como hoy son súper enriquecedores; puedes ver a otras personas y lo que están pasando y puedes ayudar un poco", dijo Barton. "También es algo que puedes poner en tu currículum, pero esa es una de las partes menos importantes. Para mí, es extremadamente gratificante trabajar con y para otras personas".
Más al este, los voluntarios del Motor City Mission Trip sirvieron en la Detroit Catholic Pastoral Alliance, plantando arbustos, esparciendo mantillo y pintando bancos en un lote vacío convertido en parque público en la calle McClellan que se ha convertido en un espacio público para Gratiot Woods en el lado este de la ciudad.
"Estamos haciendo un proyecto de embellecimiento de la colonia como una forma de proporcionar un espacio público para que la gente disfrute tranquilamente estos días de verano", dijo Cleophus Bradley, director de desarrollo comunitario de la Detroit Catholic Pastoral Alliance.
"Proyectos como este aumentan la participación comunitaria. Cuando la gente ve este espacio, quiere sentirse orgullosa de su comunidad, quiere apropiarse de su comunidad. Lo que estamos haciendo hoy es embellecer la colonia y aumentar el valor de mercado de la propiedad en el área".
La Detroit Catholic Pastoral Alliance trabaja principalmente en vivienda asequible y originalmente había planeado construir casas en el lote vacío que compraron de la ciudad hace cinco años.
Pero el aumento de los costos de construcción ha hecho que construir casas en la propiedad sea económicamente inviable por ahora, por lo que el espacio verde público es una forma de mejorar la calidad de vida en el área y alentar a más personas a invertir en el vecindario, explicó Bradley.
"Nosotros nos dedicamos a proporcionar viviendas decentes y asequibles para todos los habitantes de Detroit; esa es nuestra misión principal", dijo Bradley. "Este parque anima a alguien a hacer de esta una colonia predilecta, y esa es nuestra misión".
La misión de este año fue la primera para Evan Freundel de Our Lady of the Lakes Parish en Waterford, quien disfrutó su tiempo de jardinería en el lote de la Detroit Catholic Pastoral Alliance.
"No esperaba todo el trabajo que íbamos a hacer, pero me gusta el trabajo físico y ayudar a la gente", dijo Freundel. "Todos en mi grupo de jóvenes iban a hacer el viaje, así que yo también quería ir. Lo que más me gustó fue plantar flores en medio del campo. No tengo muchas oportunidades de hacer jardinería, así que esta fue prácticamente mi primera vez haciéndolo".
Los misioneros terminarán su semana el jueves con un viaje al sur al Kalahari Waterpark in Sandusky, Ohio, una oportunidad para relajarse después de una semana de voluntariado.
Aunque la semana de servicio es un impulso para los diversos ministerios atendidos, Cavanaugh cree que la experiencia tendrá un mayor impacto en los propios misioneros.
"Quiero que vean a Dios en los demás", dijo Cavanaugh. "Quiero que puedan ver a Dios todos los días cuando vean a las personas a las que están sirviendo. Cuando estamos en el área de ropa del Capuchin Services Center, donde la gente está comprando, estamos conociendo a las personas a las que esos lugares sirven, y creo que ese es el mayor valor de una semana como esta: estar con los pobres y ver a Dios en ellos".
