Reunidos en Asamblea Plenaria, y en el marco del 40° aniversario del retorno del país a la democracia, que se conmemora en diciembre de este año, la Conferencia Episcopal Argentina emitió una declaración en la que invita a renovar la esperanza.
En su mensaje, los obispos expresan su preocupación por ser testigos de “un pueblo que sufre”, en especial por “el agobio del desencanto, las promesas incumplidas, los sueños rotos” y la incertidumbre frente al futuro.
“Angustia sentir que es cada vez más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud, imaginar un futuro para los jóvenes”, añaden, en días en que Argentina se enfrenta a un panorama económico desalentador debido a una fuerte subida del valor del dólar con respecto a la moneda local.
A ello suman “el miedo a salir a la calle, la violencia y la agresión generalizada”, que hacen sentir “cada vez más la pérdida de los valores que sostenían la vida familiar y social”.
“Nos duele en el alma la deserción de los chicos del colegio, las aulas reemplazadas por una esquina o un rincón peligroso a la vista de madres impotentes. Volvemos a olvidar que la mejor política de seguridad es la educación”, lamentan.
En muchas ciudades de Argentina, pero en especial en sitios como Rosario o Córdoba, marcados por la violencia, la inseguridad y los enfrentamientos entre bandas narcotraficantes, los vecinos se han manifestado con frecuencia para pedir paz y seguridad.
“No pretendemos ser expertos en diagnósticos, sólo recogemos el lamento y las lágrimas de la gente que nos encontramos en nuestros pueblos y barrios”, manifiestan los obispos.
Sobre los 40 años de la recuperación de la democracia, los prelados expresan su dolor al ver “cuánto desaprovechamos las posibilidades que teníamos de construir una Argentina pujante y feliz”.
Ante este panorama, invitan “a seguir confiando en el camino democrático con la esperanza de que estamos a tiempo” y recuerdan que “siempre es posible renacer si lo hacemos entre todos”.
En ese sentido, los pastores reclaman a quienes tienen mayores responsabilidades “que tengan la grandeza de pensar en el sufrimiento de muchos, más que en los intereses mezquinos”.
“La gente necesita recibir propuestas concretas y realistas más que soluciones tan seductoras como inconsistentes”, afirman en su carta.
En la misma línea, piden que se busquen puntos en común para lograr un proyecto estratégico de desarrollo “que abra un horizonte de esperanza, dignidad, paz social, trabajo y prosperidad”, privilegiando a los necesitados.
Y dirigiéndose a todos los argentinos, llaman a ser “parte activa” en la rehabilitación y auxilio de la sociedad, como lo indica el Papa Francisco.
“Queremos invitarlos e invitarnos a cultivar los grandes valores de la honestidad, la laboriosidad, el respeto, el cuidado de la vida, la bondad, el servicio, la justicia”, animan.
Como un gesto en esa dirección, los obispos decidieron que todas las diócesis del país realicen una misión visitando algunos de los barrios “donde viven los más vulnerables y abandonados”.
Finalmente, piden la bendición de Dios para la Patria y “a la Virgen de Luján que no nos suelte de la mano”.
